La cola de la improbable suerte
Miles de personas pasan por estas fechas por la administraci¨®n de loter¨ªas Do?a Manolita. Este a?o quieren batir r¨¦cords.
Si utiliz¨¢ramos la misma l¨®gica en el aeropuerto que en la administraci¨®n de loter¨ªas (la firme esperanza en que suceda lo altamente improbable) nadie montar¨ªa en avi¨®n. Es muy poco probable que toque El Gordo, la probabilidad es ¨ªnfima, diminuta, rar¨ªsima. ?Pero si toca? Es much¨ªsimo menos probable que se caiga un avi¨®n¡ ?pero si cae?
Las probabilidades de que toque El Gordo de Navidad son de un 0,00001% (1 entre 100.000 bolas iguales). Eso s¨ª, la probabilidad de que toque el reintegro es m¨¢s alta, del 9%. Lo comido por lo servido. Da lo mismo: matem¨¢ticas aparte, la esperanza es una caracter¨ªstica propia del ser humano, puede con todo, y miles de personas pasan por estas fechas por la administraci¨®n de loter¨ªas n¨²mero 67, la m¨¢s famosa y populosa de Madrid, Do?a Manolita (Carmen, 22), a ver si la suerte les cambia la vida, que falta hace.
No quiero ser cenizo, pero ?sabe usted que es altamente improbable que le toque un buen dinerito?
S¨ª, claro, pero da igual. Hay que confiar en el poder de la suerte y vivir la ilusi¨®n ¨C dice Elena una estudiante de Odontolog¨ªa de 25 a?os que se acaba de incorporar a la cola ¨C ?vaya fr¨ªo que hace!
La diversidad humana que fluye hacia Do?a Manolita desde Callao, como si fuera un agujero negro, es amplia: se?oras y se?ores, chavaler¨ªa, mujeres con carricoches, hipsters con los calcetines subidos por fuera y hasta celebrities, como el popular influencer Pelayo (su outfit: plum¨ªfero verde militar, pantalones remangados, botas de punta y sombrero). No quiere hablar, est¨¢ absorbido por su smartphone: la tecnolog¨ªa nos aleja de los dem¨¢s.
No muy lejos est¨¢ Diego, de 54 a?os, asesor de empresas.
Se acaba usted de incorporar, ?cu¨¢nto est¨¢ dispuesto a esperar aqu¨ª?
Pues no s¨¦, al menos una hora.
Puede que tarde cerca de dos horas.
Uff. Bueno, ya iremos viendo, luego me lo planteo.
Alrededor de la cola, que gestionan unas personas con chalecos amarillos (pero menos combativos que los que guerrean en las calles de Par¨ªs), hay ambiente festivo. Dos artistas callejeros van disfrazados de gorilas, otros tocan sus instrumentos musicales, los curiosos observan la cola como quien mira Las Meninas y los revendedores intentan comerciar con boletos que, aseguran, han comprado en Do?a Manolita. Sin demasiado ¨¦xito: la mayor¨ªa de los clientes prefieren seguir la liturgia de la cola, quiz¨¢s sea eso lo que propicia la suerte. Tambi¨¦n se puede comprar por tel¨¦fono o mediante su p¨¢gina web.
Do?a Manolita se fund¨® en 1904 en la calle San Bernardo por Manuela de Pablo, la lotera que le da nombre, y pronto cobr¨® fama, sobre todo entre el estudiantado, por el n¨²mero de premios repartidos. Las navidades pasadas bati¨® su r¨¦cord de premios y este a?o, seg¨²n han informado, quieren volver a hacerlo: por el momento las ventas van mejor que otros a?os.
Para algunos es tradici¨®n. ¡°Yo vengo todos los a?os y compro loter¨ªa para toda la familia¡±, dice Beatriz, enfermera en paro, ¡°ya ven¨ªa desde ni?a con mi madre. Aunque solo me ha tocado el reintegro¡±. Pilar y Saila son t¨ªa y sobrina: ¡°Vengo por mi sobrina, que es una pesada¡±, se r¨ªe Pilar, que si ganase un buen pellizco retirar¨ªa a su marido de la pescader¨ªa. ¡°Este es nuestro a?o, ya ver¨¢s¡±, dice Saila.
Juani, natural de Ciudad Real, que trabaja en una residencia para mayores, lleva hora y media en la cola: ¡°Si me toca el Gordo me compro un piso, que los alquileres est¨¢n por las nubes en Madrid¡±. En Internet un hombre llamado Samuel da las gracias: no pod¨ªa pagarse el alquiler de su habitaci¨®n, ten¨ªa que recurrir a C¨¢ritas, y ganar el Gordo en Do?a Manolita cambi¨® el rumbo de una vida avocada a la cat¨¢strofe. No pierdan la esperanza: al que esto firma le tocaron 6.000 euros en Do?a Manolita, a principios de siglo y a repartir entre dos.
El Gordo de Navidad tiene predilecci¨®n por el 5
- Una curiosidad estad¨ªstica que sit¨²a en el extremo contrario al 1 como la terminaci¨®n menos premiada, puesto que en m¨¢s de dos siglos de sorteo, el Gordo solo ha acabado en ese n¨²mero en ocho ocasiones, seg¨²n los datos de Loter¨ªas y Apuestas del Estado.
- El 4 y el 6 son otras terminaciones con suerte: 27 veces han resultado agraciadas con el primer premio de este sorteo extraordinario, que se viene celebrando desde 1812.?La idea extendida entre los ciudadanos de que los n¨²meros bajos no salen es una superstici¨®n que no se sustenta en los datos estad¨ªsticos.
- Los de tres cifras han sido agraciados tres veces, a pesar de que son los que menos se demandan. El 523 obtuvo el primer premio en 1828, el 615 en 1866 y el 675 en 1962.
- El "dos mil" ha sido el millar m¨¢s repetido. Los boletos con n¨²meros desde el 2.000 hasta el 2.999 han obtenido el primer premio en diez ocasiones.Los "nueve mil" han logrado el Gordo nueve veces, los "seis mil", ocho, y los "doce mil" y "quince mil", siete.
- El 79.250 ha sido el n¨²mero m¨¢s alto premiado en la historia de la Loter¨ªa de Navidad, en concreto, en 2010. Y sali¨® justo en la mitad del sorteo, en el sexto alambre de la quinta tabla, de un total de nueve tablas.
- Cinco a?os despu¨¦s el Gordo recay¨® en otro n¨²mero del mismo millar (79.140); tambi¨¦n otros n¨²meros altos han obtenido el primer premio en los otros sorteos celebrados este siglo: el 78.294 en 2009, el 76.058 en 2012, el 71.198 en 2017 y el 66.513 en 2016.
- Hay n¨²meros enteros que se han repetido como el 15.640 (en 1956 y 1978) y el 20.297 (en 1903 y 2006).?Adem¨¢s, en cuatro ocasiones el Gordo ha terminado en tres cifras iguales: 25.444 en 1895, 25.888 en 1935, 35.999 en 1880 y 55.666 en 1949.
- La varita m¨¢gica de la suerte ha tocado casi por igual a n¨²meros pares e impares, aunque con un ligero predominio de los primeros (105 frente a 93).
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