Realismo mexicano al otro lado de la pantalla
La 28 edici¨®n del Festival de Cine de Madrid homenajea al director espa?ol Francesc Betriu y a los cineastas mexicanos Paz Alicia Garciadiego y Arturo Ripstein
Para la guionista mexicana Paz Alicia Garciadiego lo que une a Madrid y a la Ciudad de M¨¦xico es que el esperpento que defini¨® el dramaturgo Ram¨®n Mar¨ªa del Valle-Incl¨¢n sucede en las dos urbes por igual. Las diferencia la manera de contarlo: ¡°En Espa?a el realismo es crudo y soez, y en M¨¦xico es fatalista, m¨¢s con un tono de ¡®Ya nos lleg¨® la chingada¡¯¡±. Garciadiego y su marido, el director tambi¨¦n mexicano Arturo Ripstein, t¨¢ndem cinematogr¨¢fico que ha dado lugar a decenas de largometrajes, son los homenajeados con el Premio Mirada Internacional de la vig¨¦simoctava edici¨®n del Festival de Cine de Madrid, el m¨¢s antiguo de la capital. El premio nacional es para Francesc Betriu, director que comenz¨® en la producci¨®n de cortometrajes independientes, algunos de ellos censurados por el r¨¦gimen franquista. ¡°Es un gran ejemplo para los nuevos realizadores¡±, afirma la organizaci¨®n.
Ambos, en Madrid, donde tambi¨¦n han trabajado, se sienten ¡°como en casa¡±. ¡°Cuando veo El d¨ªa de la bestia o La Comunidad [largometrajes del director ?lex de la Iglesia] siento ¡®?Ay, qu¨¦ ganas de ir para all¨¢!¡¯", cuenta Garciadiego. Esta edici¨®n del festival de cine recuerda, precisamente, a las numerosas pel¨ªculas en las que Madrid ha tenido un papel protagonista. Con el lema "Luces, c¨¢mara, Madrid" y la imagen de un oso colgado de Torrespa?a, busca poner de relieve la ciudad como plat¨® de cine en un v¨ªdeo en el que repasa escenas de Mujeres al borde de un ataque de nervios de Pedro Almod¨®var, El crack de Jos¨¦ Luis Garci o Abre los ojos, de Alejandro Amen¨¢bar. El actor y director Jes¨²s Monroy, organizador del festival, se queda con Madrid, de Basilio Mart¨ªn Patino, sobre el viaje de un cineasta alem¨¢n a la capital. Pero Madrid solo es una pata de este festival. En total se proyectar¨¢n 231 producciones de 39 nacionalidades y tem¨¢ticas diversas que se proyectan en nueve salas de la capital. El certamen recoge el testigo feminista del a?o pasado (que tuvo como lema ¡°Yo tambi¨¦n ruedo¡±). As¨ª, casi la mitad de las producciones que compiten en el festival han sido dirigidas o codirigidas por mujeres.
Monroy, si tiene que elegir entre la programaci¨®n, recomienda no perderse los largometrajes de los premiados: Profundo Carmes¨ª, La calle de la amargura, La perdici¨®n de los hombres?o El coronel no tiene quien le escriba, de Ripstein. Estos son algunos ejemplos de la filmograf¨ªa del mexicano que incluye el festival. Adem¨¢s, despu¨¦s de la pel¨ªcula, director y guionista mantendr¨¢n cuatro encuentros con el p¨²blico. Los asistentes tambi¨¦n podr¨¢n conversar con el espa?ol Betriu, de cuya filmograf¨ªa el festival ha elegido 15 largometrajes entre los que destacan R¨¦quiem por un campesino espa?ol, M¨®nica del Raval y Coraz¨®n Solitario. En la secci¨®n de competici¨®n las producciones luchar¨¢n en diez categor¨ªas: cuatro para cortometrajes (Nacional, Internacional, Shorts and Shorts y PNR, solo para socios de la organizadora Plataforma de Nuevos Realizadores), tres para largometrajes (Nacional, Internacional y PNR), secci¨®n infantil (titulada Cine Mol¨®n), secci¨®n de cine sordo y secci¨®n Femmes (exclusivamente para producciones de mujeres).
Garciadiego y Ripstein celebran esta cita como una ventana al cine independiente y emergente: ¡°Es la ¨²nica manera de llevar al p¨²blico a la diversidad¡±, coincide la pareja. No dudan a la hora de echar la culpa al p¨²blico de la hegemon¨ªa estadounidense en las salas. ¡°Vas a Sidney, a Pek¨ªn o a Buenos Aires y est¨¢n las cinco mismas pel¨ªculas gringas. El p¨²blico, si es mayor de edad para votar, tambi¨¦n deber¨ªa ser responsable en sus gustos cinematogr¨¢ficos¡±, sentencia Garciadiego. ¡°Un festival es el ¨²nico lugar donde se puede educar al p¨²blico¡±, contin¨²a Ripstein.
Los cineastas mexicanos reclaman m¨¢s intercambios cinematogr¨¢ficos como este festival, en el que el p¨²blico madrile?o puede acceder al cine del otro lado del Atl¨¢ntico. Cabe destacar, por ejemplo, el largometraje Huachicolero, del mexicano Edgar Nito (Premio al Nuevo Mejor Director del Festival de Tribeca), que plasma la realidad de los mexicanos que roban combustible en el estado de Guanajuato. ¡°Antes, los principales productores de cine en espa?ol eran M¨¦xico, Espa?a y Argentina, el intercambio era frecuente y nos conoc¨ªamos bien¡±, explica el director, ¡°pero el pa¨ªs del rifle [en referencia a Estados Unidos] te convence de cualquier cosa y parece que su oferta es la ¨²nica e invariable¡±. Su guionista y esposa coincide en el an¨¢lisis: ¡°Este a?o a M¨¦xico, lleg¨® alguna pel¨ªcula m¨¢s la gente solo conoci¨® Dolor y Gloria. Los autores que no hacemos pel¨ªculas en ingl¨¦s estamos marginados¡±.
Qu¨¦: Festival de Cine de Madrid, 231 proyecciones de pel¨ªculas y cortometrajes
D¨®nde: Cineteca Matadero, Sala Berlanga, Cine Dor¨¦, Conde Duque, Universidad Nebrija, Academia de Cine, Casa de M¨¦xico, Casa Am¨¦rica, Auditorio Marcelino Camacho.
Cu¨¢ndo: del 10 al 20 de octubre.
Entrada gratuita hasta completar aforo excepto Cine Dor¨¦ (3€)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.