23 historias para redescubrir la nueva Gran V¨ªa

S¨ªmbolo de Madrid y pulso de la ciudad, Gran V¨ªa ha vivido varias transformaciones en sus m¨¢s de cien a?os de vida, desde su surgimiento como proyecto estrella en el siglo XIX hasta convertirse en gran avenida burguesa y comercial. Ahora estrena configuraci¨®n: menos espacio para veh¨ªculos, aceras m¨¢s anchas y mobiliario m¨¢s humano. Sus edificios, estatuas y miradores esconden una historia que se entrelaza con la de Madrid. Estas son algunas de las curiosidades en las que fijarse en un primer paseo por la nueva Gran V¨ªa, empezando por su cruce con Alcal¨¢. Pasen y vean.

1. Un principio que no lo es. Una buena manera de hacerse a la idea de un vistazo de qu¨¦ es la Gran v¨ªa es subir a la terraza del C¨ªrculo de Bellas Artes (4 euros) y contemplar la avenida desde las alturas. Sin embargo, lo primero que llama la atenci¨®n, el edificio Metr¨®polis, que mucha gente considera como el principio de esta avenida, est¨¢ en realidad situado en la calle de Alcal¨¢. El edificio, en cualquier caso, tiene una silueta muy caracter¨ªstica, coronada por una c¨²pula de pizarra con relieves dorados y sobre la que se asienta la Victoria Alada del escultor Federico Coullaut Valera.

2. Relojes del siglo XVI. A un paso del edificio Metr¨®polis est¨¢ el n¨²mero 1 de esta v¨ªa, un inmueble con el mismo estilo cl¨¢sico que los vecinos. All¨ª se encuentra la relojer¨ªa Grassy, una tienda hist¨®rica que cuenta con un escondido museo de relojes antiguos, de los siglos XVI a XIX y de todo tipo: aut¨®matas, de carroza, altos relojes de caja con p¨¦ndulo, sobremesa, de cartel.... Se puede visitar de forma gratuita (con cita previa) los jueves y viernes.

3. El primer edificio. En 1912 se inaugur¨® el primer tramo de la Gran V¨ªa, aunque las obras continuar¨ªan hasta 1917. En esta primera ¨¦poca, la emblem¨¢tica calle sirvi¨® como s¨ªmbolo de prestigio para industriales, burgueses y pol¨ªticos, por lo que sus edificios son los m¨¢s ostentosos de la zona. Precisamente en 1917 se inaugur¨® el primer edificio, situado en el n¨²mero 8, un inmueble con el mismo estilo cl¨¢sico de la ¨¦poca, elegante y se?orial; en su planta baja albergaba un sal¨®n de t¨¦, inicio de la gran tradici¨®n comercial de esta calle. Desde 1939, a esa teter¨ªa la sustituye la tienda de moda Loewe. Un secreto: si se descienden las escaleras de este local, se puede acceder a su galer¨ªa museo y comprobar que estrellas de cine como Gary Cooper o Jodie Foster se detuvieron ante su escaparate.

4. Una iglesia neocl¨¢sica. Un poquito m¨¢s arriba tenemos el Real Oratorio de Caballero de Gracia, una iglesia neocl¨¢sica, obra de Juan de Villanueva, el arquitecto que dise?¨® el Museo del Prado. Curiosamente, la fachada principal da a la calle paralela. Desde Gran V¨ªa vemos su parte trasera, que adopt¨® un car¨¢cter urbano para enmascarar el edificio religioso. De hecho, si no fuera por la enorme cruz del ¨¢bside exterior, podr¨ªa parecer un inmueble de viviendas similar a los vecinos. En el interior, al que se puede acceder desde la avenida, destacan las columnas corintias y la decoraci¨®n de la c¨²pula, obra de Zacar¨ªas Gonz¨¢lez. Es monumento nacional desde 1956.

5. Museo Chicote. En el n¨²mero 12 se ubica otra parada imprescindible de la gran avenida, el Museo Chicote. Desde su inauguraci¨®n en 1931, el bar m¨¢s m¨ªtico de la Gran V¨ªa fue durante d¨¦cadas parada obligatoria para artistas (Grace Kelly, Frank Sinatra, Cary Grant, Ava Gardner, Salvador Dal¨ª, Bette Davis, Audrey Hepburn¡­) y hasta premios Nobel como Ernest Hemingway ¡ªque escribi¨® all¨ª sus cr¨®nicas de la Guerra Civil¡ª o Alexander Fleming, el inventor de la penicilina. Seg¨²n se cuenta, este ¨²ltimo fue la ¨²nica persona a la que el coctelero Perico Chicote le regal¨® una de sus botellas.

