Un enga?o a mafias marroqu¨ªes fue el detonante del ¨²ltimo ajuste de cuentas entre narcos
La ausencia del testigo de cargo obliga a suspender el juicio aunque el delito de secuestro no prescribe
El segundo intento de juzgar a cuatro supuestos c¨®mplices del secuestro y posible asesinato de dos narcotraficantes en 2010, Jos¨¦ Antonio Pouso, Pelopincho, y Bernardo Amil Villaverde, ha fracasado este jueves en la Audiencia de Pontevedra. La incomparecencia de la testigo de cargo de la fiscal¨ªa, que en la actualidad reside en Bolivia, ha sido, por segunda vez, motivo para suspender el juicio, lo cual complica todav¨ªa m¨¢s la resoluci¨®n del caso.
La testigo clave es una mujer brasile?a, pareja de Bernardo Amil, que hab¨ªa denunciado a la Guardia Civil su desaparici¨®n el 19 de noviembre de 2010, dos d¨ªas despu¨¦s de que los cuatro procesados en esta causa fueron a buscarle a su casa de Pontevedra a la que no regres¨®, hace casi nueve a?os. En esta encerrona participaron presuntamente Manuel Sineiro, Machuco, Jos¨¦ Manuel Fabeiro, Fernando Su¨¢rez Su¨¢rez, alias Pirata, y Juan Jos¨¦ Ch¨¢vez Gonz¨¢lez, que afrontan una condena de 10 a?os de prisi¨®n.
Por aquellos d¨ªas, otra mujer brasile?a tambi¨¦n denunci¨® la desaparici¨®n de otro famoso narcotraficante, Jos¨¦ Antonio Pouso Rivas, Pelopincho, contra el que se hab¨ªa dictado orden de busca y captura al no comparecer como principal acusado en un macrojuicio por blanqueo. Su pareja, con la que viv¨ªa en Padr¨®n (A Coru?a), dijo que se march¨® con lo puesto y nunca regres¨®, dej¨¢ndola sola con tres hijos menores.
La investigaci¨®n baraja como ¨²nico m¨®vil de presunto secuestro y asesinato de Pouso y Amil el transporte, unos d¨ªas antes, de un cargamento de 4.000 kilos de hach¨ªs que ambos organizaron y que aparentemente se fue a pique al encallar el barco Garbi III. Pero en realidad los narcos gallegos enga?aron a los proveedores marroqu¨ªes y estos descubrieron que la droga no hab¨ªa acabado en el fondo del mar frente a las costas de Portugal, sino en tierra, seg¨²n desvel¨® el fiscal jefe de la Audiencia de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, encargado del caso.
Aladro considera fundamental que la mujer declare en el juicio y ha recordado que el delito de detenci¨®n ilegal que se les imputa a los acusados no prescribe. Aunque el juicio se celebra por la desaparici¨®n de Amil gracias a las pruebas obtenidas por la polic¨ªa, el fiscal ha confirmado que en ambos casos el m¨®vil es coincidente y cree que el posible escarmiento de los due?os de la droga tuvo lugar entre el 20 y el 21 de noviembre de 2010.
Las defensas han incidido en que ¡°no puede estar pesando la espada de Damocles indefinidamente sobre los acusados¡± y han solicitado que se celebre el juicio con las pruebas que hay o que se dicte una sentencia absolutoria. La abogada de Javier Su¨¢rez, Piedad Jara, ha comentado en relaci¨®n a la incomparecencia de la testigo que ¡°parece voluntaria porque no tendr¨¢ mucho inter¨¦s en conocer el paradero de su marido¡±.
El tribunal admiti¨® la petici¨®n del fiscal y acord¨® el archivo provisional de la causa a la espera de enviar otra comisi¨®n rogatoria para localizar a la testigo en Bolivia, para que al menos pueda declarar a trav¨¦s de videoconferencia. En el supuesto de que la mujer no fuese localizada en un tiempo prudencial, Aladro ha anunciado que el juicio se celebrar¨ªa sin este testigo de cargo fundamental pero con otras pruebas como intervenciones telef¨®nicas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.