Una ciudad a medio gas

Fue una ma?ana extra?a desde primera hora. Sin el traj¨ªn habitual de los colegios, con los comercios con persianas bajadas o abiertas hasta mediod¨ªa, con poco tr¨¢fico en las calles y con unos transportes urbanos m¨¢s holgados de lo habitual pese a la menor frecuencia de paso de metros y autobuses. ¡°Is it open? ¡ª?est¨¢ abierto?¡ª preguntaba una turista despistada ante la puerta de uno de los pocos comercios abiertos en el paseo de Gr¨¤cia que hab¨ªa protegido los escaparates con tablas de conglomerado. ¡°Bueno, de momento...¡±, le contestaban con cara de circunstancias cuando ya decenas personas ocupaban la Diagonal de Barcelona. Eran las once de la ma?ana y todo el centro de la ciudad se empezaba a llenar de personas que tomaban las calles.

Comenzaba a dibujarse la imagen de la ciudad durante la jornada de huelga en protesta por la sentencia del proc¨¦s. Las dos Barcelonas, la del centro, y la de los barrios. La de una avalancha de manifestantes independentistas llegados desde toda Catalu?a en cinco columnas que ¡ªpara pasmo de los turistas¡ª tomaron el paseo de Gr¨¤cia y alrededores, preparados para la manifestaci¨®n de la tarde. Y la de una actividad semejante a un s¨¢bado en el resto de la ciudad.

La intensidad del tr¨¢fico cay¨® dr¨¢sticamente ¡ªentre un 90% y un 50%, inform¨® el Ayuntamiento¡ª y hasta hab¨ªa huecos para aparcar. Menos veh¨ªculos particulares y furgonetas de reparto ¡ªlos proveedores se encargaron de entregar el g¨¦nero el jueves¡ª dejaban un panorama m¨¢s habitual de una ma?ana de un s¨¢bado y no la de un viernes, un d¨ªa que suele ser especialmente complicado para circular. Y todo ello sin el habitual frenes¨ª de ni?os y chavales por las calles, debido al seguimiento de la huelga en escuelas e institutos: de entre el 25% y el 42%, datos oficiales.

Los desplazamientos en metro cayeron un 50% en hora punta y un 37% hasta primera hora de la tarde, explic¨® Transportes Metropolitanos de Barcelona. Los autobuses sufrieron incidencias por las concentraciones, pero apenas llevaban pasaje. Buses de la red ortogonal, que cruzan la ciudad de mar a monta?a o de Bes¨°s a Llobregat, iban vac¨ªos fuera a la primera hora de la ma?ana. ¡°Me pido un d¨ªa como hoy para cada d¨ªa¡±, celebraba una conductora del H10, que recorre la calle de Mallorca de punta a punta.

Lo at¨ªpico del d¨ªa se not¨® tambi¨¦n en la actividad comercial y de bares y restaurantes: persianas cerradas, semicerradas o abiertas pero hasta las tres de la tarde. Algunos se tomaron la molestia de explicar por qu¨¦ a la clientela: ¡°Nos tomamos un d¨ªa de asuntos democr¨¢ticos¡±, alertaba la pizarra de la librer¨ªa Taifa, en Gr¨¤cia. Barcelona Comer? hizo un recuento de los 23 ejes comerciales de la ciudad a primera hora de la ma?ana y fij¨® la afectaci¨®n de la huelga en un 50% de media. Aunque con oscilaciones importantes seg¨²n los barrios. El Gremio de Restauraci¨®n no facilit¨® datos, pero bastaba con preguntar a los camareros para constatar que la actividad fue menor a la habitual un viernes.

El aspecto del eje de Sant Antoni era el de persianas cerradas mayoritariamente (el 90% seg¨²n la entidad) y la mitad de las paradas del mercado no llegaron a abrir. El seguimiento de la huelga fue del 80% en los ejes de Poblenou, Sant Andreu y Sagrada Familia. Tambi¨¦n fue alto (un 70%) en Sants-Les Corts y Creu Coberta. En Gran de Gr¨¤cia y buena parte del Eixample las persianas estaban bajadas en la mitad de los comercios. S¨ª abrieron mayoritariamente los colmados regentados por pakistan¨ªes.

En Diagonal, la parte alta del paseo de Gr¨¤cia, Rambla Catalunya as¨ª como la zona central de Gran V¨ªa y de buena parte de las calles adyacentes, muchos comercios no llegaron a abrir. Y los que lo hicieron ten¨ªan pensado cerrar a mediod¨ªa, cuando se preve¨ªa la aglomeraci¨®n de personas que asistir¨ªan a la manifestaci¨®n. Hubo tambi¨¦n situaciones curiosas: en La Rambla estaba todo cerrado salvo los quioscos; y a dos pasos, en Portal de l¡¯?ngel y Porta Ferrissa, estaba todo abierto. Aunque para ser fieles a la realidad, la huelga que no hicieron los comercios s¨ª parecieron secundarla los consumidores. No hab¨ªa un alma en las tiendas.

Entrada la tarde, y pasadas las aglomeraciones en el metro y los trenes de cercan¨ªas por el regreso de los manifestantes, las anomal¨ªas de la jornada se notaron tambi¨¦n en la actividad cultural de tarde-noche, con algunos cines y teatros cerrados. Todo eso pasaba mientras el centro registr¨® graves disturbios por quinta noche consecutiva.