M¨¢s informaci¨®n

Chica nueva en las alturas de Gran V¨ªa

Cuando Audrey Hepburn paseaba por la Gran V¨ªa

6. Los primeros sem¨¢foros de Madrid. A mediados de los a?os veinte, el tr¨¢fico ya era una locura en la capital ¡ªs¨ª, los atascos no vienen de ahora¡ª. En 1926, el ingeniero Joaqu¨ªn Moro propuso al Ayuntamiento de Madrid un novedoso artilugio que facilitaba la ordenaci¨®n del tr¨¢fico: consist¨ªa en la instalaci¨®n de una serie de dispositivos con luces de colores que ordenaban la parada o arranque de los veh¨ªculos. Ese artilugio, m¨¢s tarde, pasar¨ªa a llamarse sem¨¢foro. Por supuesto, los primeros se instalaron en la entrada de la Gran V¨ªa (entonces Conde de Pe?alver): seis sem¨¢foros primigenios colocados tanto en esta avenida como en Alcal¨¢, seg¨²n explica la biblioteca digital Memoria de Madrid.

7. El primer rascacielos. El primer rascacielos de Madrid (y de los primeros de Europa) fue el edificio Telef¨®nica, situado en el 28 de la Gran V¨ªa, obra del arquitecto Ignacio de C¨¢rdenas. La estructura de acero de esta mole, levantada en 1928, tiene 89,30 metros de altura, est¨¢ forrada con piedras de Alicante y Segovia, y alcanza las 15 plantas. El escudo que puede verse en su fachada es, dicen, el m¨¢s grande de la capital, y el inmueble est¨¢ coronado por un caracter¨ªstico reloj. Se puede entrar gratis a la Fundaci¨®n Telef¨®nica, que ocupa varias plantas, y disfrutar de charlas y exposiciones temporales.

8. Un siglo de servicio. Pasada la calle Montera hay un cambio de estilo: si hasta este punto los? edificios eran elegantes y se?oriales, ahora se llega a la zona m¨¢s comercial, con edificios que recuerdan al estilo neoyorquino. Uno de ellos es el hotel Tryp Gran V¨ªa, en el n¨²mero 25, que seg¨²n el libro La trastienda de Madrid (La Librer¨ªa) es el ¨²nico establecimiento que ha permanecido abierto sin interrupciones desde su inauguraci¨®n, en 1925. El premio Nobel Ernest Hemingway escribi¨® entre sus muros alguna de sus cr¨®nicas de la Guerra Civil y el hotel le sirvi¨® de inspiraci¨®n para ambientar su ¨²nica obra de teatro, La quinta columna.

9. La huella de Antonio Palacios. El edificio Matesanz, en el n¨²mero 27, es parada obligatoria. Es obra del arquitecto Antonio Palacios, quien tambi¨¦n dise?¨® el C¨ªrculo de Bellas Artes (en Alcal¨¢, donde comenz¨® esta ruta) y dos grandes construcciones cercanas, el Palacio de las Comunicaciones (actual Ayuntamiento) y el edificio de las Cari¨¢tides (hoy, Instituto Cervantes), adem¨¢s del hospital de Maudes y las cocheras del metro, ambos en Cuatro Caminos. El inmueble de Gran V¨ªa, de inspiraci¨®n estadounidense, tiene una escalera de traza imperial y elegantes miradores de acero y cristal.

10. Estatuas que reinan en el cielo. El n¨²mero 60, un edificio de Casto Fern¨¢ndez-Shaw, est¨¢ coronado por un romano de bronce?¡ªobra de Victorio Macho¡ª que sujeta sobre su cabeza una casa, una especie de alegor¨ªa del ahorro. En el 68 tambi¨¦n hay una estatua de un f¨¦nix sobre el que descansa un hombre. E incluso hay dos estatuas que dialogan: Diana Cazadora, que lleg¨® en 2017 al edificio de Gran V¨ªa 31, dispara al Ave F¨¦nix del edificio de enfrente, en Gran V¨ªa, 32, para que le devuelva a su amado.

11. Sala de esgrima y biblioteca. En el n¨²mero 13 se encuentra el antiguo Casino Militar, que ahora se denomina Centro Cultural de los Ej¨¦rcitos, un inmueble art nouveau obra del arquitecto Eduardo S¨¢nchez. La fachada combina modernismo y clasicismo, pero su interior tiene un peque?o secreto: la sala de esgrima m¨¢s antigua de Europa. Tienen adem¨¢s una magn¨ªfica biblioteca de madera y una colecci¨®n de miniaturas militares. Para visitarlo, hay que concertar una visita guiada (gratuita). S¨ª se puede acceder al restaurante, situado en la segunda planta, desde donde se puede ver una perspectiva curiosa de la gran avenida.

