Un peaje improvisado de 50.000 euros para entrar a vivir
Cuatro familias compraron viviendas a¨²n por construir en 2016. La promotora les ha exigido m¨¢s dinero y, tras negarse, ha rescindido sus contratos
En el barrio de los Tempranales, en San Sebasti¨¢n de los Reyes, el hormig¨®n surca el cielo gracias al trabajo de las gr¨²as. Desde hace una d¨¦cada, sus calles son el destino de un sinf¨ªn de viviendas de obra nueva. Javier y Mar¨ªa Jos¨¦, una pareja, firmaron para reservar la suya hace m¨¢s de tres a?os. Cuando vieron que el adosado iba tomando forma, dejaron su casa y se mudaron al piso de un familiar. La promotora con la que hab¨ªan firmado, Residencial Tempranales Grupo Pradena SL, promet¨ªa darles las llaves pronto. Hasta que, en abril de este a?o, lleg¨® la sorpresa. Los promotores les ped¨ªan 50.000 euros m¨¢s, adem¨¢s de los 430.000 euros en los que unos y otros hab¨ªan acordado por escrito el precio de la vivienda.
Como ellos, otras tres familias han visto alejarse el que, desde abril de 2016, era su sue?o: un adosado de cuatro dormitorios, tres cuartos de ba?o, cocina, sal¨®n y garaje. Para algunos, ser¨ªa el lugar en el que nacer¨ªa su hija. Para otros, la casa en la que cuidar de unos padres y suegros mayores. Los cuatro grupos de afectados decidieron agruparse ante los indicios de que algo no marchaba bien: las obras se aplazaban y la entrega de las llaves, que tendr¨ªa que haber ocurrido en junio de 2018, tambi¨¦n. Desde entonces, act¨²an juntos. Y en grupo decidieron no pagar ese peaje de decenas de miles de euros. En consecuencia, en mayo de este a?o, la firma rescind¨ªa los contratos de venta. Y una de las compradoras, Isabel, muestra la ¨²ltima notificaci¨®n de la justicia: la demanda civil que las familias han puesto est¨¢ por fin asignada a un juzgado.
Cada una de las cuatro parejas ha ido entregando a la promotora cerca de 100.000 euros ¡ªen concepto de se?al y otras cuotas, hasta alcanzar lo equivalente a la entrada de una hipoteca¡ª, y as¨ª lo certifican los extractos de los bancos. Pero estas no quieren el dinero, sino las viviendas. Junto a las casas no hay maquinaria de obra ni se amontona el material de construcci¨®n. Los acabados de la fachada parecen apuntalados. Resueltos figuran tambi¨¦n los interiores, de los que dan cuenta algunas fotograf¨ªas que Isabel guarda en su tel¨¦fono m¨®vil. ¡°?Adosados para entrar a vivir y vac¨ªos!¡±, clama. Y agrega un cierto miedo a que en ellos se cuelen okupas.
A la hora de rescindir el contrato, la promotora apela al principio rebus sic stantibus, seg¨²n el cual la validez de un acuerdo puede languidecer si las circunstancias que lo rodean han cambiado. Seg¨²n anotan los comunicados de la empresa, los materiales de construcci¨®n y la mano de obra se han encarecido. Pero, como establece el C¨®digo Civil, es ¡°el perjudicado¡± quien ¡°podr¨¢ escoger entre exigir el cumplimiento o la resoluci¨®n de la obligaci¨®n¡±. As¨ª reza el art¨ªculo 1.124 del texto, al que se remite Juan Acitores, el abogado de los afectados. Seg¨²n el letrado, no importa que la firma trate de volver a vender los pisos. Si la justicia decreta la vigencia de los contratos, estos volver¨¢n a manos de sus due?os originales. Sobre los tribunales se pronuncia tambi¨¦n Antonio L¨®pez, portavoz en Madrid de la organizaci¨®n de consumidores CECU: ¡°Esto es intolerable. Nadie puede anular una venta solo porque el mercado haya cambiado. La justicia dar¨¢ la raz¨®n a las familias¡±.
¡°Les propusimos adelantarles parte del dinero, si lo que les faltaba era liquidez, siempre que mantuvieran el precio que hab¨ªamos firmado. Pero nos dijeron que no¡±, lamenta Isabel, y muestra otro documento. Hacienda ha realizado un embargo a la promotora, y as¨ª lo ha notificado a los compradores; la firma debe 199.466,36 euros al Estado. Muy cerca de los 200.000 euros que sumar¨ªan esos cuatro peajes, de 50.000 euros por vivienda, que la empresa hab¨ªa propuesto. Aunque esta publicaci¨®n se ha puesto en contacto con ¨¦l, no ha logrado obtener declaraciones de Alberto Garc¨ªa de Pr¨¢dena, socio del Grupo Pradena ¡ªa quien pertenece la promotora con la que firmaron sus contratos estas familias¡ª.
En el barrio de los Tempranales, cada esquina permanece adornada por la valla publicitaria de alguna promoci¨®n inmobiliaria. Seg¨²n los vecinos, lo que m¨¢s ha cambiado en el mercado no son los materiales de construcci¨®n o la mano de obra, como aduce la promotora, sino los precios de las casas en el barrio. Las ofertas de viviendas de obra nueva rondan hoy los 500.000 euros; aunque se trate de pisos, y no de adosados, como los de las cuatro parejas afectadas. Pero han pasado m¨¢s de tres a?os desde aquel 2016 en el que estas firmaron los contratos. Y cerca de un lustro desde que en Espa?a se diera por acabada la crisis inmobiliaria. Javier y Mar¨ªa Jos¨¦ a¨²n viven bajo el techo de un familiar.
En Fuenlabrada, m¨¢s
El Grupo Pradena es el mismo conglomerado que, en Fuenlabrada, est¨¢ al frente de las promociones de la Malagueta. A ¨¦l pertenece Jonathan Praena, el presidente del Club de F¨²tbol Fuenlabrada, con quien esta publicaci¨®n ha tratado de dar, sin ¨¦xito. Quien s¨ª responde al tel¨¦fono es David, casado y padre de dos hijas. Firm¨® la compra de su piso hace m¨¢s de dos a?os, y puso una se?al y empez¨® a pagar las cuotas con las que cubrir¨ªa la entrada de la vivienda. El noviembre pasado, el banco dej¨® de pasarle los pagos. Este junio, la empresa le comunic¨® que su casa nunca se construir¨ªa; ni la suya, ni la de otros 19 compradores del mismo bloque. Los afectados de San Sebasti¨¢n de los Reyes y los de Fuenlabrada hablan a diario, aunque los casos son diferentes: los primeros pueden hasta tocar los adosados, mientras que los del sur no han visto un solo ladrillo. Y David sentencia: "No quiero m¨¢s tratos con ellos. No me f¨ªo. Solo sue?o con recuperar mi dinero y empezar otra vez".
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