La c¨¢rcel como salida
Unos 13.000 aspirantes, la mayor¨ªa mujeres, se presentan a unas oposiciones para cubrir 831 plazas en Instituciones Penitenciarias
La falta de oportunidades laborales se ha convertido en una condena. Una c¨¢rcel silenciosa cuya ¨²nica salida, en muchas ocasiones, es opositar. El granadino Basilio Gonz¨¢lez, de 41 a?os, lo entendi¨® as¨ª hace cinco, cuando lo despidieron de su trabajo como arquitecto t¨¦cnico. En lugar de asumir la precariedad, con contratos temporales y un sueldo bajo, decidi¨® volver a estudiar. El objetivo: conseguir ser funcionario. Entre todas las opciones que exist¨ªan apost¨® por las oposiciones al cuerpo de ayudantes de Instituciones Penitenciarias. Este domingo 12.880 aspirantes de toda Espa?a, la mayor¨ªa mujeres, se han enfrentado a la primera de las tres pruebas que deben superar para obtener la plaza.
El ejercicio se ha celebrado simult¨¢neamente desde las 10.00 en ocho facultades de la Universidad Complutense de Madrid. Una marabunta se agolpaba desde primera hora, desafiando las bajas temperaturas, a las puertas de la facultad de Ciencias de la Informaci¨®n. Una leyenda urbana recorre sus largos y fr¨ªos pasillos desde que fue inaugurada a finales de los setenta. Hoy muchos de los opositores la recordaban como una premonici¨®n. Cuentan que el edificio, un enorme bloque de hormig¨®n, fue construido seg¨²n los planos de una c¨¢rcel, pero lo cierto es que solo refleja la corriente arquitect¨®nica de la ¨¦poca: el brutalismo.
Basilio no valora su estilo porque hace tiempo que desert¨® de su antiguo oficio. Ahora solo le preocupa encontrar el aula donde le corresponde hacer el examen por su apellido. ¡°El trabajo no es complicado: hay que vigilar a los presos en el patio, abrir cancelas y controlar las c¨¢maras de seguridad. Lo mejor es que comienzas cobrando 1.600 euros al mes¡±, explica, confiado en superar las 150 preguntas tipo test de las que consta la prueba. De las cuatro opciones para cada una de ellas, solo una es v¨¢lida. Las cuestiones giran en torno a la Constituci¨®n, el derecho penal y el penitenciario. El a?o pasado ya aprob¨®, pero no logr¨® superar el segundo ejercicio, de supuestos pr¨¢cticos. El ¨²ltimo obst¨¢culo son las pruebas m¨¦dicas. Se espera que los 831 nuevos funcionarios se incorporen antes de que termine el primer semestre del a?o.
Demandas sindicales
Con su llegada quedar¨¢n cubiertas buena parte de las vacantes de vigilancia interior de las prisiones, un cuerpo de 25.000 trabajadores p¨²blicos dependientes del Ministerio de Interior (solo Catalu?a tiene transferidas las competencias) que llevan meses reivindicando mejoras salariales y laborales que solucionen el ¡°deterioro del servicio¡±. Los sindicatos sostienen que son necesarios 3.500 nuevos empleados. Adem¨¢s, calculan que cada d¨ªa se producen al menos dos agresiones a funcionarios en las c¨¢rceles espa?olas. ¡°Cada vez existen m¨¢s problemas porque falta personal. Hay una media de un funcionario por cada 80 presos¡±, reconoce Miguel momentos antes de iniciar un examen que puede cambiar su vida.
La mayor¨ªa de los aspirantes se presentan motivados por las condiciones laborales. Ana, de 32 a?os, quiere mejorar su vida. Ahora trabaja en un gimnasio de Huelva en duras y largas jornadas. Reconoce que est¨¢ ¡°muy nerviosa¡±. Rub¨¦n Gonz¨¢lez, de 24, llega a la prueba con su hermano Enrique desde Pontevedra. Es la tercera vez que se presenta. Hizo un m¨®dulo superior de Administraci¨®n y Finanzas pero, como no hay trabajo, apost¨® por esta opci¨®n por su salario. Tambi¨¦n est¨¢n quienes sue?an con trabajar en una prisi¨®n. Es la vocaci¨®n de Roc¨ªo L¨®pez, una sevillana de 32 a?os. Ahora sobrevive gracias a un empleo como camarera. ¡°Estudi¨¦ Trabajo Social y Criminolog¨ªa. Estuve de pr¨¢cticas en la c¨¢rcel de Mor¨®n y parec¨ªa una interna m¨¢s en el patio. Me encanta el trabajo. Es muy gratificante¡±, insiste la mujer, consciente de que, en caso de aprobar, podr¨ªa ser destinada a una c¨¢rcel de varones en virtud a la Ley de Igualdad de 2007.
Cristina Gonz¨¢lez, de Murcia, tiene unos amigos que son vigilantes de prisiones y la han animado a presentarse. Ella estudi¨® psicopedagog¨ªa, carrera que afirma est¨¢ relacionada con la oposici¨®n. ¡°No es tan peligroso como parece. De todas formas, todos los trabajos tienen sus marrones¡±. Despu¨¦s de dos horas y cuarto de examen, los opositores comienzan a abandonar las aulas. ¡°Veo factible aprobar, aunque han puesto muchas preguntas de psicolog¨ªa¡±, certifica el sevillano Manuel. Tambi¨¦n es optimista Gabriel Gunt¨ªn. Tiene 22 a?os y a¨²n estudia Derecho en la Universidad de Vigo, pero se ha presentado porque supone ¡°una oportunidad para promocionar internamente¡±. El martes se publica la plantilla de respuestas, aunque deber¨¢n esperan unas semanas m¨¢s para saber si han superado la nota de corte y son parte de los 2.520 aspirantes que realizar¨¢n la segunda prueba a finales de febrero.
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