45 a?os tendiendo puentes entre Madrid y Barcelona
La llegada de las compa?¨ªas de bajo coste y, naturalmente, la dura competencia del AVE pusieron fin a una ¨¦poca dorada y oblig¨® a hacer cambios en la compa?¨ªa
¡°Solo un est¨²pido centralismo de organillo y gorra a cuadros ha podido hacernos ignorar que a tres cuartos de hora de avi¨®n hay un mundo totalmente diverso del nuestro, rico y emocionante...¡±. As¨ª opinaba hace 45 a?os un periodista madrile?o del diario Pueblo con motivo de la inauguraci¨®n, en noviembre de 1974, del puente a¨¦reo entre Madrid y Barcelona. El despegue en el aeropuerto de Barajas de Arag¨®n, un Boeing 727, pilotado por el comandante Carlos Calder¨®n, fue mucho m¨¢s que un acontecimiento comercial y de comunicaciones. Supuso un ¡°puente psicol¨®gico y sentimental¡± entre ambas ciudades, seg¨²n otro cronista, que se aventuraba a afirmar que ¡°hasta ahora nuestro conocimiento de los catalanes no ha pasado de ese viajante c¨®mico que sale en los espect¨¢culo de variedades¡±.
El avi¨®n aterriz¨® en el aeropuerto del Prat al son de las trompetas de la banda municipal barcelonesa y endulzado con una tarta en la que entrelazadas por un arco iris de az¨²car, aparec¨ªan acaramelados dos s¨ªmbolos de una y otra urbe: la fuente de Canaletas y el oso y el madro?o. Era el primer servicio de este tipo que se implantaba en Europa y el tercero del mundo, despu¨¦s de los que un¨ªan Nueva York con Washington y Boston.
Cord¨®n umbilical
¡°Gracias a la comunicaci¨®n se han roto viejos recelos e incomprensiones", expuso en su discurso el alcalde de Barcelona, Enrique Mas¨®, mientras el presidente de Iberia, Jes¨²s Romeo Gorri¨¢, comparaba el puente a¨¦reo con ¡°sobreponer la plaza de Catalu?a en la Puerta del Sol". El entusiasmo se desbord¨® de tal forma que algunos hablaban de ¡°uni¨®n vivificante¡±, ¡°cord¨®n umbilical¡± e incluso de ¡°¨®smosis filante¡± entre Madrid y Catalu?a, y alg¨²n exagerado sentenci¨®: ¡°As¨ª se salv¨® Berl¨ªn en un momento crucial de la guerra fr¨ªa¡±.
El hecho es que gracias al puente a¨¦reo Madrid ampliaba sus horizontes, y la cosmopolita Barcelona abr¨ªa los brazos a viajeros procedentes del centro, ¨¢vidos de transacciones econ¨®micas y cierta brisa del mar. Parec¨ªa ciencia ficci¨®n al resolver la ecuaci¨®n velocidad, espacio, tiempo en tan s¨®lo 50 minutos y por 1.917 pesetas (11,5 euros) cada vuelo. Se realizaban 26 diarios de ida y vuelta. No eran trayectos tur¨ªsticos, sino desplazamientos dise?ados para hombres de negocios con poco tiempo que perder en la resoluci¨®n de sus asuntos. A partir de este momento iba a resultar ¡°m¨¢s f¨¢cil ir Barcelona que a Usera o a M¨®stoles¡±, inform¨® un peri¨®dico.
Usera es tambi¨¦n el barrio donde vive Lola Fern¨¢ndez Lara. Durante 30 a?os, hasta su prejubilaci¨®n por un ERE en 2018, ha sido Azafata 727, que es como se conoce a las auxiliares de vuelo de esta ruta. Ha llegado a hacer cinco trayectos de ida y vuelta al d¨ªa, ha vestido tres uniformes diferentes y ha contemplado la evoluci¨®n del personal y de los pasajeros. Fue testigo de la paulatina aparici¨®n de mujeres entre un pasaje de corbata y malet¨ªn, ejecutivas preparadas igualmente para la inmersi¨®n en el competitivo mundo de los negocios. Al tiempo, el equipo de auxiliares de vuelo se masculinizaba. Lola recuerda que los azafatos fueron muy bien recibidos tanto por ella como por sus compa?eras, y respecto al perfil de los viajeros, un factor les igualaba: la premura. Cualquiera que viaja en el puente a¨¦reo tiene prisa y lo quiere todo cuanto antes. De ah¨ª la figura del achuchador, dise?ada para acelerar desde la limpieza o el catering hasta el suministro de combustible. El ¨²ltimo pasajero puede entrar a la nave quince minutos antes del despegue.
Flechazos
¡°Acabas haciendo amigos. Muchos flechazos azafata-viajero, cuando el flirteo requer¨ªa l¨¢piz y papel para el intercambio de los n¨²meros de los tel¨¦fonos fijos, acabaron en boda¡±, cuenta Lola. Ha viajado con celebridades, pero se confiesa apenas mit¨®mana y nunca se entretuvo en pedir un aut¨®grafo. Piensa seguir volando, especialmente porque la espera un aviador excepcional, su hijo Rodrigo, presente en esta charla, que se prepara para ser piloto y promete que su madre ser¨¢ la primera invitada a la cabina, en su debut hacia el cielo.
La llegada de las compa?¨ªas de bajo coste y, naturalmente, la dura competencia del AVE pusieron fin a una ¨¦poca dorada y oblig¨® a hacer cambios: ¡°Desde modernizar el sistema operativo, hasta la apertura de los canales de venta y la digitalizaci¨®n. Hoy ofrecemos la posibilidad de hacer reservas, escoger asientos, facturar online, y utilizar la web y una app¡±, detalla la actual coordinadora de la Ruta Puente A¨¦reo en Barajas, Carolina Utrilla, que pertenece al departamento de Operaciones en Tierra y se mueve como pez en el agua en ese microcosmos que forman cuerpos y almas en constante tr¨¢nsito. Presume de que 45 a?os despu¨¦s, mientras las compa?¨ªas de bajo coste recortan servicios tan frugales como el desayuno y el aperitivo, Iberia mantiene ambos detalles nutricios exactamente igual que el primer d¨ªa.
Una y otra lamentan la influencia negativa que podr¨ªa estar teniendo en este medio de transporte el conflicto catal¨¢n, tal vez la causa de la ca¨ªda de pasajeros de Madrid hacia Barcelona.
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