¡°?Qu¨¦ hago, delinquir?¡±
El Gobierno estudia cambios en el sistema de la renta m¨ªnima de inserci¨®n, criticado por la ONU por las dificultades para acceder y mantener la ayuda
¡°Los resultados del sistema de renta m¨ªnima de inserci¨®n (RMI) en Madrid sugieren que est¨¢ estructurado intencionadamente para excluir a la gente, o dise?ado de una manera extremadamente pobre¡±. La frase es de Philip Alston, relator especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos de la ONU, y da dos opciones para explicar por qu¨¦ solo fueron aceptadas el 23,26% de las solicitudes hechas en 2018 para recibir una ayuda que supone menos de 500 euros mensuales de media. Las condiciones de acceso, aseguran los expertos, son draconianas. La burocracia, asfixiante. Y las trabas administrativas entorpecen tanto el sistema ¡ªque atiende a 22.000 personas¡ª como para provocar la desesperaci¨®n de los solicitantes ¡ª ¡°?qu¨¦ hago, delinquir?¡±, se pregunta uno¡ª y que la Consejer¨ªa de Pol¨ªticas Sociales quiera tomar cartas en el asunto. ¡°Hay que actuar¡±, reconoce el consejero Alberto Reyero, de Cs.
Erika (un pseud¨®nimo) es madrile?a, tiene 42 a?os y es madre soltera de un ni?o de 14. No tiene trabajo ni recibe manutenci¨®n del padre de su hijo. Cobraba 429 euros de RMI. Ya no. ?La raz¨®n? ¡°Me han castigado por trabajar¡±, dice, poni¨¦ndole voz a uno de los ejemplos que le afea el relator de la ONU a Madrid.
Este es su caso. Erika cobraba la renta cuando consigui¨® un trabajo de media jornada limpiando un centro comercial por menos de 700 euros. ¡°Me hac¨ªa mucha falta ponerme a trabajar psicol¨®gicamente, hacer algo ¨²til¡±, recuerda. Tras un mes y una semana, un amigo de la familia le ofreci¨® otro trabajo como pinche de cocina en un restaurante. El sueldo era el mismo pero el horario era mejor para poder conciliar y estar con su hijo. As¨ª que pidi¨® la baja voluntaria en el centro comercial y comenz¨® en la cocina. Justo 17 d¨ªas despu¨¦s, la echaron sin m¨¢s explicaciones: la despidieron dentro del periodo de prueba. Como consecuencia, tambi¨¦n se qued¨® sin el ingreso de la RMI: hab¨ªa dejado su primer trabajo, la Administraci¨®n lo consider¨® una baja voluntaria y la penaliz¨®.
¡°No tuvieron en cuenta los documentos que envi¨¦ donde acreditaba que me hab¨ªan echado del segundo trabajo, solo el de la baja voluntaria del primero¡±, cuenta. Ahora va a volver a solicitar la ayuda, aunque ella, dice, lo que necesita es un trabajo. ¡°Quiero una vida normal, mi hijo y yo nos sentimos excluidos totalmente, no podemos hacer las cosas normales que hace la gente: ir a una merienda de cumplea?os, con amigas, ir al cine¡ No puedo llevarle de vacaciones¡±, lamenta. Y le pone fecha a sus temores. De media, se tardan tres meses en obtener respuesta. ¡°El papeleo es incesante, la burocracia es largu¨ªsima, te piden papeles imposibles, enviar documentos que ya has enviado, el proceso est¨¢ hecho para que desistas¡±, dice.
No es un caso ¨²nico. Najat, una mujer marroqu¨ª de 35 a?os y con cinco hijos, cobraba la RMI hasta que encontr¨® un trabajo temporal: una sustituci¨®n de cuatro meses para limpiar y ayudar en la cocina de un hospital. Inform¨® a la Administraci¨®n al respecto y la renta se suspendi¨® temporalmente. Cuando el contrato termin¨®, Najat se lo comunic¨® a la Comunidad para volver a activarla. ¡°Y lo que hicieron fue pedirme un mont¨®n de documentaci¨®n: papeles que ya me hab¨ªan pedido, o a los que la propia Comunidad tiene acceso [como el libro de familia o el empadronamiento], incluso documentaci¨®n imposible de encontrar, como un certificado de escolarizaci¨®n de mis hijos en pleno agosto¡±, explica Najat.
Los gestores de la Consejer¨ªa de Pol¨ªticas Sociales coinciden en el fondo del asunto. Solo en enero hubo 521 suspensiones cautelares o temporales de la ayuda, principalmente por no aportar nueva documentaci¨®n. De hecho, recuerdan desde el Ejecutivo, el plan normativo del Gobierno para 2020 incluye un decreto para modificar el reglamento que regula la RMI, intentando mejorar la inserci¨®n laboral de los beneficiarios, reduciendo la burocracia y flexibilizando su concesi¨®n.
Se buscan soluciones para atender a una poblaci¨®n a la que penaliza el papeleo, porque no todos tienen hogar fijo. F¨®rmulas que maticen la frialdad de la ley, que acaba obligando a preguntar cu¨¢nto ganan a mendigos o m¨²sicos ambulantes para calcular as¨ª cu¨¢nto toca restarles de la ayuda. Y, sobre todo, nuevas estrategias que faciliten la incorporaci¨®n al mercado laboral de los beneficiarios y que den respuesta a las preguntas que plantea el sistema actual: ?Merece la pena arriesgarse a perder la ayuda por un contrato temporal? ?Y por uno de prueba que se quede en nada?
¡°El sistema se convierte en un pozo e incentiva que no trabajes¡±, resumen fuentes de la Consejer¨ªa de Pol¨ªticas Sociales.
