¡°El Retiro es un tesoro ambiental que no valoramos¡±

Laura Harguindey (Madrid, 28 a?os) tampoco sab¨ªa d¨®nde se ubicaba La Caba?a del Retiro antes de empezar a trabajar aqu¨ª hace cinco a?os. Este rec¨®ndito y peque?o espacio del parque madrile?o (cerca de la entrada de Mariano de Cavia) ¡°es un tesoro por descubrir para muchos ciudadanos¡±, dice. ¡°Cuando lo hacen, nos confiesan que jam¨¢s se hubieran imaginado que aqu¨ª existiese un proyecto as¨ª¡±, a?ade la coordinadora del equipo educativo de esta aula ambiental, que acerca la naturaleza a la capital con actividades para todos los p¨²blicos.

?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil localizarlo?

Porque faltan se?ales dentro del parque que indiquen d¨®nde estamos. A los particulares les resulta m¨¢s dif¨ªcil, pero los colegios, institutos y otro tipo de entidades socioculturales ya nos conocen. Todos los a?os programamos excursiones para que nos visiten. Normalmente, son centros del distrito, pero tambi¨¦n los hay del resto de la ciudad y de la Comunidad de Madrid.

Es una clase al aire libre.

Exacto. La Caba?a es un espacio educativo en el que organizamos actividades para dar a conocer la fauna y la flora del Retiro. Tambi¨¦n utilizamos nuestro jard¨ªn para desarrollar otras actividades relacionadas con la naturaleza.

El parque del Retiro es un tesoro para la ciudad.

Desde luego, es un tesoro ambiental, que a veces no valoramos lo suficiente. La gente se sorprende cuando descubren la variedad de especies, tanto de ¨¢rboles como de plantas y aves, que tenemos aqu¨ª, en el centro de Madrid.

?C¨®mo acab¨® usted en este proyecto?

Termin¨¦ mi posgrado en Biolog¨ªa de Conservaci¨®n hace cinco a?os. Siempre me hab¨ªa interesado la educaci¨®n ambiental, as¨ª que prob¨¦ suerte. Me dijeron que la entrevista ser¨ªa en el Retiro, aunque pens¨¦ que el puesto ser¨ªa para otro centro de educaci¨®n ambiental de la ciudad. No conoc¨ªa La Caba?a, y mira que he visitado mucho el parque durante toda mi vida.

?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le gusta de su trabajo?

Ense?ar a los m¨¢s peque?os. Esa sensaci¨®n de estar descubri¨¦ndoles nuevos conocimientos es impagable. Muchos de ellos, que vienen con el cole, convencen a sus padres para volver por la tarde porque se han quedado encantados. Otros dicen que se quieren quedar aqu¨ª a trabajar para siempre.

Aprenden divirti¨¦ndose¡­

Vienen muy receptivos y curiosos, preguntan por todo, se quedan con casi todo. Intentamos que sean actividades amenas y din¨¢micas y les organizamos yincanas por el parque. Al final, no es lo mismo que te expliquen todo esto sentado en clase que aqu¨ª, inmerso en la naturaleza.

?Los ni?os de ciudad creen que los huevos crecen en la nevera?

Creo que eso es m¨¢s un mito. Desde luego, puedes tener un conocimiento basto sobre naturaleza sin tener que vivir en el campo. Con estos ni?os ves que ese saber viene determinado por el inter¨¦s de sus padres. Claro que alguna vez escuchas comentarios como ¡°si no salen tomates en el huerto no pasa nada, vamos al supermercado y compramos m¨¢s¡±, pero es una minor¨ªa.

En La Caba?a tambi¨¦n tienen un huerto.

Un huerto ecol¨®gico con cultivos de rotaci¨®n, dependiendo de cada ¨¦poca del a?o, en el que no usamos ning¨²n producto qu¨ªmico y tenemos muy en cuenta la asociaci¨®n positiva entre plantas; no todas se pueden poner juntas. Nos sirve tambi¨¦n de aula, con este huerto ense?amos c¨®mo crear bancales y cultivar para que la gente pueda hacerlo despu¨¦s en sus casas o donde puedan.

?Y qu¨¦ hacen con la cosecha?

La Caba?a tambi¨¦n es un espacio colaborativo. Adem¨¢s de aprender, los alumnos y alumnas cuidan este huerto como si fuera suyo, as¨ª que tambi¨¦n pueden recoger y llevarse lo que se cosecha. Pero esto no es un huerto urbano donde cada uno tiene su parcela y cultiva en ella. Aqu¨ª todo es de todos.

Imagino que usted tambi¨¦n aprende en esta aula ambiental.

Y tanto. En estos a?os he aprendido que la pedagog¨ªa es un mundo y que, en un espacio como este, tienes mucha responsabilidad. Tienes que saber qu¨¦ quieres contar, c¨®mo lo haces y prestar atenci¨®n a la necesidad de los alumnos y alumnas, especialmente de los m¨¢s peque?os. Y, por supuesto, he seguido aprendiendo sobre las infinitas bondades de la naturaleza.