Las trincheras de la memoria
La Comunidad de Madrid recupera fortificaciones de la Guerra Civil con el objetivo de crear una senda de turismo b¨¦lico el pr¨®ximo a?o
La memoria es un campo de batalla. Benedicto Hern¨¢ndez acaba de cumplir 96 a?os, pero hay im¨¢genes que el tiempo no ha podido borrar. Cierra los ojos y ah¨ª est¨¢ ese cami¨®n repleto de cad¨¢veres amontonados dejando un reguero de sangre en Navalagamella. El peque?o pueblo donde naci¨®, situado a 56 kil¨®metros de la capital, qued¨® atrapado entre las dos l¨ªneas del frente durante la Guerra Civil y sus vecinos tuvieron que ser evacuados. Los sublevados dominaron la zona desde el principio. Para defenderse de los republicanos, la minaron de trincheras. Solo en este municipio al noroeste de Madrid hay 127 registradas. El Gobierno regional trabaja para recuperarlas y difundir su valor hist¨®rico.
La Comunidad aprob¨® el a?o pasado un plan especial que pone en valor estas estructuras b¨¦licas. El primer paso fue elaborar un censo, del que se encargaron los Ayuntamientos. Se documentaron m¨¢s de 2.000 restos de la Guerra Civil en la regi¨®n. En Madrid todas las fortificaciones est¨¢n protegidas desde 2013 como bienes de inter¨¦s patrimonial (BIP). ¡°Una vez localizadas, hay que recuperarlas y conservarlas. El objetivo es que el pr¨®ximo a?o podamos ofertar una senda de turismo b¨¦lico con las trincheras m¨¢s significativas¡±, explica Paloma Sobrini, directora general de Patrimonio Cultural de la Comunidad. En todas ellas se colocar¨¢n unos carteles indicativos que relatar¨¢n lo acontecido.
La denominada Blockhaus 13, situada en Colmenar del Arroyo (a nueve kil¨®metros de Navalagamella), se puede visitar desde principios de este a?o. La siguiente fortificaci¨®n disponible ser¨¢ la de la Posici¨®n Calvario, en Navalagamella. La estructura se encuentra horadada en un terreno rocoso, con el que se enmascara perfectamente. Est¨¢ rodeada de encinas en un flanco de la carretera de Valdemorillo. El Ayuntamiento pretende construir un paseo para llegar hasta ella aprovechando que se encuentra a medio kil¨®metro de la parroquia de Nuestra Se?ora de la Estrella, el punto que marca el inicio de esta localidad de 2.600 habitantes.
El b¨²nker, un forjado relleno de cemento, ladrillos y piedras, tiene forma circular, aunque hay zonas que ya no se conservan, como parte de la galer¨ªa, destruida por un ob¨²s. Est¨¢ formado por seis pozos para tiradores de granadas, descubiertos, y dos fortines totalmente cerrados desde donde disparaban las ametralladoras. ¡°Apuntaban hacia la iglesia de Valdemorillo, que era donde ten¨ªan el polvor¨ªn los republicanos¡±, explica Benedicto Hern¨¢ndez, que entonces ten¨ªa 14 a?os.
El frente qued¨® estabilizado tras la batalla de Brunete, en julio de 1937. Tras las ofensivas republicanas en el Ebro, el r¨ªo Segre y Extremadura, Franco orden¨® a finales de 1938 la construcci¨®n de la estructura, con capacidad de disparar en todas las direcciones. El objetivo era defender la posici¨®n.
¡°Era una trinchera com¨²n cubierta donde los soldados realizaban toda su vida¡±, sostiene el arque¨®logo Jos¨¦ Tom¨¢s S¨¢ez, miembro del equipo Cota 667, que ha excavado la fortificaci¨®n durante tres semanas. El grupo, formado por historiadores, arque¨®logos e investigadores, ha retirado tres camiones de sedimentos de sus galer¨ªas, que ahora emergen carcomidas y repletas de grafitis. Despu¨¦s de que sirviera como vivienda para una familia en los a?os cuarenta, la posici¨®n fue abandonada durante d¨¦cadas. Los arque¨®logos apenas han recuperado unas balas y algunos instrumentos cotidianos, como tinteros y botes medicinales. ¡°Los soldados retiraron los elementos b¨¦licos cuando se marcharon y en la posguerra los vecinos vend¨ªan lo que encontraban para subsistir¡±, dice S¨¢ez.
Centros de interpretaci¨®n
El Ayuntamiento de Navalagamella quiere construir en este lugar un centro de interpretaci¨®n sobre la Guerra Civil. Este espacio se unir¨¢ a otros cuatro centros diseminados por lugares claves de la regi¨®n durante el conflicto. ¡°En cada ¨¢mbito se va a explicar algo diferente para que sea tem¨¢tico¡±, subraya Sobrini. En Paredes de Buitrago, por ejemplo, se puede visitar desde el a?o pasado el centro de interpretaci¨®n del Frente del Agua. Los republicanos instalaron en la Sierra Norte un nido de ametralladoras al principio de la guerra para evitar que los franquistas tomaran el control de los dos embalses que abastec¨ªan a la capital.
Los dem¨¢s centros estar¨¢n listos el pr¨®ximo a?o. En Brunete se levantar¨¢ uno para recordar la batalla del mismo nombre. Algo similar suceder¨¢ con la batalla del Jarama en Morata de Taju?a, donde ya se encuentra el museo privado que levant¨® Goyo Salcedo en 2004. Otro centro, en Rivas, explicar¨¢ el papel de las brigadas internacionales. Los dos ¨²ltimos municipios solicitaron el reconocimiento como parque hist¨®rico en 2007, pero la propuesta fue rechazada por el PP, entonces con mayor¨ªa absoluta en la Asamblea de Madrid.
Billete al futuro
Navalagamella quiere comprar su billete al futuro. El plan de su alcalde, Andr¨¦s Samperio (PP), es utilizar su potencial b¨¦lico para atraer turismo. "La actuaci¨®n estrella va a ser la construcci¨®n de un centro de interpretaci¨®n sobre el papel de la mujer en la guerra. Ser¨¢ ¨²nico en el mundo". La Comunidad ya ha encargado el proyecto museol¨®gico y el Consistorio ha aportado el local, un edificio construido en 1890 que alberg¨® una "escuela de ni?os y ni?as" durante la Segunda Rep¨²blica. Se abrir¨¢ a mediados del pr¨®ximo a?o. "La mujer no solo estuvo en la retaguardia. Tambi¨¦n tuvo un papel activo en el frente. Es una labor no reconocida que queremos poner en valor", relata Miguel ?ngel Garc¨ªa, t¨¦cnico de Patrimonio.
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