Familias ricas de Pek¨ªn compran pisos en Madrid
Una empresa hispanochina trae clientes desde China para que compren viviendas por m¨¢s de 500.000 euros y obtener un visado en Espa?a
El resplandor gris azulado de los televisores palpita en algunas casas de este barrio obrero de Madrid. Una furgoneta Mercedes de cristales tintados se detiene frente a un edificio de ladrillo de tres plantas. El conductor, trajeado, abre la puerta corredera y del veh¨ªculo desciende una familia china que mira extra?ada a su alrededor, como si de repente hubiese desembarcado en Marte.
¡ª?Ya hemos llegado?¡ª, pregunta el padre.
Los Han aterrizaron el s¨¢bado por la ma?ana en la capital en un vuelo procedente de Pek¨ªn. Los dos primeros d¨ªas visitaron la ciudad ¡ªPlaza Mayor, La Almudena, Sol¡ª y desde el lunes dedican las jornadas completas a examinar pisos para comprar. Si les gusta uno pueden pasarse una hora dando vueltas por la vivienda, escrutando cada rinc¨®n; en caso de que no, no tardan m¨¢s de dos minutos de salir pitando por la puerta.
Ya han conocido los lugares m¨¢s exclusivos de la ciudad, como la zona del Retiro, pero este martes lo han dedicado a ver apartamentos en barrios perif¨¦ricos para comprar tres o cuatro de una tacada si fuera necesario, tantos como hagan falta para llegar a los 500.000 euros que se necesitan para obtener la golden visa, un permiso de residencia que otorga el Gobierno.
El comercial de la agencia que les hace de gu¨ªa sostiene la puerta del modesto vest¨ªbulo hasta que el ¨²ltimo miembro de la familia ha entrado al edificio. No tiene ascensor, hay que subir a pie. Al comercial le cuesta horrores abrir la puerta del Segundo A. Cuando lo logra, abre una ventana a la d¨¦cada de los ochenta. El sal¨®n, ba?ado de luz, est¨¢ presidido por una vieja l¨¢mpara de tulipas. El apartamento cuenta con dos habitaciones pero una detr¨¢s de otra, como vagones de tren. Al ver esto, el padre, un hombre de negocios de unos 50 a?os que ha hecho dinero vendiendo aditivos para la gasolina, arruga el morro. La visita ha quedado sentenciada en menos de cinco minutos.
Detr¨¢s de las inversiones en inmuebles de empresarios, actores o deportistas procedentes de China se encuentra Bafre, una inmobiliaria presidida por Long Fang Hu, un espa?ol de padres chinos de 28 a?os.? A los 20, cuando el resto de chicos de su edad pensaba en cigarrillos y discotecas, Long hab¨ªa fundado una empresa y ten¨ªa dos hijos. Descubri¨® su pa¨ªs de origen al irse de intercambio a la universidad de Renmin, en Pek¨ªn: ¡°Me vino bien porque era m¨¢s espa?ol que chino y all¨ª me achine un poco¡±.
Long ¡ªcamisa blanca, pantalones chinos, peinado con esmero¡ª cuenta su historia en la oficina de su empresa en Usera, el distrito en el que se encuentra el Chinatown madrile?o. Empez¨® de comercial inmobiliario, busc¨¢ndole pisos a chinos residentes que no hablaban ni una palabra de espa?ol. Se encargaba de negociar precios, traducir, pedir una hipoteca en el banco. Se jactaba de tener un perfil de cliente con 0% de morosidad.
Con la ley de emprendedores que aprob¨® el Gobierno del presidente Mariano Rajoy en 2013 para atraer las grandes fortunas extranjeras al excesivo parque de vivienda espa?ol encontr¨® una ventana de oportunidad. Trat¨® con algunos compatriotas que quer¨ªan invertir en Espa?a pero no fue hasta 2016, cuando se flexibiliz¨® esa misma ley, que empez¨® a trabajar en serio con clientes que atra¨ªa a sus oficinas de Pek¨ªn.
¡°Espa?a necesitaba mejor promoci¨®n en el extranjero. En China compet¨ªas con otros que quer¨ªan llevar esas fortunas a Londres, Par¨ªs, Toronto, ciudades de pa¨ªses mucho mejor vendidos. Me esforc¨¦ mucho en decirles que Espa?a era un pa¨ªs estable dentro de la UE, con una historia muy grande. All¨ª no saben que fue un imperio¡±, reflexiona Long. Sus comerciales ¡ªespa?oles y chinos¡ª muestran a los clientes un folleto informativo que explica desde la conquista de Am¨¦rica al gol de Iniesta en el Mundial de Sud¨¢frica en 2010.
La mayor¨ªa de los clientes chinos compran las casas como inversi¨®n, seg¨²n esta empresa que triplic¨® su facturaci¨®n de 2016 a 2017 ¡ªde 324.000 a 1,1 millones, seg¨²n el registro de la propiedad¡ª, duplic¨® su n¨²mero de empleados, aunque todav¨ªa presentaba p¨¦rdidas de casi 100.000 euros. Esos inversores alquilan el piso hasta que, pasado un tiempo en el que supuestamente se revaloriza, lo vuelven a sacar a la venta. En caso de que desinviertan el medio mill¨®n de euros pierden los beneficios de la visa.
