¡°?Por qu¨¦ tardaron seis meses en darse cuenta?¡±
Uno de los cinco contagiados de hepatitis C en el Gregorio Mara?¨®n relata su drama y los seis meses que convivi¨® con la enfermedad sin saberlo
Mar¨ªa se pasa todo el verano ¡°haciendo el bruto¡±. Siente un cansancio paralizante de origen desconocido. Un raro color oscuro ti?e su orina. Y ella, que es una mujer resuelta, firme, de ojos relampagueantes, se revuelve, toma cartas en el asunto, y combate la fatiga llenando las horas de tareas, d¨¢ndose ¡°muchas palizas¡±. ¡°Me apetec¨ªa estar tumbada todo el d¨ªa, pero pensaba que si me tumbaba me morir¨ªa¡±, recuerda. Entonces, recibe una llamada. Un representante del hospital Gregorio Mara?¨®n le comunica que puede haberse contagiado de hepatitis C tras hacerse una prueba rutinaria, un simple examen por imagen (TAC) con contraste. ¡°La vamos a curar¡±, le dicen. Y le dan cita para el d¨ªa siguiente. Mar¨ªa, que durante seis meses ha sido portadora de una enfermedad contagiosa sin saberlo, pasa la noche m¨¢s larga de su vida.
¡°Si yo hubiera sido promiscua, podr¨ªa haber contagiado a media Espa?a¡±, dice la afectada sobre una enfermedad que se transmite a trav¨¦s de la sangre o, m¨¢s raramente, relaciones sexuales. ¡°?Por qu¨¦ no se han dado cuenta en seis meses? Esa es mi pregunta. Los errores humanos pueden ocurrir, pero seis meses de error humano me parece una bestialidad¡±, prosigue durante una conversaci¨®n con EL PA?S en la que pide usar un nombre ficticio para proteger su identidad. ¡°Es indigno¡±, recalca. ¡°Me molesta que teniendo una sanidad p¨²blica tan fabulosa como la que tenemos cuatro irresponsables lo destrocen todo¡±, a?ade. Y remata: ¡°Me parece muy grave que en un pa¨ªs que se considera desarrollado, en un hospital de referencia como el Gregorio Mara?¨®n, con profesionales tan entregados a su labor, haya alguna persona que cometa una negligencia y que infecte a otras personas. Esto solo puede ocurrir en un pa¨ªs que no es limpio. Y quien no lo sea, que pague. No puede ser que lo paguemos los pacientes¡±.
El foco infeccioso se concentra en una sala del Gregorio Mara?¨®n el 11 de mayo. Mar¨ªa acude en el ¨²ltimo instante, porque le avisan de que se ha abierto un hueco en el ¨²ltimo momento. Ten¨ªa un quiste en el ri?¨®n. La prueba est¨¢ destinada a identificarlo perfectamente. Como ella, otros cuatro pacientes de los que acuden ese d¨ªa al hospital para hacerse un TAC se marchan sin saber que se han contagiado.
Nueve meses despu¨¦s, sigue sin haber explicaci¨®n oficial de lo que ocurri¨® aquel d¨ªa. El centro no respondi¨® a la petici¨®n de informaci¨®n de este diario. Y la Consejer¨ªa de Sanidad apunt¨® a que la investigaci¨®n sigue abierta. En consecuencia, la ¨²nica informaci¨®n sobre el contagio sigue siendo el comunicado que emiti¨® el hospital el 8 de noviembre.
