Seis mujeres tras la huella gitana del Raval
'Conociendo el pasado para construir nuestro futuro' es un proyecto sobre la historia de esa comunidad que recupera fotograf¨ªas, canciones y entrevistas orales
En las medianeras del n¨²mero 57 y 6 de la calle de la Cera, en las entra?as del Raval, se erigen unos murales de 12 metros. En ellos est¨¢n dibujados los or¨ªgenes de la gran familia de la rumba catalana. Muchos dicen que esta v¨ªa barcelonesa es una de las cunas del g¨¦nero musical y el coraz¨®n de los gitanos catalanes. ¡°En este barrio ha nacido la rumba y muchos cantaores, bailaores y palmeros¡±, afirma Sinai Batista, gitana y vecina orgullosa del Raval. Junto con cinco compa?eras m¨¢s, es una de las almas del proyecto Conociendo el pasado para construir nuestro futuro, en marcha desde hace poco menos de un a?o. La memoria gitana ha ido pasando de generaci¨®n en generaci¨®n mediante el boca a boca, y ahora se quiere materializar con la recuperaci¨®n de fotograf¨ªas, canciones y entrevistas orales a personas mayores del colectivo.
¡°En un inicio estaba pensado para motivar a los m¨¢s j¨®venes¡±, apunta Sam Garc¨ªa, ide¨®logo del proyecto y presidente de la Asociaci¨®n Carabuts¨ª, que agrupa a la comunidad gitana de la calle de la Cera. Pero finalmente fueron ellas las que tomaron las riendas. ¡°Para romper con los estereotipos de la cultura gitana es necesario terminar con la imagen de la mujer gitana como figura pasiva, y ellas lo est¨¢n logrando¡±, a?ade C¨¦sar Mart¨ªnez, de la entidad Inter-Acci¨®, el otro motor de la iniciativa. ¡®Ellas¡¯ son Sinai y Naiara Batista, Naomi Amaya, Miriam Vidal-Ribas, Carmen L¨®pez y Talita Gabarre, la nieta de Ramonet, el famoso autor del ?Marcha, Marcha!.
En un futuro pretenden replicar la iniciativa en otras zonas de Catalunya para crear un gran banco de memoria colectiva sobre los gitanos catalanes. La informaci¨®n se podr¨¢ consultar en una p¨¢gina web y en un museo urbano, un espacio cultural en el mismo Raval creado por la comunidad gitana y dedicado a su identidad. Pero tambi¨¦n quieren convertir la investigaci¨®n en una salida laboral para sus dinamizadoras, quienes se convertir¨¢n en gu¨ªas tur¨ªsticas con el proyecto Rumbo a la Rumba: pasado y presente de los gitanos y gitanas catalanes. La idea es crear unas rutas que incorporen c¨®digos QR, donde los visitantes sigan el rastro de la comunidad gitana del Raval y descubran los sitios en que la rumba catalana creci¨®, como la sala Apolo o el Studio 54, la actual sala Barts. Un espect¨¢culo de sombras dar¨¢ el pistoletazo de salida a las rutas, que comenzar¨¢n en marzo o abril de este a?o, y terminar¨¢n con un concierto-taller de rumba.
Gran parte de la investigaci¨®n, que cuenta con el respaldo econ¨®mico del Ayuntamiento de Barcelona, la Obra Social de La Caixa y el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya, se realiza en los hogares de los entrevistados. Pero las asociaciones Carabuts¨ª e Inter-Acci¨® se pusieron en contacto con Santi Figuera, educador social del Casal de Barri Folch i Torres, para pedirle un espacio donde instalar los esc¨¢neres que digitalizan las im¨¢genes recuperadas y las fichas con sus datos relevantes. Para Santi el proyecto se ha convertido en una de sus ¡°mejores experiencias profesionales de los ¨²ltimos 17 a?os¡± y asegura que es la primera vez que ve crecer una iniciativa tan r¨¢pido y en tan poco tiempo. ¡°Hemos estado en cuatro casas y ya llevamos recopiladas m¨¢s de 3.000 fotograf¨ªas¡±, apunta Naomi. Cuando Santi se percat¨® de su potencialidad, relacion¨® al grupo de mujeres gitanas con el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC).
El arque¨®logo Juan Gibaja, del Instituto Mil¨¤ y Fontanals, tambi¨¦n del CSIC, es uno de los cient¨ªficos que las ha asesorado. ?l las puso en contacto con la antrop¨®loga Araceli Gonz¨¢lez y el music¨®logo Emili Ros F¨¢bregas para que lograran una base de datos con m¨¦todos cient¨ªficos. ¡°Desde hace cinco a?os hacemos divulgaci¨®n cient¨ªfica en la calle y trabajamos con aquellos colectivos ¡®olvidados¡¯ por la investigaci¨®n, como el gitano¡±, expone Juan. El arque¨®logo valora positivamente el proyecto porque aporta luz a una comunidad que ha sido hist¨®ricamente invisibilizada, pero muy presente en Catalu?a. Existen documentos que datan su llegada al territorio catal¨¢n en el siglo XV y, en el Raval, en el siglo XVIII. Aunque los censos por etnia o religi¨®n est¨¢n prohibidos, los pocos estudios actuales indican que a¨²n viven unas 500 personas de la comunidad gitana en el Raval.
Desde las asociaciones Carabuts¨ª i Inter-Acci¨® celebran que se trate de una iniciativa nacida desde abajo. ¡°Los documentos hist¨®ricos sobre la comunidad gitana siempre han sido escritos por terceros y ahora, por primera vez, los gitanos tienen la oportunidad de explicar su historia en primera persona¡±, remarca C¨¦sar Mart¨ªnez. Ellos mismos se han sorprendido con los hallazgos. ¡°Descubrimos en una entrevista que una de mis t¨ªas tuvo a una profesora gitana¡±, exclama Naiara, quien subraya el componente sentimental de la investigaci¨®n. Sinai tambi¨¦n destaca que ha aprendido sobre inform¨¢tica o a valorar la importancia del ingl¨¦s. Es por estos detalles que para ellas el proyecto toma sentido.
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