La concesi¨®n de las golden visa no han dejado de crecer en Espa?a desde hace seis a?os. En 2018 se solicitaron 16.029 y se concedieron 12.634, de acuerdo a la informaci¨®n facilitada por el Observatorio Permanente de la Inmigraci¨®n. Muchos compran tambi¨¦n, explica Long, porque tienen un alto concepto de la educaci¨®n en Espa?a. ¡°Los chinos piden pisos de dos o tres habitaciones cerca de buenos colegios o universidades. Les interesa mucho eso¡±.
Como los Han ¡ªnombre gen¨¦rico para no identificar al cliente real que visit¨® Madrid esta semana¡ª, que una de las ma?anas la dedicaron a conocer el Instituto de Dise?o y Moda (IED). Es el lugar donde planea estudiar la hija adolescente de la familia, a punto de terminar los estudios de secundaria.
Los potenciales inversores preparan su viaje con tres meses de antelaci¨®n. Reciben de primeras un dosier de los pisos que puede comprar y v¨ªdeos 360? para que se hagan una idea de los espacios. ¡°Hay que sentir, no es solo un producto que se toca, es algo m¨¢s¡±, es uno de los lemas de Bafre, que tiene siete oficinas en Madrid, una en Pek¨ªn y colaboraciones en Shangai.
El viaje final suele durar una semana. Hay cosas que al visitante le cuesta asimilar, como el arraigo al patrimonio de los espa?oles. Los compradores en China, por ejemplo, tienen un derecho a la propiedad que dura 70 a?os, tras lo cual el suelo vuelve a ser propiedad del Estado. Eso produce que el skyline cambie radicalmente cada dos d¨¦cadas. Un edificio se tira y se vuelve a levantar sin una arruga en el coraz¨®n.
¡°Por eso cuando los de Wanda compraron el edificio Espa?a perdieron tiempo y, por tanto, dinero. Fue un problema cultural, no deb¨ªan imaginar que esa fachada no pod¨ªa derribarse. Si hubieran comprado con nosotros esto nunca les habr¨ªa pasado¡±, cree Long.
A los chinos les sorprende la hospitalidad espa?ola. Los Han alucinaban cuando alguien por la calle se ofrec¨ªa a acompa?arlos hasta el lugar que no lograban encontrar. La idea de la familia era visitar Madrid y Barcelona. Despu¨¦s har¨ªan una comparativa. Pero les gust¨® un piso en una urbanizaci¨®n de la zona de Pac¨ªfico, junto al parque Tierno Galv¨¢n: dos dormitorios, dos ba?os y una amplia terraza. La decisi¨®n lleg¨® tras visitar cuatro pisos el lunes y siete el martes a velocidad de la luz. La furgoneta de cristales tintados los condujo por todo Madrid.
El mi¨¦rcoles volvieron a visitar el piso de Pac¨ªfico y comenzaron a negociar el precio. Fue discutir una cantidad adecuada con un temporizador sobre sus cabezas: el avi¨®n les estaba esperando para volver a Pek¨ªn.
¡°El capital de fuera pasa por controles exhaustivos¡±
El servicio de las inmobiliarias dedicadas al negocio de la golden visa incluye la asesor¨ªa legal de un abogado. Jos¨¦ Ignacio Paniagua, experto en la ley de emprendedores, se encarga de realizar todo el tr¨¢mite con los clientes chinos, mercado en el que se ha especializado. A¨²n despu¨¦s de a?os trabajando con clientes de esa nacionalidad le sorprende las reverencias que hacen algunos, a las que dif¨ªcilmente sabe responder.
Lo primero que hace Paniagua es formalizar un contrato de servicios con su despacho, Legal UNO, que tiene oficinas en Barcelona, M¨¢laga y Madrid. Lo siguiente es acudir a una notar¨ªa, donde el cliente hace un poder a nombre de los abogados para poder realizar tr¨¢mites bancarios, inmobiliarios y para la obtenci¨®n del permiso de residencia. ¡°Despu¨¦s toca abrir una cuenta en el banco, donde el cliente tiene que estar presente. En ese tr¨¢mite no puede sustituirle nadie. En un primer momento la cuenta no est¨¢ operativa, est¨¢ en suspenso hasta que pasa los controles exhaustivos antiblanqueo de capitales. Una vez que salva esa inspecci¨®n ya se puede enviar desde China. All¨ª tambi¨¦n hacen sus averiguaciones, claro¡±, explica Paniagua.
Incluso cuando llega el dinero, ampl¨ªa el abogado, se estudia la trazabilidad del dinero, de d¨®nde viene y a d¨®nde va. El cliente chino, sin embargo, antes ya ha hecho un primer desembolso en forma de se?al. Una vez comprada la propiedad es cuando comienza el tr¨¢mite para obtener este visado especial. Los solicitantes necesitan un seguro de salud, datos sobre su patrimonio, y un certificado de antecedentes penales de los ¨²ltimos cinco a?os.
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