Chelsea Boots: el grupo que te gustar¨¢, aunque lo niegues
J¨®venes, aseados y ambiciosos, el cuarteto madrile?o apunta grandes maneras con un debut sobre 'placeres culpables'
Se hacen llamar Chelsea Boots, como esas botas que hac¨ªan estragos entre la chavaler¨ªa all¨¢ por los a?os sesenta. Son jovencitos, guapetes, aseados, fotog¨¦nicos, habladores, afables, divertidos. Irreprochables. Provienen de entornos bien asentados y disponen de curr¨ªculos estupendos, en algunos casos mareantes. Integrar¨ªan abuen seguro el restringido Club de los Yernos Ideales: cualquier pap¨¢ renunciar¨ªa a los consabidos recelos y los aceptar¨ªa como pareja de sus churumbeles. Pero Santi, Dani, Dani y Mart¨ªn se han apartado de la senda del bien por culpa de una infecci¨®n que no parece tener cura: el virus del rock se les col¨® sin remedio en el torrente sangu¨ªneo.
¡°Nuestros padres lo han acabado comprendiendo porque ven que nos lo curramos mucho, como en cualquier otro trabajo, y ni nos matamos a porros ni llegamos mamados a las tantas de la madrugada¡±, se excusa Dani Ferrandis, guitarrista de la banda y el m¨¢s (ejem) vetusto de los cuatro, con sus 26 a?itos. Y quieren que esta honorable ocupaci¨®n encima de los escenarios les d¨¦ para ganarse la vida. ¡°Nos llevaremos una desilusi¨®n si esto no lo peta, porque es la hostia. El fracaso no acabar¨ªa en eutanasia, pero s¨ª ser¨ªa triste y desilusionante¡±, proclama el cantante y jefe de filas, Santi Isla, fruto (como Dani N¨²?ez, bajista, y Mart¨ªn Mosquera, bater¨ªa) de la flamante generaci¨®n del 94, aunque en su caso el rostro ani?ado y lampi?o le haga parecer todav¨ªa m¨¢s joven.
Isla es el reto?o de Pablo Isla, m¨¢ximo directivo de Inditex, pero a ¨¦l no le gusta mezclar los ¨¢mbitos familiares y los mel¨®manos (¡°No pertenezco al sector textil¡±) y ha venido aqu¨ª a hablar de su disco. Que acaba de poner en circulaci¨®n Universal con todos los honores, ha contado con productores de post¨ªn (Rams y Mart¨ª) y vivi¨® hace pocas semanas su estreno con un llenazo en la sala Ocho y Medio. Biling¨¹e perfecto y titular de un expediente acad¨¦mico mareante (¡°graduado en Derecho y con varios m¨¢steres de los de verdad, pero no te quiero aburrir¡±), Santi ha llegado al rock para dejar huella. ¡°Somos muy ambiciosos. Demasiado. Pero ponernos metas grandes siempre ha jugado a nuestro favor. Nos jugamos con nuestra promotora un cochinillo a que llenar¨ªamos la Ocho y Medio en el estreno del disco. ?Ahora nos lo deben!¡±.
Y los cuatro, que se interrumpen y entremezclan las respuestas, rompen a re¨ªr. La culpa de todo la tienen las 13 canciones incluidas en Guilty pleasure, un debut fresco y contagioso, variado pero casi siempre tarareable, contempor¨¢neo pero no t¨®pico. Y de vocaci¨®n, dig¨¢moslo as¨ª, transversal: indie sin renunciar a lo pijo, jovial pero a veces tambi¨¦n pureta. En alg¨²n lugar entre Wham! y Sidonie, pongamos por caso, aunque en una balada como Dandelion skies pueden llegar a recordar a ?Ian Matthews! ¡°La idea eraesa: huir del encasillamiento, no ponernos l¨ªmites¡±, proclaman.
¡°Tan pronto nos tiramos una tarde discutiendo sobre las grabaciones de los Beatles en Abbey Road como nos da por analizar los patrones r¨ªtmicos de J Balvin. Porque creemos que, a nivel art¨ªstico, J Balvin es igual de valioso que Janis Joplin...¡±.De ah¨ª, de ese eclecticismo desprejuiciado, surgi¨® la idea del ¡°placer culpable¡± que acab¨® dando t¨ªtulo al ¨¢lbum. ¡°Aspiramos a gustarte, aunque no lo confieses¡±, anuncian con gesto travieso.
De hecho, algunos m¨²sicos ¡°relevantes¡± ya les han hecho llegar sus parabienes a trav¨¦s de mensajes privados, y conf¨ªan en que las felicitaciones ir¨¢n siendo con el tiempo cada vez m¨¢s expl¨ªcitas. ¡°A Josu Garc¨ªa, el productor de Loquillo, le ha flipado el disco. Y el otro d¨ªa nos entrevistaron en Mariscal Rock. Sali¨® bien la cosa, y eso que ¨ªbamos acojonados... Al final, hasta el t¨ªo m¨¢s rancio tiene ganas de escuchar cosas nuevas¡±.
-Pero entonces, ?sois rockeros o no sois rockeros?
Los Boots miran de reojo, sopesan la provocaci¨®n y disparan: ¡°Venimos del sudor, pero al mundo del rock en Espa?a le apesta el sobaco¡±, argumentan. ¡°El rock debe ser transgresi¨®n, inventiva, cosas nuevas, pero muchas de las propuestas rockeras de este pa¨ªs parecen bandas de tributo, aunque ni ellos mismos lo sepan. Y eso nos aburre mucho¡±. Llega la hora de las fotos y Santi, Mart¨ªn y los Danis obedecen de buen grado a las indicaciones. Y resumen: ¡°Somos cuatro chavales sin maldad. Estamos en esto con mucho respeto. Y d¨¢ndolo todo¡±.
-Solo nos queda algo importante en el tintero, chicos. ?Cu¨¢l es vuestro mayor placer culpable?
Los cuatro se consultan con la mirada, desconcertados. Y es al final Dani N¨²?ez, el bajista, quien deja v¨ªa libre a la confesi¨®n. ¡°A ver, viniendo de un colegio cat¨®lico, el Pe?arredonda de A Coru?a, el primer placer culpable es bastante obvio...¡±.
Amigos de Taburete
Los integrantes de Chelsea Boots han apostado por su faceta musical aun rob¨¢ndole tiempo a otros proyectos m¨¢s fiables en t¨¦rminos convencionales.
Ferrandis es publicista y titular de un m¨¢ster en Creatividad, N¨²?ez desarrolla una start up de relojes y Mosquera tambi¨¦n abraza la nueva econom¨ªa con una consultor¨ªa para empresas textiles. Parecer¨ªan llamados a la condici¨®n de j¨®venes ejecutivos, pero prefieren los discos de Sunday Drivers, Sidonie o Rosal¨ªa, de la que Ferrandis incluso presume como fondo de pantalla de su m¨®vil.
Y en el ¡°debate proTaburete o antiTaburete¡± que tantas veces surge en las tertulias musicales, se posicionan sin remilgos en el primer grupo. ¡°Y no porque conozcamos personalmente a algunos de ellos, sino porque estamos hartos de que en este pa¨ªs sea tan f¨¢cil criticar. Taburete no venden virtuosismo musical, pero han conseguido meter en los pabellones a ese pijer¨ªo que nunca iba a ning¨²n concierto. Sus conciertos son una puta locura. Merece la pena ir solo por ver al p¨²blico. Flipar¨¢s.
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