Espinosa fue sancionado por una obra ilegal que le endos¨® al productor de ¡®Ocho apellidos vascos¡¯
El portavoz de Vox vendi¨® al cineasta un chal¨¦ de lujo en Madrid sin decirle que ten¨ªa pendiente una orden de demolici¨®n del s¨®tano
El portavoz de Vox en el Congreso, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, fue sancionado en firme en 2010 por hacer una obra ilegal en su casa, un proyecto de Roc¨ªo Monasterio que llev¨® a cabo sin licencia y burlando una orden de paralizaci¨®n. La justicia confirm¨® ese a?o una multa de 17.784 euros y la orden de demolici¨®n que le hab¨ªa impuesto el Ayuntamiento de Madrid en 2005. Pero Espinosa no solo no derrib¨® lo construido, sino que vendi¨® la casa con la demolici¨®n pendiente sin dec¨ªrselo a su comprador, que pag¨® 1,1 millones de euros. El nuevo propietario era uno de los productores de Ocho apellidos vascos, David Naranjo, que siete a?os despu¨¦s descubri¨® lo ocurrido y ahora debe afrontar el gasto, valorado en 22.000 euros. El cineasta, que no ha querido hacer declaraciones, recurri¨® la decisi¨®n, pero una sentencia firme del pasado mes de julio le obliga a demoler el s¨®tano, toda una nueva planta con cocina en lo que era simplemente una carbonera, y volver a dejarlo como estaba.
Este es el d¨¦cimo caso de irregularidades urban¨ªsticas que involucra a Espinosa de los Monteros y a su esposa, la l¨ªder de Vox en Madrid, Roc¨ªo Monasterio, que en las fechas de esta operaci¨®n dirig¨ªa un estudio de arquitectura a su nombre y firmaba planos cuando en realidad todav¨ªa no hab¨ªa acabado la carrera. Este peri¨®dico ha intentado recabar la versi¨®n de los dos dirigentes de Vox, pero no ha obtenido respuesta.
En esta ocasi¨®n el nombre que aparece en los expedientes municipales, a los que ha tenido acceso este peri¨®dico, es el de Espinosa, que construy¨® sin licencia, ignor¨® los requerimientos de Urbanismo, impidi¨® el acceso de los inspectores a la obra y dilat¨® el proceso hasta que un juzgado de lo contencioso administrativo de Madrid lo conden¨® a pagar una multa de 51.331,68 euros. El dirigente ultraderechista present¨® dos recursos y al final abon¨® 17.784 euros. En medio de todo ese proceso fue cuando se deshizo de la casa, un chal¨¦ de dos plantas en Fuente del Berro, una colonia hist¨®rica de Madrid con restricciones de protecci¨®n especial.
La aventura urban¨ªstica de la pareja de Vox en este barrio junto a la M-30 comenz¨® en 2005, cuando compraron la vivienda, en el n¨²mero 11 de la calle Aralar. En los siguientes cinco a?os compraron, reformaron y vendieron tres casas de la colonia. En al menos dos de ellas viv¨ªan y las ense?aron a sus compradores cuando ellos estaban dentro. Monasterio y Espinosa no solo vend¨ªan una casa, vend¨ªan su casa. Los compradores adquir¨ªan, de paso, cierto estatus. El padre de Espinosa, marqu¨¦s de Valtierra, era entonces presidente de Mercedes Benz Espa?a y, anteriormente, presidente de Iberia.
Al poco de adquirir la vivienda, en septiembre, Espinosa present¨® una solicitud de actuaci¨®n comunicada por obras de "pocer¨ªa y saneamiento". Pero en noviembre unos inspectores se presentaron en la casa y detectaron graves irregularidades. Las obras eran de mucha m¨¢s envergadura de lo comunicado al Ayuntamiento. Los funcionarios descubrieron que no exist¨ªa la licencia. En diciembre de ese a?o el departamento de disciplina urban¨ªstica orden¨® la paralizaci¨®n de las obras. Le dieron a Espinosa dos meses para que presentara una licencia que amparase unas obras de esa dimensi¨®n, pero hizo caso omiso.
Cuatro meses despu¨¦s, la inspecci¨®n volvi¨® y descubri¨® que los obreros continuaban sus labores en el s¨®tano. Regresaron 15 d¨ªas despu¨¦s para precintar la obra. Entonces les abri¨® la puerta una asistenta del hogar de nacionalidad rumana. "Se accede a su interior y se comprueba que las obras est¨¢n terminadas a falta de remate y a falta de protecci¨®n de barandillas y huecos. Y aparentemente se est¨¢ residiendo", se?ala el expediente. Los inspectores avisaron de que iban a proponer la demolici¨®n de lo construido y que abrir¨ªan un expediente sancionador por incumplimiento de la orden de paralizaci¨®n.
