El alcalde de Valdemaqueda tarda siete meses en empadronar a una ni?a adoptada

Carmen ?vila y Francisco Jos¨¦ Calero pensaron que el calvario de Irat acabar¨ªa al llegar a Valdemaqueda. El matrimonio hab¨ªa adoptado meses atr¨¢s a la ni?a, de nueve a?os, en India. Sin embargo, les faltaba superar un ¨²ltimo obst¨¢culo. Lo han conseguido este lunes, cuando el Ayuntamiento ha empadronado a la peque?a, requisito indispensable para su escolarizaci¨®n y asistencia sanitaria. El tr¨¢mite se ha demorado casi siete meses porque el alcalde, ?lvaro Santamar¨ªa (PP), sosten¨ªa que la documentaci¨®n aportada no era suficiente, a pesar de que la Comunidad de Madrid y el Defensor del Pueblo le hab¨ªan instado a culminarlo.

Todo era felicidad aquel 29 de septiembre, cuando la peque?a se instal¨® en su nuevo hogar, en este peque?o municipio de 820 habitantes enclavado en la Sierra Oeste madrile?a. ?vila, de 45 a?os, y su marido hab¨ªan cumplido por fin el sue?o de ser padres, una aventura que iniciaron en 2010. Le asignaron a la peque?a cinco a?os m¨¢s tarde. La adopci¨®n iba a suponer el inicio de una nueva vida para alguien que solo conoc¨ªa las fr¨ªas paredes de un orfanato en Jalandhar, una ciudad del Estado indio de Punyab. Sin embargo, la pareja no esperaba encontrarse tantas trabas para normalizar la situaci¨®n de su hija.

El matrimonio acudi¨® en octubre al Consistorio con el pasaporte indio de la ni?a. En el documento no aparec¨ªan sus nuevos apellidos, pero constaba que ?vila y Calero son los padres. Tampoco est¨¢ registrado su lugar de nacimiento porque fue abandonada a las puertas del orfanato a las pocas horas de nacer. En el Ayuntamiento consideraron que el certificado no pod¨ªa acreditar que la peque?a era hija del matrimonio, as¨ª que le solicitaron el documento del juzgado indio que acredita la adopci¨®n. Al presentarlo, la respuesta volvi¨® a ser negativa. ¡°El alcalde dijo que no daba validez a sentencias de tribunales extranjeros, que ¨¦l se rige por los espa?oles. Quiz¨¢s es porque no entiende la documentaci¨®n, que est¨¢ en ingl¨¦s¡±, se queja ?vila.

Defensor del Pueblo

¡°Nunca me he negado a empadronarla, pero hasta ahora no exist¨ªan pruebas suficientes para demostrar la identidad de la ni?a. Hay que conocer c¨®mo funcionan las adopciones internacionales, c¨®mo se gestiona el padr¨®n municipal y qu¨¦ datos son obligatorios¡±, afirma el regidor. El expediente de empadronamiento caducaba este lunes, pero el viernes el matrimonio entreg¨® el libro de familia, lo que ha desbloqueado la situaci¨®n. Santamar¨ªa se queja de que la pareja hab¨ªa realizado esta diligencia hace un mes y que si han retrasado su entrega ha sido por ¡°mala intenci¨®n¡±. ?vila lo niega: ¡°Lo ten¨ªamos desde finales de marzo. Hicimos el tr¨¢mite por v¨ªa telem¨¢tica el viernes porque no hemos podido ausentarnos del trabajo¡±.

La mujer insiste: ¡°El alcalde nunca se ha negado abiertamente a empadronarla, pero ha ido agotando plazos con nuevos requerimientos¡±. Irat est¨¢ escolarizada en un centro biling¨¹e concertado de Robledo de Chavela, ya que cuando lleg¨® solo hablaba ingl¨¦s. Ahora tambi¨¦n lo hace en espa?ol con fluidez. Tiene garantizada la asistencia sanitaria tras la aprobaci¨®n en septiembre de un real decreto que recuper¨® la Sanidad universal y porque el Gobierno regional se comprometi¨® con la madre adoptiva. La Comunidad ya consider¨® que la documentaci¨®n era suficiente para empadronarla. As¨ª lo requiri¨® tambi¨¦n el Defensor del Pueblo, pero el alcalde siempre defendi¨® que se trataba de una competencia municipal.

La pareja afectada, que vive en Valdemaqueda desde hace 13 a?os, no ha enterrado el hacha de guerra a pesar de la firma del decreto que regulariza la situaci¨®n de su hija. Acusa al regidor de actuar por motivos pol¨ªticos, ya que ?vila es militante del PSOE, la oposici¨®n de Santamar¨ªa. En las elecciones municipales del 26 de mayo la mujer ir¨¢ de n¨²mero cuatro en la candidatura. El alcalde se defiende: ¡°Llevo 12 a?os en el cargo y he empadronado gente de todos sitios. Nunca he pedido la filiaci¨®n. Es un problema administrativo, no una cuesti¨®n pol¨ªtica¡±.