Al banco con guardias privados en Chile: la delincuencia da alas al negocio de la seguridad
Los robos impulsan la demanda de escoltas bancarios en el pa¨ªs sudamericano, mientras el Gobierno de Boric busca regular el mercado
El ingeniero chileno Jos¨¦ Reyes, de 42 a?os, contextura mediana y vecino del municipio de Santiago centro, pag¨® 310 d¨®lares a finales del a?o pasado para que un coche lo recogiera en su casa y dos escoltas desarmados lo acompa?aran a retirar unos 10.000 d¨®lares al banco. Tom¨® la decisi¨®n, comenta por tel¨¦fono, despu¨¦s de que a dos conocidos les robaran al salir de una sucursal bancaria, un fen¨®meno delictivo donde los agresores marcan a una persona dentro de la oficina y, una vez que sale, le quitan con violencia el dinero.
Este crimen no es nuevo, pero la Polic¨ªa de Investigaciones de Chile (PDI) explica que ha aumentado -hasta cifras r¨¦cord- y se ha complejizado desde que lo practican bandas organizadas. El Gobierno de Gabriel Boric ha encendido la alarma ante el auge de los ¡°escoltas bancarios¡± porque no existe una ley que los regule espec¨ªficamente. El compromiso de la Administraci¨®n es sacar adelante una Ley de Seguridad Privada en 2023 y, mientras tanto, fortalecer la fiscalizaci¨®n de quienes ofrecen estos servicios.
Reyes, que trabaja como jefe de prevenci¨®n de una empresa de pl¨¢sticos, contrat¨® los servicios de la empresa de seguridad As Group. C¨¦sar Bustos, gerente general de la marca, comenta que en 2019 solo 18 clientes contrataron el servicio de escolta bancario. En 2020 lo hicieron 48 personas; en 2021, 200; y en 2022, 245. Paralelamente, el delito llamado ¡°salida de banco¡± tambi¨¦n ha aumentado. Entre 2017 y 2021, el promedio anual fue de 400 casos. En septiembre de 2022 la cifra ya superaba los 500, seg¨²n la Fiscal¨ªa Metropolitana, y se proyectaba cerrar el a?o con m¨¢s de 700.
El subcomisario Joel Soto de la Brigada Investigadora de Robos Centro Norte explica por tel¨¦fono que es un delito muy apetecido entre los ladrones por lo f¨¢cil que es obtener grandes sumas de dinero. Aclara que no es un delito importado, pero que s¨ª ha cambiado la forma en c¨®mo opera. ¡°Antes el sujeto segu¨ªa a la v¨ªctima, pinchaba la rueda del neum¨¢tico de su coche, le ofrec¨ªa ayuda y le robaba. Era un hurto. Ahora es un delito con utilizaci¨®n de armas, violencia, operado por bandas¡±, afirma Soto.
Bustos, de As Group, apunta que antes del estallido social de octubre de 2019, el perfil de los clientes de escoltas eran contratistas de los sectores m¨¢s acomodados de Santiago que a finales y principios de mes acud¨ªan al banco para retirar los sueldos de una empresa. Ahora dice que solicitan sus servicios todos los d¨ªas del mes y en puntos de la capital m¨¢s populares, como los municipios de San Miguel, Pudahuel o Colina.
El servicio m¨¢s b¨¢sico cuesta unos 125 d¨®lares y consiste en un escolta que acompa?a al cliente a pie. El m¨¢s caro es de 750 d¨®lares, donde participan tres escoltas y tres veh¨ªculos. Cuenta con una revisi¨®n previa de la sucursal bancaria, diferentes rutas de tr¨¢nsito seg¨²n el riesgo, un escolta que vigila antes y despu¨¦s de realizar la operaci¨®n en el banco y alta visibilidad para que el cliente ¡°se vea lo m¨¢s protegido posible¡± y produzca un efecto disuasorio. Defense Security funciona diferente. Esta empresa viste a sus escoltas lo m¨¢s similar posible al entorno social donde se ubica el banco.
Marco Price, gerente general de Defense Security, insiste en que no hay que tener una visi¨®n ¡°hollywoodense¡± de los escoltas. ¡°No son guardaespaldas armados que entran en una pelea contra varios y eliminan a 15. En mi empresa son personas que van desarmadas y que funcionan en base a la inteligencia y el manejo del procedimiento de evasi¨®n, saber a d¨®nde ir, a qu¨¦ hora, los puntos m¨¢s vulnerables¡±, afirma por tel¨¦fono.
El 99% de los m¨¢s de 200 escoltas con que cuenta As Group son exagentes de las Fuerzas Armadas, seg¨²n la informaci¨®n entregada por Bustos. Los exmilitares, como los expolic¨ªas, tienen la facultad de portar armas. ¡°Si atacan al exagente durante el procedimiento, puede hacer uso de su arma por la ley de la leg¨ªtima defensa. Si atacan al escoltado hay un vac¨ªo legal que tenemos que discutir¡±, plantea Bustos.
Un servicio sin regulaci¨®n
El subsecretario de Prevenci¨®n del Delito, Eduardo Vergara, explica por escrito que actualmente la actividad de ¡°escoltas privados¡± no s¨®lo no est¨¢ regulada, sino que adem¨¢s cae en un ¡°mercado sin normas, que no asegura ning¨²n est¨¢ndar de calidad, ni cursos de capacitaci¨®n, ni protocolos de actuaci¨®n, ni requisitos m¨ªnimos de quienes ofician como escoltas para dar seguridad a quienes los contratan, lo que al final del d¨ªa repercute en la seguridad de las personas¡±. Mientras trabajan en avanzar la tramitaci¨®n de una Ley de Seguridad Privada, Vergara advierte que se busca fortalecer la fiscalizaci¨®n de quienes tienen permiso de ejercer la seguridad privada, como las empresas y guardias de seguridad para que ¡°se mantengan en sus labores¡±.
El Gobierno de Boric est¨¢ trabajando en una robusta agenda en materia de seguridad, como detall¨® en EL PA?S el subsecretario del Ministerio del Interior, Manuel Monsalve. Iniciativas como el Centro para la Prevenci¨®n de Homicidios o la primera pol¨ªtica contra el crimen organizado buscan reducir la sensaci¨®n de inseguridad ciudadana que alcanza su mayor nivel en dos d¨¦cadas.
La tasa de Delitos de Mayor Connotaci¨®n Social aument¨® un 44,6% en 2022 respecto del a?o 2021, seg¨²n el informe anual del Centro de Estudios y An¨¢lisis del Delito de la Subsecretar¨ªa de Prevenci¨®n del Delito publicado dos semanas atr¨¢s. Los delitos que registraron mayores alzas fueron el robo con violencia o intimidaci¨®n (63,1%) ¨Cen esta categor¨ªa se incluye a la ¡°salida de banco¡±¨C el robo por sorpresa (61,2%) y el robo en lugar no habitado (56,4%).
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