En mayo de 2006 se cerr¨® el expediente de solicitud de licencia de obras de conservaci¨®n por desistimiento. Esa fue una constante en el modus operandi del t¨¢ndem Monasterio y Espinosa de los Monteros. Comunicaban al Ayuntamiento una actuaci¨®n menor, con lo que se saltaban el tr¨¢mite de presentar un proyecto visado, algo que no pod¨ªa hacer todav¨ªa Monasterio al no tener el t¨ªtulo. As¨ª comenzaban una ida y vuelta con la administraci¨®n de solicitudes y recursos que dilataban en el proceso. Cuando el Ayuntamiento comunicaba el archivo de la petici¨®n ya era tarde, y las obras, como en este caso de Fuente del Berro, ya estaban acabadas.
El Ayuntamiento dio un mes de plazo para derribar esas "obras abusivas". La pareja trat¨® de legalizar una obra que en realidad ya estaba ejecutada ilegalmente. Espinosa aleg¨® que esa actuaci¨®n "no estaba prevista y tuvieron que realizarse al descubrirse su mal estado de conservaci¨®n". Incluso present¨® el proyecto t¨¦cnico en el Colegio de Arquitectos m¨¢s de dos a?os despu¨¦s de los trabajos.
Al final, la administraci¨®n le comunic¨® que la resoluci¨®n era definitiva en v¨ªa administrativa. Hab¨ªa que demoler s¨ª o s¨ª. Empez¨® entonces la ofensiva final de sanciones del Ayuntamiento y fue justo entonces cuando Espinosa decidi¨® vender la casa. En febrero de 2008 se abrieron los tr¨¢mites para una "ejecuci¨®n sustitutoria", es decir, que como el due?o no proced¨ªa a la demolici¨®n lo har¨ªa una cuadrilla de obreros acompa?ada de la polic¨ªa municipal. En julio se impuso a Espinosa una multa de 50.000 euros, que tras sus recursos ante los tribunales luego se quedar¨ªa en casi 18.000 euros. Pero dos meses despu¨¦s, en septiembre, vendi¨® la casa a David Naranjo.
El productor de cine se enter¨® de todo este l¨ªo, seg¨²n relata en el recurso que present¨® en el Ayuntamiento, casi ocho a?os despu¨¦s, en marzo de 2016, al recibir un requerimiento de demolici¨®n. En sus alegaciones explic¨®: "Desconoc¨ªa completamente que el inmueble adquirido en 2008 estaba sometido a ning¨²n expediente de demolici¨®n, sobre la base o consecuencia de unas obras supuestamente fuera de la legalidad construidas por su anterior propietario".
El productor insisti¨® en su recurso que ¨¦l compr¨® de "buena fe" y consider¨® "injusto" que cargue con la demolici¨®n sin ser el responsable. Acudi¨® a los tribunales, que tampoco le dieron la raz¨®n. Llev¨® el caso hasta el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que lo consider¨® culpable por el principio de subrogaci¨®n urban¨ªstica, es decir, que la responsabilidad no es solo sobre quien hizo la obra ilegal, Espinosa en este caso, sino tambi¨¦n sobre "los sucesivos titulares de la misma". En julio de este a?o el Ayuntamiento le comunic¨® que el s¨®tano deber¨¢ reponerse "a su estado original". Naranjo deber¨¢ pagar por unas ilegalidades de las que, seg¨²n dijo ante los tribunales, no ten¨ªa ni idea.
La exesposa del productor David Naranjo contin¨²a viviendo en la casa que compraron al matrimonio de Vox. ¡°Hicieron una obra est¨¦tica ¡ªexplica la mujer¡ª pero todo se ha roto porque en realidad estaba mal hecho. Se hizo solo para figurar. Se me han descolgado desde entonces los radiadores, la fosa s¨¦ptica se me inund¨® de aguas fecales. Imag¨ªnate lo que es eso. He tenido todo tipo de problemas con la construcci¨®n. Aver¨ªas constantemente. Hay grietas, filtraciones de agua, he tenido goteras desde la terraza. Las calidades de la casa, salvo las ventanas, eran un desastre. No vale el precio que se pag¨®¡±.
La mujer pidi¨® informaci¨®n al Ayuntamiento sobre el proceso de demolici¨®n del s¨®tano porque, en ¨²ltima instancia, es ella la m¨¢s perjudicada, ya que vive en la casa con sus dos hijos adolescentes. Cuando comience la obra, de gran envergadura porque la cocina que est¨¢ ahora en el s¨®tano deber¨¢ recolocarse en la primera planta y el dormitorio de uno de sus hijos quedar¨¢ inutilizado, estar¨¢ obligada a mudarse durante unos meses. La exesposa de Naranjo recuerda llegar a la casa cuando pensaban comprarla y ver a Monasterio y Espinosa viviendo all¨ª. ¡°No hab¨ªa ni un solo libro, ni una estanter¨ªa. Eso me sorprendi¨®. Muchas c¨¢maras s¨ª, para vigilar al servicio me dijeron. Yo di por hecho que Roc¨ªo era arquitecta, por supuesto. Ten¨ªa su estudio cerca de aqu¨ª¡±, a?ade la mujer.
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