Sin techo ni comida
Para luchar contra el proceloso proceso administrativo, que llev¨® a que se archivara el 43% de las solicitudes presentadas en 2018 ¡ªprincipalmente por falta de documentaci¨®n¡ª se estudiar¨¢ dar la opci¨®n de hacer todo el papeleo por m¨®vil. Se quiere dejar de penalizar que dos personas receptoras de la ayuda compartan hogar. Y se analiza si cabe impulsar una reforma legal para que se pueda compaginar durante unos meses la renta y un salario, para que el tr¨¢nsito al mundo laboral sea m¨¢s sencillo y los beneficiarios no corran el riesgo de quedarse sin ayuda por un contrato a prueba que luego acaba en nada.
Porque eso ocurre. Alrededor del RMI se acumulan las biograf¨ªas rotas, los problemas y las esperanzas incumplidas.
¡°Parece que el Estado me castiga por intentar sobrevivir¡±, cuenta Mar¨ªa ?ngeles, venezolana de 31 a?os. Esta madre soltera tiene como todo ingreso una subvenci¨®n de desempleo parcial de 330 euros; la manutenci¨®n que le manda el padre de su hija, de 150 euros; y, durante una temporada, el alquiler de una habitaci¨®n con el que pagaba la mitad de la renta del piso, que asciende a 600 euros. Su madre, adem¨¢s, ha tenido que ayudarla con los gastos en ocasiones puntuales. Los t¨¦cnicos, sin embargo, le han denegado dos veces la RMI. La justificaci¨®n: no acreditar carencia de recursos.
¡°Creen que con los 150 de la manutenci¨®n se vive muy bien¡±, resume. Con ayuda de una trabajadora social, quiere demandar por la v¨ªa civil el proceso de concesi¨®n de la RMI. Y se pregunta: ¡°?Qu¨¦ hago? ?Me pongo a delinquir?¡±. Acaba de quedarse sin inquilino y no puede pagar ni el alquiler ni la comida.?
Solo un 37% de solicitudes aceptadas
La Consejer¨ªa de Pol¨ªticas Sociales informa a?o a a?o y mes a mes de la evoluci¨®n de la renta m¨ªnima universal a trav¨¦s del portal de transparencia. Estas son las cifras de enero de 2020, ¨²ltimas publicadas.
Familias receptoras de la ayuda: 22.373, de las que 13.364 tienen su domicilio en el Ayuntamiento de la capital (59,73%). Hay 14.685 mujeres beneficiarias (65,6%) y 7.688 hombres (34,36%).
Situaci¨®n familiar. En enero, el 30,97% de los perceptores de la renta m¨ªnima son personas solas y el 56,05% tienen a su cargo menores de edad. Las ayudas var¨ªan, en funci¨®n de la situaci¨®n familiar, de los 400 a los 950 euros.
Inversi¨®n econ¨®mica. Sostener las ayudas supuso una inversi¨®n de m¨¢s de 10,5 millones de euros en enero. De las 653 solicitudes que hubo se denegaron 269 (41%), se concedieron 246 (37%) y se archivaron 207 (31%). La causa m¨¢s frecuente de denegaci¨®n fue la de no acreditar la carencia de recursos econ¨®micos (38,66%), y la de archivo fue no presentar en el plazo establecido la documentaci¨®n (89,86%). Adem¨¢s, se extinguieron m¨¢s de 450 ayudas y se suspendieron cautelar o temporalmente m¨¢s de 500. La Administraci¨®n calcula que invertir¨¢ 169 millones en 2020.
Nacionalidad de los beneficiarios. 5.435 receptores son de origen extranjero (24,29% del total). Entre ellos, predominan los marroqu¨ªes (41,16%) y rumanos (16,04%).
Permanencia. De los m¨¢s de 22.000 beneficiarios de la renta m¨ªnima de inserci¨®n, el 45% lleva m¨¢s de cinco a?os inscrito en el sistema. En los ¨²ltimos 11 meses se han incorporado 2.326 personas, el 10,40%.
Las denuncias del relator de la ONU
El viernes pasado, Philip Alston? (Melbourne, Australia, 70 a?os), relator especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos de la ONU, present¨® sus conclusiones preliminares sobre la desigualdad en Espa?a. Esto fue lo que denunci¨® sobre el caso de la Comunidad de Madrid.
Renta M¨ªnima de Inserci¨®n. "Los resultados en Madrid sugieren que el sistema est¨¢ estructurado intencionadamente para excluir a la gente, o dise?ado de una manera extremadamente pobre", escribe Alston. "Aunque su tasa de pobreza severa se ha m¨¢s que doblado en los ¨²ltimos diez a?os, del 3% de 2008 al 7,8% de 2017, su sistema de renta m¨ªnima proporciona unos m¨ªseros 400 euros mensuales, la cantidad m¨¢s baja de Espa?a", sigue. "Los madrile?os me describieron c¨®mo los muchos requerimientos del programa les excluyen formalmente y de hecho".
Solicitudes aprobadas. "La forma en la que se ha administrado el programa lo ha hecho m¨¢s irrelevante", advierte el relator en su informe definitivo. "La tasa de solicitudes aprobadas cay¨® dr¨¢sticamente del 50% al 23% entre 2016 y 2018".
La Administraci¨®n. "Aunque representantes del Gobierno madrile?o coincidieron en que la situaci¨®n es insatisfactoria, un cargo insisti¨® en que la culpa no es de la Administraci¨®n, si no de los solicitantes que no cumplen con los requisitos", cuenta Alston en su informe.
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