Compa?eros de piso para complementar la pensi¨®n
Compartir vivienda en Madrid ya no es solo cosa de j¨®venes, como indican los ¡®big data¡¯ de la aplicaci¨®n Badi. Un 7,5% de los usuarios que ofertan vivienda tiene entre 51 y 65 a?os
A sus 71 a?os, Visitaci¨®n Gracia, Visi, se acaba de estrenar compartiendo piso con desconocidos. Vive desde hace un par de meses en su apartamento del barrio madrile?o de Prosperidad con dos venezolanos j¨®venes a los que conoci¨® en Badi, una aplicaci¨®n de tel¨¦fono que funciona como un ¡°Tinder de los compa?eros de piso¡±.
Visi cuenta que lo hace por necesidad. Tiene una buena pensi¨®n pero le pasa dinero a uno de sus hijos. ¡°?Qu¨¦ jubilado no tiene un familiar al que ayudar?¡±, dice Visi, que ve lo de compartir piso como un signo de los tiempos que corren.
La popularidad de Badi entre los mayores ha tomado por sorpresa a los creadores de la aplicaci¨®n. Cuando fue lanzada en 2015 ten¨ªan en mente el mercado millennial de j¨®venes estudiantes o con bajos salarios. Ese es el p¨²blico que se muestra en sus anuncios del metro o los autobuses de Madrid o Barcelona, pero en su ¨²ltima campa?a publicitaria ya aparecen personas de todas las edades. ¡°Algunos dicen que no tienen edad para esto y otros siguen siempre actualizados¡±, dice el ¨²ltimo anuncio televisivo de la compa?¨ªa. Una se?ora madura saca la lengua para un selfi junto a otro chico m¨¢s joven en las im¨¢genes del spot.
A diferencia de otras p¨¢ginas para compartir piso, Badi conoce la edad de los usuarios porque la introducen al registrarse. Por ello esta app con m¨¢s de 1,5 millones de usuarios registrados en Europa es un?term¨®metro que indica que esta forma de vida ya no es solo cosa de j¨®venes. Su big data indica que el 7,5% de su oferta en Madrid y Barcelona viene de pisos de personas entre 51 y 65 a?os.
¡°Pens¨¢bamos que el 100% del p¨²blico ser¨ªa joven pero claramente no ha sido as¨ª¡±, dice Ignasi Giralt, el director general en Espa?a de Badi. ¡°Cada vez hay m¨¢s p¨²blico mayor de 35 a?os¡±. La media de edad de los que ofertan habitaciones es de 33 a?os y la de los solicitantes, de 30. Un 21% de usuarios en Madrid y Barcelona tiene entre 35 y 45 a?os.
Alquileres por las nubes
Giralt explica que parte de la popularidad de Badi se debe a la subida de los precios del alquiler en las ciudades que hacen imposible para muchos alquilar solos o comprar una vivienda.?El alquiler medio ha subido en Madrid 319 euros en cuatro a?os pero los salarios apenas han crecido.
El responsable de Badi tambi¨¦n cree que el fen¨®meno se explica porque la vida moderna exige flexibilidad y se han roto prejuicios sobre esta alternativa. Hay un cambio de fondo que apunta Giralt que parece a¨²n m¨¢s poderosa: la poblaci¨®n urbana no deja de crecer. Hoy el 55% de la poblaci¨®n mundial vive en ciudades y en 2050 la ONU prev¨¦ que crezca al 68%. As¨ª las cosas, compartir piso ser¨ªa cada vez m¨¢s la ¨²nica opci¨®n para muchos.
A los mayores les mueven motivos econ¨®micos y la necesidad de compa?¨ªa. Visi, que ha tenido una vida c¨®moda como ejecutiva de una farmac¨¦utica, dice que sus amigas la ven como un bicho raro. En Espa?a compartir piso sigue siendo visto ¡°de necesitados¡±, explica ella. Tiene una pared del sal¨®n de casa llena de fotograf¨ªas familiares, de esquiadora en la nieve o en bodas y otras celebraciones.
Para sus compa?eros de piso venezolanos no hab¨ªa muchas alternativas a compartir vivienda. Son dos m¨¦dicos llegados a Espa?a hace nueve meses que no pueden dedicarse a lo suyo porque el proceso de homologaci¨®n de t¨ªtulos extranjeros es lento. Les llama la atenci¨®n que en Espa?a se gana poco para lo cara que est¨¢ la vida. ¡°Se te va un tercio del alquiler en el piso. Es una locura¡±, dice Liseth Quintero, de 24 a?os. Ella y su esposo Reynaldo Homen, de 25, le pagan 600 euros a Visi por una habitaci¨®n.