¡°El Servicio de Medicina Preventiva del Gregorio Mara?¨®n ha detectado un total de cinco casos de pacientes, que, seg¨²n los indicios, habr¨ªan contra¨ªdo la hepatitis C en el centro, tras haberse realizado, todos ellos, un TAC con contraste en una sala en concreto y en una misma fecha, el 11 de mayo¡±, explicaba. ¡°Transcurrido el periodo de incubaci¨®n de esta enfermedad, dos pacientes (de los cinco totales) fueron diagnosticados de una infecci¨®n reciente por hepatitis C, casos que fueron notificados al sistema de vigilancia epidemiol¨®gica del hospital a finales del mes de agosto. En ese momento, el centro inicia una investigaci¨®n epidemiol¨®gica exhaustiva que incluy¨® a todos los pacientes en posible riesgo y que estableci¨® el nexo com¨²n entre ellos, y permiti¨® la detecci¨®n de tres casos adicionales cl¨ªnicamente asintom¨¢ticos¡±, a?ad¨ªa. ¡°Todos los pacientes han sido informados de los hechos, han sido adecuadamente diagnosticados y se ha iniciado tratamiento con los ¨²ltimos antivirales. Asimismo, desde el Servicio Madrile?o de Salud se les ha informado de sus derechos a gestionar una reclamaci¨®n patrimonial¡±.
Mar¨ªa cuenta que un d¨ªa la convocan a la Consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Quieren, seg¨²n explica, hablar de su indemnizaci¨®n. Cuando llega, le espera una carpeta oficial que contiene un documento que le proponen firmar. Se niega. Quiere, explica, llegar al fondo del asunto. Aclarar qu¨¦ ha ocurrido para que no le vuelva a pasar a nadie. Saber si ha fallado la asepsia cuando le fue administrado el contraste. Impulsar un cambio en los protocolos que evite que otro paciente sufra lo que ella. Y solo entonces, dice, pensar¨¢ en el dinero. ¡°Un dinero maldito¡±, que le dicen en la familia, unida en su apoyo.
Las claves de la enfermedad
La hepatitis C es una enfermedad asintom¨¢tica causada por un virus que suele derivar con el tiempo en cirrosis o c¨¢ncer de h¨ªgado. Se calcula que unos 150 millones de personas est¨¢n afectadas en el mundo. Se suele diagnosticar con los an¨¢lisis de sangre.
Entre el 1% y el 2% de los espa?oles (de 450.000 a 900.000 personas) tiene el virus de la hepatitis C, aunque no todos desarrollar¨¢n la infecci¨®n, seg¨²n el ministerio. M¨¢s de 100.000 personas se han curado en Espa?a de hepatitis C desde 2015, cuando se aprob¨® el plan para dispensar nuevos medicamentos de alta eficacia.
En 2016 hubo 446 casos de hepatits C en la Comunidad de Madrid, y en 2017 se detectaron 298, seg¨²n cifras de la Consejer¨ªa de Sanidad, que no tiene a¨²n los datos para 2018. En la lista del a?o pasado estar¨¢n los cinco contagiados en el Gregorio Mara?¨®n.
En 2017, el el seguro del Servicio Madrile?o de Salud (SERMAS) pag¨® casi cinco millones de euros para indemnizar 164 casos en los que hab¨ªa habido errores en la asistencia m¨¦dica.
35.000 euros
¡°Que vayas a un centro m¨¦dico a hacerte una prueba y salgas contagiado es impensable¡±, insiste Mar¨ªa. ¡°Pas¨¦ un verano casi sin fuerzas, y sin saberlo. Me pod¨ªa haber muerto¡±, recuerda ahora. ¡°Era un cansancio horrible. No pod¨ªa casi comer¡±, a?ade. Y subraya: ¡°Me encuentro con fuerzas. ?Qu¨¦ vas a hacer? Procuro que no me cambie nada la vida, porque eso ser¨ªa el colmo. Mientras sea persona la vida la decido yo¡±.
Tras recibir aquella llamada en la que se le avanza la sospecha de que le hayan contagiado la hepatitis C ¡ªun doctor detecta dos casos con la misma cepa del virus, y empieza a investigar¡ª, Mar¨ªa acude de nuevo al centro. A su salida, lleva dos cajas de Marivet, que permite tratar en ocho semanas a los pacientes infectados por la hepatitis C, sin cirrosis y que no han recibido tratamiento previo. El coste completo del procedimiento es de unos 6.000 euros, seg¨²n la Consejer¨ªa de Sanidad. Multiplicado por cinco afectados, 35.000 euros.