12. Un mirador escondido. Precisamente enfrente de los Cines Callao se puede hacer una parada que, aunque no est¨¢ exactamente en la Gran V¨ªa, permite tener una imagen muy distinta de la calle: se trata del edificio que hasta 1964 alberg¨® el hotel Florida (y que estaba dise?ado tambi¨¦n por Antonio Palacios). M¨¢s tarde pas¨® a ser sede de los almacenes Galer¨ªas Preciados y hoy, de El Corte Ingl¨¦s. En la octava planta del centro comercial hay una cafeter¨ªa que, por el precio de una bebida, permite pasar un buen rato mirando desde las alturas c¨®mo coches y personas crean la particular coreograf¨ªa de esta arteria urbana. Muy instagrameable.

13. Avenida de los obuses. La Gran V¨ªa fue objetivo prioritario de los bombardeos de la aviaci¨®n de los sublevados de la Guerra Civil, tanto que las cr¨®nicas de la ¨¦poca hablan de que se la conoc¨ªa como ¡°avenida de los obuses¡± o ¡°avenida del quince y medio¡±, por el tama?o de estos proyectiles. El edificio Telef¨®nica, por ejemplo, se qued¨® vac¨ªo desde la planta octava, ya que las plantas superiores pod¨ªan ser alcanzadas por los proyectiles que lanzaban desde la Casa de Campo. Adem¨¢s, los milicianos desfilaron por esta calle en varias ocasiones.

14. El ne¨®n que es bien de inter¨¦s cultural. El edificio Carri¨®n, situado en el n¨²mero 41, es uno de los m¨¢s emblem¨¢ticos de la calle: acoge el cine Capitol y el hotel Vincci Capitol y con su estilo expresionista y su curiosa forma redondeada ¡ªal estilo del Flatiron de Nueva York¡ª es uno de los edificios m¨¢s conocidos de Madrid. Para ello ha sido crucial su luminoso Schweppes: los neones m¨¢s fotografiados de Madrid consiguieron escapar a la ley municipal que proh¨ªbe este tipo de carteles al haberse convertido en un emblema, sobre todo tras protagonizar una escena de la pel¨ªcula El d¨ªa de la Bestia, de ?lex de la Iglesia. La Comunidad de Madrid declar¨® en 2016 al inmueble bien de inter¨¦s cultural, la m¨¢xima protecci¨®n regional. Pista para los cin¨¦filos: se puede dormir en la habitaci¨®n con luces de Schweppes.

15. El Palacio de la Prensa, dise?ado por Pedro Muguruza, sigue el estilo de Chicago con fachadas de ladrillo visto. En su interior estuvo la sede de la revista La Codorniz ¡ªtambi¨¦n estuvo el diario 20 minutos y ahora est¨¢ eldiario.es¡ª y del Partido Socialista de Madrid durante unos a?os. La Comunidad lo reconoci¨® como bien de inter¨¦s patrimonial.

16. Times Square a la madrile?a. Los anuncios de colores chillones y formas llamativas que alumbran un espacio urbano son caracter¨ªsticos desde hace d¨¦cadas en las plazas de Times Square (Nueva York) y Picadilly Circus (Londres), pero en Madrid son unas reci¨¦n llegadas: fue en 2011 cuando se instalaron las primeras el Palacio de la Prensa y los Cines Callao; m¨¢s tarde lo hicieron el Cine Capitol y el Teatro Lope de Vega, y por ¨²ltimo El Corte Ingl¨¦s y la FNAC. Con estos seis bloques de pantallas gigantes, Callao es lo m¨¢s parecido a las emblem¨¢ticas plazas londinense y neoyorkina. La iniciativa municipal que permite este uso trata de potenciar la actividad cultural de esta arteria urbana (un tercio de los anuncios son culturales) y evitar el cierre de los ¨²ltimos cines. La plaza de Callao, adem¨¢s, ha cobrado vida tras su peatonalizaci¨®n, que lleg¨® hace tan solo una d¨¦cada: antes estaba atestada de coches y autobuses.

17. La escena imposible. Quiz¨¢ la escena de pel¨ªcula m¨¢s destacada con la Gran V¨ªa como plat¨® sea la de Eduardo Noriega en Abre los ojos, con la calle completamente vac¨ªa, de manera absolutamente inusual. Al actor le ve¨ªamos correr por una Gran V¨ªa de m¨¢s carriles que la de ahora, en el tramo cuesta abajo que empieza en Callao y permite ver al fondo la Plaza de Espa?a. Ese vac¨ªo es el mismo que busc¨® en sus fotos Ignacio Pereira, que en su serie Madrid retrata un Callao deshabitado.