Ellos conocieron Badi por otros amigos de su pa¨ªs que se han instalado en Espa?a. A Visi le ayud¨® a descargar la aplicaci¨®n la chica que cuidaba de su t¨ªa, ¡°toda una experta en eso de manejar el tel¨¦fono¡±. Cuenta que le llegaron muchas solicitudes hasta que dio con Liseth y Reynaldo.
¡°Me enamor¨¦ de ellos¡±, dice ella, agradecida con la app que comparan con Tinder, la famosa app de citas. El nombre de Badi procede de la palabra?buddy, amigo en ingl¨¦s.
"Vivir dignamente"
En Madrid, donde residen 1,2 millones de mayores de 65 a?os (un 18% de la poblaci¨®n), est¨¢n surgiendo nuevas alternativas econ¨®micas para que los mayores compartan piso. Una opci¨®n nueva es el programa Hogar y Caf¨¦ de la Fundaci¨®n Pilares, destinado para mayores con recursos limitados.
El programa, financiado por la Comunidad de Madrid, surgi¨® este a?o tras un estudio de dicha fundaci¨®n, que detect¨® una dificultad de los mayores m¨¢s pobres para encontrar vivienda. En la regi¨®n, la pensi¨®n de jubilaci¨®n media era en 2017 de 1.263 euros y la de viudedad, de 737 euros, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. El precio medio de un alquiler en la regi¨®n es 1.124 euros, seg¨²n Idealista, para una vivienda de 76 metros cuadrados, el tama?o medio de las que se anuncian en ese portal.
La idea de Fundaci¨®n Pilares es que los compa?eros de piso sean de la misma generaci¨®n. Por ahora el programa est¨¢ en la fase de entrevistas y se anuncia en centros de mayores de Madrid. ¡°Compartir piso es la opci¨®n que le queda a muchos mayores que quieren seguir viviendo dignamente¡±, dice Conchi Garc¨ªa, coordinadora de la iniciativa.
La soledad es otro de los problemas identificados por la Fundaci¨®n Pilares. En el estudio previo al programa los entrevistados tambi¨¦n se quejaban de la falta de apoyo comunitario. "Antes se viv¨ªa mucho con los vecinos. Ahora a los vecinos no los conoces", se queja una madrile?a en un testimonio an¨®nimo recogido para el informe.
Varios de los interesados en ese programa son jubilados a los que les cuesta pagar un alquiler con su pensi¨®n. Es el caso de Consuelo Vicente, de 64 a?os, que reside en Malasa?a y que ¡°como a todo el mundo¡± en el c¨¦ntrico barrio de Madrid le han subido mucho el alquiler. ¡°Como las pensiones no son muy all¨¢ viene bien unir los recursos y, adem¨¢s, tienes compa?¨ªa¡±, dice esta mujer, que est¨¢ esperando que el programa le asigne unos posibles compa?eros de piso.
Para muchos compartir piso con extra?os ser¨¢ una novedad. Visi, la usuaria de Badi, lo ve como una aventura. ¡°?Qui¨¦n me lo iba a decir?¡±, dice risue?a. ¡°?La de vueltas que da la vida!¡±.
La misi¨®n imposible de alquilar ¡°barato¡±
Basta una b¨²squeda online para constatar lo complicado que es hacerse con un alquiler asequible para los salarios m¨¢s bajos. Este lunes el portal Idealista mostraba 13.595 viviendas en alquiler de al menos 40 metros cuadrados en los 21 distritos de Madrid. Solo 29 (el 0,21%) se ofertaban por menos de 600 euros.
El alquiler en la ciudad sigue al alza, aunque se ralentiza. El precio medio del metro cuadrado de vivienda en alquiler subi¨® entre abril y junio un 1,9% en Madrid, en comparaci¨®n con el mismo trimestre del a?o anterior, seg¨²n Idealista. Entre las Comunidades m¨¢s caras para alquilar se encuentran Madrid y Catalu?a, con un precio medio por metro cuadrado de 14,8 euros y de 14,3 euros, respectivamente.
En el caso de Madrid, la demanda de vivienda tambi¨¦n est¨¢ traslad¨¢ndose a otros municipios de la regi¨®n. Las empresas que miden precios de venta y alquiler han constatado subidas notables en municipios donde las rentas son elevadas como Boadilla o Majadahonda, pero tambi¨¦n en los del sur, como Getafe o Aranjuez. En la capital, distritos como Villa de Vallecas, Usera o Villaverde experimentan subidas de dos d¨ªgitos con respecto al ¨²ltimo a?o, seg¨²n las sociedades de tasaci¨®n y portales inmobiliarios.
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