Peque?os pasos que pueden llevar lejos
El acercamiento entre los partidos de izquierda para aprobar presupuestos y facilitar la gobernabilidad prefigura un cambio de alianzas pol¨ªticas
Las izquierdas est¨¢n siguiendo en las ¨²ltimas semanas una pol¨ªtica de peque?os pasos que sirve, de momento, para abrir un camino. Les vale tambi¨¦n para demostrarse a s¨ª mismos dos cosas: primera, que son capaces de hacerlo, algo que hace medio a?o no ocurri¨® y provoc¨® el adelanto electoral que acarre¨® retrocesos para todos y cada uno de ellos; segunda, comprobar que la cooperaci¨®n puede llevarles a otros acuerdos m¨¢s sustanciales. Siguen el refr¨¢n italiano: Piano piano si va lontano.
Los primeros peque?os pasos han abierto la posibilidad de que el Ayuntamiento de Barcelona tenga un presupuesto para 2020 apoyado por la mayor¨ªa municipal de izquierdas. Los tres partidos que en mayo fueron incapaces de pactar la alcald¨ªa est¨¢n fraguando ahora un acuerdo presupuestario. Los concejales barceloneses de los Comuns y del PSC han sabido ponerse de acuerdo esta vez con los de ERC. De inmediato, casi en paralelo, el grupo de los Comuns en el Parlament y el consejero de Econom¨ªa del Gobierno de Quim Torra, Pere Aragon¨¨s, que es la principal figura de ERC fuera de la c¨¢rcel, han andado unos segundos peque?os pasos, los que les han de llevar a aprobar los presupuestos de la Generalitat para 2020.
Esto sucede mientras sendas delegaciones del PSOE y de ERC negocian la investidura del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Pedro S¨¢nchez. A nadie se le escapa que ese eventual tercer acuerdo debiera aportar tambi¨¦n una garant¨ªa de estabilidad durante la legislatura. La primera prueba ser¨¢ el debate de los presupuestos generales del Estado para 2020. Partes muy relevantes, esenciales, de los presupuestos de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona dependen, en ¨²ltima instancia, de los presupuestos generales del Estado. Sucede entonces que cada paso para asegurar los presupuestos donde gobierna cada uno de estos partidos ¡ªel de Ada Colau en el Ayuntamiento, el de Aragon¨¨s en la Generalitat, los socialistas de S¨¢nchez y Miquel Iceta en el Gobierno de Espa?a¡ª sirve tambi¨¦n para desbloquear los presupuestos de los otros. As¨ª es como las izquierdas est¨¢n dibujando un c¨ªrculo virtuoso all¨ª donde hasta hace solo medio a?o se impuso una implacable y a fin de cuentas est¨¦ril competencia de todos contra todos. La alarma con que el ala derecha de Junts x Cat ha acogido los acuerdos presupuestarios es un indicio claro de que el acercamiento entre las izquierdas tiene un gran potencial pol¨ªtico. A los portavoces de la derecha nacionalista catalana les ha faltado tiempo para agitar el fantasma de la subida general de impuestos. Trat¨¢ndose como se trata de un modesto incremento para la franja m¨¢s alta de las rentas, es f¨¢cil advertir que lo que les alarma de verdad es que el acercamiento entre las izquierdas pueda continuar hasta la configuraci¨®n de un nuevo escenario para la pol¨ªtica de alianzas.
La derecha catalana observa con inquietud justificada y apenas disimulada el lento desapego de ERC respecto de la coalici¨®n independentista encabezada no se sabe con certeza si por Carles Puigdemont, Quim Torra o David Bonveh¨ª. Esa inquietud crece en la misma medida en que los postconvergentes comprueban que su conversi¨®n al independentismo les ha llevado a recortar su espacio electoral a beneficio de ERC. En las elecciones del 10-N, ERC ha logrado arrebatar a los postconvergentes el papel de bisagra en la articulaci¨®n de la mayor¨ªa parlamentaria en Espa?a y la correspondiente investidura de un presidente de Gobierno. El que fue poderoso kingmakerJordi Pujol en los tiempos de Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar es en la actualidad un presidiario llamado Oriol Junqueras, presidente de ERC. Pero si lograr la investidura de S¨¢nchez es ahora para los socialistas el primer objetivo, para los republicanos la prioridad es sacar a los presos independentistas de la c¨¢rcel. Y eso es algo que solo puede llegar despu¨¦s de que unos cuantos pasos como estos, peque?os o grandes, hayan logrado desescalar el conflicto constitucional heredado de la etapa de los gobiernos del PP.
La pol¨ªtica de peque?os pasos est¨¢ pre?ada de implicaciones y una de ellas es que, poco a poco, puede dejar sin sentido la coalici¨®n de ERC con los postconvergentes. ?Para qu¨¦ mantenerla, si resulta que ERC no la necesita para participar en la mayor¨ªa de gobierno de Espa?a, en la del Ayuntamiento de Barcelona y, eventualmente, claro, para un gobierno de la Generalitat en una futura legislatura con mayor¨ªa parlamentaria de izquierdas? La interdependencia de todas las izquierdas crea su propia din¨¢mica, responde a unas coincidencias ideol¨®gicas de fondo que, superada la fiebre independentista, emergen. Siguen aqu¨ª. No se han ido.
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