18. La Gran V¨ªa de los musicales. Se ha convertido en arteria del teatro musical en la capital: en los ¨²ltimos a?os han podido verse ¨¦xitos como La bella y la bestia, Cabaret, El fantasma de la ¨®pera y ahora se pueden ver exitazos como El rey le¨®n, que acaba de estrenar octava temporada.

19. El paso de los tranv¨ªas. Aunque la mayor¨ªa de la gente ya no lo recuerde, los tranv¨ªas surcaron las calles de Madrid durante m¨¢s de un siglo, desde 1871 a 1972, tal y como cuenta Aquellos tranv¨ªas de Madrid (La Librer¨ªa). Por supuesto, la Gran V¨ªa tambi¨¦n fue lugar de paso de estos veh¨ªculos: por la red de San Luis (donde est¨¢ la parada de metro de Gran V¨ªa) cruzaba una l¨ªnea que se dirig¨ªa luego o bien a Cuatro Caminos o bien a la zona de Arg¨¹elles. En las recientes obras de la calle han aparecido algunos restos de aquellas v¨ªas; si se quiere ver c¨®mo eran, hay un peque?o trozo en la glorieta de Carlos V.

20. El ¨²ltimo en llegar: Gran V¨ªa, 48. El ¨²ltimo edificio construido en la Gran V¨ªa lleg¨® en 2013 y se levant¨® sobre el solar que hab¨ªa dejado el Banco Atl¨¢ntico. Se trata de un edificio residencial en el n¨²mero 48, justo a continuaci¨®n del Palacio de la Prensa, y dise?ado por el arquitecto Rafael de La-Hoz Castanys. De nuevo, debe mirarse hacia arriba: la fachada, de granito gallego y cristal, est¨¢ coronada por una forma que, en cierta manera, recuerda a un zigurat.

21. Un pasado de cine. El segundo y tercer tramo de esta gran avenida acogieron durante d¨¦cadas muchas salas de cine y teatro. En el n¨²mero 30 se ubicaba el Teatro Fontalba (hasta 1954), primer edificio de espect¨¢culos construido en la avenida (luego derribado). En los cincuenta y sesenta, muchas estrellas de Hollywood rodaron superproducciones en Madrid, lo que impuls¨® los cines. Uno de los m¨¢s bonitos es el palacio de la M¨²sica (Gran V¨ªa, 35), donde se estren¨® Gilda en 1947 ¡ªque supuso un esc¨¢ndalo en aquel Madrid de posguerra¡ª, que hoy permanece cerrado a la espera de un proyecto cultural que lo reabra; tambi¨¦n sigue vac¨ªo el cine Rex (en el 43), mientras que el cine Avenida (en el 37) se ha convertido en tienda de ropa. De las 13 pantallas que hubo en esta arteria, solo quedan tres: los cines Callao (que conservan la fachada original de 1926), el Capitol y el Palacio de la Prensa.

22. La llamamos Gran V¨ªa porque los madrile?os as¨ª lo han querido. Durante la posguerra, la Gran V¨ªa perdi¨® los tres nombres que ten¨ªa hasta la fecha (Conde de Pe?alver, Pi y Margall y Eduardo Dato) y pas¨® a llamarse avenida de Jos¨¦ Antonio, en referencia a Primo de Rivera, fundador de la Falange. En tiempos de la Guerra Civil sus tramos llegaron a ser conocidos como avenida de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (o avenida de los obuses, por las bombas que ca¨ªan, en argot popular). A pesar de los nombres oficiales, los madrile?os adoptaron la denominaci¨®n de Gran V¨ªa, que era la que aglutinaba el proyecto y Tierno Galv¨¢n lo convirti¨® en su nombre oficial en 1981.

23. Un futuro m¨¢s sostenible. La ¨²ltima transformaci¨®n de la Gran V¨ªa (por ahora) ser¨¢ la que se inaugure el pr¨®ximo 23 de noviembre. La reforma municipal elimina dos carriles de tr¨¢fico, ampliando las aceras y con un carril bici solo en un peque?o tramo de subida (no en los otros). El cambio incluye nuevos sem¨¢foros de estilo retro (hay 95), adem¨¢s de 143 bancos (110 de piedra y 33 de madera), 228 farolas y 89 ¨¢rboles de la especie peral de flor. Los bancos de madera, que llegar¨¢n m¨¢s adelante, tienen un asiento de madera de tres piezas y estructura met¨¢lica, con respaldo y apoyabrazos, y cuyo dise?o modular le permite instalarse de varias maneras.