Las estrategias contra el ¡®top manta¡¯ fracasan y se impone la v¨ªa policial
El ¨¢rea de Comercio de la Generalitat elabora un protocolo para afrontar la venta ambulante ilegal
El apogeo tur¨ªstico del verano conlleva la reaparici¨®n del fen¨®meno de la venta ambulante ilegal, el top manta, en los municipios de la costa catalana. Lejos de ser una moda, el paso de los a?os no disminuye las extensiones de telas repletas de art¨ªculos en los paseos mar¨ªtimos. Las estrategias para ponerle freno se han diversificado, pero con un resultado com¨²n: escaso ¨¦xito cuando no fracaso. Las quejas de vecinos y comerciantes chocan con el aliciente que suponen las presuntas gangas ¡ªsobre todo productos falsificados¡ª para los clientes. El control policial acaba imponi¨¦ndose, aunque tampoco lo resuelve.
El Vendrell celebra con car¨¢cter anual una jornada de debate sobre el fen¨®meno del top manta. Se invita a diferentes municipios afectados por este tipo de venta y se da voz a las administraciones, y cuerpos policiales y judiciales. En la edici¨®n de este a?o, en abril pasado, la directora general de Comercio de la Generalitat, Montserrat Vilalta, anunci¨® que se est¨¢ elaborando un protocolo de actuaci¨®n para hacerle frente.
Poco se ha concretado con respecto a las medidas que desarrollar¨¢ este protocolo y, simplemente, se anuncia que tomar¨¢ como patr¨®n las medidas que se aplican en ciudades que son poderosos imanes para el turismo. La Generalitat calcula que en Catalu?a hay unos 4.000 manteros trabajando y, seg¨²n la patronal de la peque?a y mediana empresa, PIMEC, solo en la ciudad de Barcelona el top manta causa un perjuicio de 65 millones de euros al a?o a los comerciantes.
C¨¢rcel por los disturbios de Salou
En agosto de 2015, una actuaci¨®n de los Mossos d'Esquadra contra la venta ambulante en Salou deriv¨® en la muerte de Mor Sylla, un inmigrante senegal¨¦s que se dedicaba al top manta?y que se precipit¨® desde un balc¨®n durante un registro policial. La muerte del mantero desencaden¨® disturbios entre la polic¨ªa y los vendedores ambulantes de Salou, compa?eros del fallecido.
Se abrieron diligencias contra 14 personas, todos inmigrantes de origen senegal¨¦s, por los que la fiscal¨ªa pide penas que oscilan entre los seis y los 15 a?os de prisi¨®n. Los enfrentamientos dejaron 36 lesionados (30 de ellos Mossos), y cortaron el tr¨¢fico de trenes durante todo un d¨ªa.
El comisario jefe de los Mossos d¡¯Esquadra, Eduard Sallent, aseguraba recientemente en una entrevista en RAC1 que los vendedores ambulantes ¡°no son delincuentes¡± pero afirmaba que s¨ª es menester ¡°echarlos del espacio p¨²blico¡±. Seg¨²n Sallent, los vendedores son solo la punta de un iceberg que esconde a ¡°mafias organizadas¡±.
La persecuci¨®n policial es la f¨®rmula m¨¢s usada por los municipios donde prolifera la venta ambulante. El Vendrell organiza el foro porque ha sufrido los efectos de este fen¨®meno en sus playas de Coma-ruga. La contrataci¨®n de vigilantes privados para dar apoyo a la polic¨ªa local y reforzar los patrullajes en la playa y en el paseo mar¨ªtimo han dado frutos. El consistorio asegura que, de un tiempo a esta parte, la presencia de manteros se ha reducido de manera notable. En ocho a?os se ha pasado de unos 300 vendedores a menos de un centenar. Liberados de las carreras al gato y al rat¨®n por la playa, los polic¨ªas locales supervisan los accesos al municipio por carretera y tren, en la estaci¨®n de Sant Vicen? de Calders, y ejercen un efecto disuasorio.
Otros municipios tambi¨¦n emplean vigilancia privada. Es el caso de Roses, que el verano pasado gast¨® 38.200 euros en la contrataci¨®n de guardias de seguridad para el paseo mar¨ªtimo, una franja donde se hab¨ªan llegado a concentrar 400 manteros. La poblaci¨®n esgrime que todo despliegue es poco e impide, durante julio y agosto, que los 44 agentes de la polic¨ªa local que tiene en plantilla se puedan tomar vacaciones.
Tambi¨¦n Sitges ha apostado por la vigilancia privada, una medida represiva que completa con una diagnosis socioecon¨®mica del perfil de las personas vendedoras. Seg¨²n el estudio realizado, los manteros que operan en Sitges son mayoritariamente originarios de Senegal, de entre 18 y 28 a?os, y ¨²nicamente un 6% son mujeres. El 56% aseguran vivir en Vilanova i la Geltr¨² y solo el 17% en Sitges. La gran mayor¨ªa, un 77%, asegura que dejar¨ªa la actividad si tuviera posibilidades de regularizarse o tuviera acceso a un contrato de trabajo.
En Cambrils, la Uni¨® de Botiguers tambi¨¦n ha propuesto al consistorio contratar a vigilantes privados para evitar la presencia de los manteros. En Calafell se opt¨®, tiempo atr¨¢s, por intentar llegar a un acuerdo con los vendedores para consensuar una zona franca donde exponer las mantas, pero gener¨® pol¨¦mica y se descart¨®. El Ayuntamiento apunta que ¡°el control policial, junto con la intervenci¨®n de servicios sociales¡± marcan la hoja de ruta.
Planes de empleo en Barcelona
En Barcelona la gesti¨®n del top manta es motivo de cr¨ªtica a la alcaldesa Ada Colau por parte de la oposici¨®n y los restauradores y comerciantes, que la acusan de pasividad. Colau siempre ha defendido que la venta ambulante ilegal es un fen¨®meno global, que compete a todas las administraciones, y que no solo puede tener un abordaje policial porque la realidad de los vendedores tiene que ver con su situaci¨®n de irregularidad y con el comercio de productos falsificados a trav¨¦s del puerto.
El ejecutivo impuls¨® una cooperativa y planes de empleo para 100 vendedores, pero el top manta se extiende cuando se rebaja la presi¨®n policial. Los manteros fueron expulsados del puerto antes de las elecciones, pero vuelven a ocupar la zona dos meses despu¨¦s.
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