El misterio oculto bajo tierra en el metro de Gran V¨ªa

La m¨¢scara de un le¨®n reposa sobre una mesa de pl¨¢stico blanco. La han descubierto oculta bajo tierra en pleno centro de Madrid. Es de hace casi 100 a?os. Y simboliza el misterio que encierran las obras de reforma del metro de Gran V¨ªa: el proyecto para conectar esa estaci¨®n con la de Sol deb¨ªa acabar en abril de 2019, pero la aparici¨®n de restos arqueol¨®gicos ha retrasado hasta una fecha indefinida ese calendario, ha disparado el presupuesto en casi cuatro millones de euros y ha llenado de inc¨®gnitas el plan de trabajo, porque los arque¨®logos tienen planeado adentrarse en las tripas de la capital para descubrir si a 14 metros de profundidad quedan restos del vest¨ªbulo que dise?¨® el arquitecto Antonio Palacios en 1919. Un dr¨¢stico cambio de planes justo a las puertas de que Metro celebre el pr¨®ximo a?o su centenario colocando una r¨¦plica del templete del maestro gallego donde hoy trabajan los arque¨®logos.

El lunes, los operarios de la obra procedieron ¡°al desmontaje de la zona superior del cimiento del pozo de ascensores bajo la supervisi¨®n del arque¨®logo¡±, seg¨²n un informe al que ha tenido acceso EL PA?S. ?Qu¨¦ hac¨ªa all¨ª ese especialista? Cerciorarse todos los d¨ªas de que se preservan adecuadamente los elementos decorativos del pozo que daba cabida a un ascensor de 1919 y de un tramo de escaleras que descend¨ªa hacia dos vest¨ªbulos dise?ados por Palacios. Planificar los avances de la obra para que no deterioren cualquier resto que quede de las estructuras de la estaci¨®n de 1919 y de 1934, cubiertas por 14 metros de tierra. Y decidir qu¨¦ elementos se conservan fuera de su lugar original para la celebraci¨®n del centenario de Metro, ya que los estructurales se est¨¢n destruyendo. Eso ha provocado una denuncia ante la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente y Urbanismo de la asociaci¨®n Madrid, Ciudadan¨ªa y Patrimonio, que considera la extracci¨®n y transformaci¨®n de esos vestigios como un delito contra la conservaci¨®n del patrimonio.

La asociaci¨®n basa su reclamaci¨®n en la disposici¨®n transitoria primera de la ley regional de patrimonio, que establece que todas las estaciones de ferrocarril anteriores a 1936 son consideradas bien de inter¨¦s patrimonial (BIP). Una previsi¨®n legal que el Ejecutivo regional no considera aplicable a lo que queda en Gran V¨ªa de la obra de Palacios, el arquitecto que dise?¨® la red original del metro (1919) y edificios tan emblem¨¢ticos como el palacio de las Comunicaciones (1907), el Instituto Cervantes (1911) o el C¨ªrculo de Bellas Artes (1926).

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"Los restos se est¨¢n exhumando igual que los de un yacimiento de la Edad del Bronce: no estamos hablando de una estaci¨®n de ferrocarril, sino de los restos de una estaci¨®n de ferrocarril. Tiene consideraci¨®n de resto, no de BIP", discrepa Miguel ?ngel Garc¨ªa Valero, subdirector general de protecci¨®n y conservaci¨®n de la Comunidad de Madrid. "Es una estructura de hierro que sujeta una estructura de cer¨¢mica, y su estado de pudrici¨®n hace que no se pueda conservar", sigue. "Despu¨¦s de 90 a?os enterrado, ese hierro no se puede reutilizar, porque ha perdido completamente sus caracter¨ªsticas. No creemos que re¨²na los requisitos para ser un elemento musealizado", a?ade. Y subraya: "Desde el punto de vista estructural no tiene sentido mantener un cilindro de hormig¨®n de 1919 para que tenga un uso 100 a?os despu¨¦s. Es hasta peligroso".

"El valor que tiene este pozo ya sabemos cu¨¢l es, se trata del pozo original de Antonio Palacios, y es rid¨ªculo reconstruir el templete de arriba, que es lo que asoma, y destruir ese ascensor y esas escaleras originales", contrapone Alberto Teller¨ªa, vocal t¨¦cnico de la asociaci¨®n denunciante. "Eliminarlo es una p¨¦rdida del patrimonio y de entender c¨®mo funcionaba el metro y el templete", prosigue. "Si se hubiese previsto el proyecto para Gran V¨ªa teniendo en cuenta que iban a aparecer estos elementos, tal y como avisamos en febrero, no tendr¨ªamos ahora este problema".

En el interior de la obra trabajan dos arque¨®logos y dos restauradores. Paso a paso, documentan, aseguran, extraen y dejan listas para su restauraci¨®n todas las piezas hist¨®ricas que encuentran. Azulejos verdes de Manises con reflejos met¨¢licos; cabezas de le¨®n; un escudo de Madrid con un felino rugiente como emblema... Cada d¨ªa acuden al centro de Madrid provistos de un casco, un peto amarillo fosforito y botas especiales. Poco a poco se internan en las profundidades de la Gran V¨ªa con las precauciones de quien viaja al centro de la tierra. All¨ª han encontrado un mundo laber¨ªntico. Las estructuras originales de 1919 se entremezclan con las de los a?os 30, con las de los 70 y con las bases fundacionales de la Casa de Astrearena, de 1745, que fue demolida durante las obras de construcci¨®n de la Gran V¨ªa.

"Hallamos la estructura de cimentaci¨®n, la perimetral de hormig¨®n con parte de la escalera que circundaba los ascensores, y estaba bastante deteriorada", cuenta uno de los arque¨®logos ante el boquete abierto en el lugar en el que se erigi¨® el ascensor de Palacios. "En teor¨ªa las escaleras convergen en el vest¨ªbulo original de 1919", a?ade sobre las escaleras, que est¨¢n destruidas en su mayor parte. "La incertidumbre es qu¨¦ hay debajo", a?ade. "El plazo de finalizaci¨®n de la obra nos lo va a ir diciendo lo que encontremos", advierte sobre un proyecto que deb¨ªa estar listo en abril de 2019 y que ya no tiene fecha de conclusi¨®n.

Entre las luces el¨¦ctricas y varas met¨¢licas, los boquetes de las obras dejan ver tramos del vest¨ªbulo de los a?os 70, que se utiliz¨® hasta que este a?o comenzaron los trabajos. Debajo, enterrado por toneladas de tierra, la Gran V¨ªa oculta su gran secreto: lo que quede de un vest¨ªbulo de 1934 y de otro de 1919, ambos dise?ados por Palacios, el arquitecto de Madrid.