¡°Termin¨¦ de tomarme el tratamiento en enero y ahora tengo que esperar unos meses para que me vuelvan a hacer pruebas¡±, explica Mar¨ªa, entera y fuerte pese a tantas noches sin dormir pensando en los cortes que se hizo cocinando, en qui¨¦nes la curaron, y en si pudo o no contagiarles. ¡°Es posible que la enfermedad desaparezca por completo¡±, se anima. ?Ha perdido la fe en la sanidad p¨²blica? ¡°No¡±, contesta. ¡°Sigo yendo al Gregorio Mara?¨®n. Pero no puedo entrar en radiolog¨ªa. Es superior a mis fuerzas¡±.
¡°Es excepcional que haya un contagio as¨ª en un hospital¡±
La infecci¨®n a cinco pacientes en un hospital p¨²blico es un hecho muy grave, pero en absoluto frecuente. ¡°Es excepcional que haya un contagio de hepatitis C en un hospital, realmente poco probable y totalmente infrecuente¡±, explica por tel¨¦fono Santiago Moreno, jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ram¨®n y Cajal. ¡°El virus se transmite solo por v¨ªa sangu¨ªnea. Aunque no conozco los detalles, en este caso solo se me ocurre pensar en un fallo humano que rompa la prevenci¨®n de la transmisi¨®n y produzca una inoculaci¨®n accidental por pinchazo de alguien previamente infectado¡±, se?ala el doctor. En cualquier caso, Moreno cree que las cosas se suelen hace bien: ¡°La transmisi¨®n de cualquier tipo de pat¨®geno por v¨ªa sanguinea en los centros hospitalarios se supervisa muy cuidadosamente, tanto en la protecci¨®n de los sanitarios a partir de pacientes infectados como la protecci¨®n de los propios pacientes. Para eso est¨¢n los protocolos de seguridad y para ello trabajan los servicios de medicina preventiva y de salud laboral¡±.
El especialista en enfermedades infecciosas es optimista respecto a los infectados de hepatitis C, ya que su situaci¨®n ha dado ¡°un cambio extraordinario¡± gracias ¡°a la aparici¨®n de tratamientos antivirales que han sido tremendamente eficaces, que curan practicamente a la totalidad de las personas que lo toman¡±. Estos nuevos tratamientos est¨¢n consiguiendo solucionar esta patolog¨ªa ¡°tanto en estadios iniciales como en fase de cirrosis, y al mismo tiempo traen consigo dos consecuencias: en primer lugar, disminuyen todas las complicaciones asociadas a la hepatitis C, como los ingresos hospitalarios por descompensaci¨®n, la muerte por hepatopat¨ªa cr¨®nica, la necesidad de trasplantes hep¨¢ticos¡ Y en segundo lugar¡± ¡ªcontin¨²a Moreno¡ª ¡°al curar a una persona de hepatitis C, esa persona ya no transmite la infecci¨®n, con lo cual el riesgo de infecci¨®n ha disminuido tambi¨¦n much¨ªsimo¡±.
En este sentido, el doctor se?ala que el n¨²mero de infectados ¡°ha bajado much¨ªsimo en los ¨²ltimos a?os¡±, y en la actualidad son poco m¨¢s de 60.000 personas en Espa?a (un 0,35% de la poblaci¨®n). Se espera que se pueda eliminar por completo el virus en el a?o 2030. ?Qu¨¦ hacer mientras tanto? ¡°Lo ¨²nico que se puede hacer es que los sanitarios extremen la protecci¨®n. Los protocolos actuales tienen m¨¢s que contemplado la manera de evitar la transmisi¨®n de enfermedades.
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