Una brutal pelea de bandas de moteros con bates de b¨¦isbol en Madrid acaba en 10 meses de c¨¢rcel
La Fiscal¨ªa y las partes han llegado a un acuerdo: 38.800 euros de indemnizaci¨®n, 480 de multa y 10 meses de prisi¨®n
- ?Conocen los hechos por los que est¨¢n aqu¨ª sentados?
- S¨ª.
- ?Les leo el escrito de acusaci¨®n?
- No.
- Pues vamos a empezar¡
Los ocho moteros llegaron a la Audiencia Provincial de Madrid en vaqueros, con sudaderas y cazadoras negras, todos rapados ¡ªexcepto uno, que llevaba una cresta al estilo del futbolista del Bar?a Arturo Vidal¡ª, y se sentaron en el banquillo a escuchar a los magistrados. La Fiscal¨ªa ped¨ªa para ellos seis a?os de prisi¨®n por delitos de robo con violencia e intimidaci¨®n, pertenencia a grupo criminal y lesiones leves. Hasta este martes, que se lleg¨® a un acuerdo de 10 meses de prisi¨®n, una multa de 480 euros y un pago de 38.800 euros como indemnizaci¨®n a las v¨ªctimas. El juez, tras escuchar a las partes, se dirigi¨® al primer motero para contar la decisi¨®n final:
- Juan Escal¨¦, ?est¨¢ conforme con la pena?
- S¨ª.
- ?Son ciertos los hechos?
- S¨ª.
Todo se remonta a 2015. Hace cuatro a?os Juan era el presidente nacional del club de moteros Rebels. Estos moteros se reun¨ªan en una nave del pol¨ªgono de Alcal¨¢ de Henares (Madrid). Sin embargo, a principios de ese a?o el grupo sufri¨® una escisi¨®n. Seis miembros decidieron salirse y crear otra asociaci¨®n motera ¡ª¡°sin las connotaciones ideol¨®gicas del primero¡±¡ª con el nombre de Dragons and Gallopers. Ahora bien, como toda pe?a o club necesita una sede para reunirse, los Dragons decidieron juntarse en un local que antes hab¨ªa pertenecido a los Rebels. Esta decisi¨®n no sent¨® nada bien a la c¨²pula de los Rebels, cuyos valores son ¡°unidad¡±, ¡°fidelidad¡±, ¡°tradici¨®n¡±, ¡°familia¡± y ¡°patriotismo integrador¡±. El 23 de mayo de 2015 los Rebels se re¨²nen y firman el acta de la reuni¨®n con la siguiente frase: ¡°Los Dragons tienen que desaparecer s¨ª o s¨ª¡±.
Por si no quedaba clara su postura, tambi¨¦n decidieron enviar una nota informativa a todas las bandas moteras de Espa?a. En la misiva se les explicaba que los seis miembros de Dragons and Gallopers ¡°hab¨ªan devenido personas non gratas¡± y que se reservaban el derecho "a hacer valer cualquier tipo de acci¨®n" para restablecer su honor y dignidad.
La acci¨®n lleg¨®. Fue el 10 de julio, casi 60 d¨ªas despu¨¦s de la escisi¨®n. El grupo Rebels, formado por Juan Escal¨¦, Joan Escal¨¦, Javier Castillo, Antonio D¨ªaz, Joel Pla, Antonio Vera, Gin¨¦s Jord¨¢n, ?scar Jord¨¢n y otras siete personas no identificadas, viaj¨® desde Lleida a Alcal¨¢ de Henares para dar un ¡°escarmiento¡± a la nueva banda. El d¨ªa escogido no fue casual. Era la noche en la que los Dragons celebraban su propia fiesta. Los Rebels se presentaron en el local encapuchados, con los chalecos de cuero de la banda, anagramas de Rebels, varios bates de b¨¦isbol, barras de hierro, defensas extensibles y hasta pu?os americanos. A las 22.30 entraron por la puerta. Hab¨ªa unas 20 personas de todas las edades:
- ?Al suelo, os vamos a matar, dadnos los chalecos!
Agredieron a todos. No hubo v¨ªctimas mortales. Tambi¨¦n reventaron parte del inmobiliario y dos motos. Este martes no acudi¨® ninguno de los heridos a la Audiencia Provincial. S¨ª lo hicieron los ocho acusados. Minutos antes de que se dictara el acuerdo ¡ª38.800 de indemnizaci¨®n y 480 euros de multa para cada uno¡ª?los abogados de ambas partes sonre¨ªan y anunciaban el pacto a los curiosos que estaban esperando para entrar a la sala. ¡°Hoy no hay juicio. Los ocho moteros vendr¨¢n, pero sin los chalecos¡±.
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