La otra pugna de las elecciones en Chile: ?la ultraderecha superar¨¢ a la derecha tradicional?
La oposici¨®n a Gabriel Boric libra su propia batalla por la hegemon¨ªa: el bloque Chile Vamos, liderado por una nueva generaci¨®n, se enfrenta al Partido Republicano, con posiciones extremas y conservadoras, ligadas a Vox
Los resultados de las elecciones del consejo constitucional que se celebran este domingo en Chile despejar¨¢n varias inc¨®gnitas pero, probablemente, la principal no est¨¢ en el oficialismo del presidente Gabriel Boric y en la izquierda, sino en la oposici¨®n: ?lograr¨¢ la extrema derecha del Partido Republicano, liderada por Jos¨¦ Antonio Kast, sobrepasar a la derecha hist¨®rica que sustent¨® los dos Gobiernos de Sebasti¨¢n Pi?era? Es la principal guerra interna de unos comicios marcados por la apat¨ªa ciudadana, aunque, por el voto obligatorio, con probabilidad de altos niveles de participaci¨®n. Algunos analistas, como Pepe Auth, han incluso vaticinado que la formaci¨®n ultraconservadora podr¨ªa convertirse, seg¨²n esta elecci¨®n, en la primera fuerza pol¨ªtica de la escena chilena. Justamente a 50 a?os del golpe de Estado de Augusto Pinochet, una figura con la que este partido de la derecha extrema no ha cortado y, por el contrario, reivindica.
La derecha tradicional agrupa a tres partidos del sector: la UDI, RN y Ev¨®poli. Estas formaciones est¨¢n actualmente lideradas por nuevas generaciones pol¨ªticas, diferentes a las que protagonizaron la transici¨®n a la democracia y con lazos demasiado frescos con la dictadura. Luego del fracaso del proceso constitucional anterior ¨Cen septiembre pasado un 62% de los electores rechaz¨® la propuesta de una convenci¨®n¨C, la derecha hist¨®rica cumpli¨® su compromiso previo de facilitar un nuevo camino para cambiar la Carta Fundamental. ¡°La derecha chilena tiene un compromiso con la continuidad del proceso constituyente¡±, explicaba en septiembre el presidente de la UDI, Javier Macaya.
El Partido Republicano, ligado a la formaci¨®n espa?ola Vox, no lo hizo: se mantiene en la posici¨®n original de no querer cambiar la Constituci¨®n redactada en la dictadura, en 1980, aunque sometida a una decena de reformas en democracia. La formaci¨®n de derecha extrema, cuyo l¨ªder obtuvo la primera mayor¨ªa en la primera vuelta presidencial contra Boric en 2021, ha logrado robustecerse gracias al desangramiento por la derecha de los partidos tradicionales. Los pron¨®sticos indican que la principal perjudicada ser¨ªa la UDI, el partido m¨¢s ideol¨®gico de la derecha chilena.
¡°La UDI ser¨¢ el partido m¨¢s castigado, porque es evidente que muchos de sus seguidores, en esta ocasi¨®n, est¨¢n votando por candidatos republicanos. No pocos tambi¨¦n est¨¢n votando por el Partido de la Gente [de car¨¢cter populista]¡±, escribi¨® en la semana el hist¨®rico dirigente UDI, Pablo Longueira, en una carta a su militancia. Para Longueira, ¡°Republicanos capturar¨¢ el efecto de la inseguridad [el impacto por los asesinatos de carabineros y el creciente problema de la inmigraci¨®n]. En esta elecci¨®n ser¨¢ el partido m¨¢s votado. Podr¨ªa incluso superar, al igual que en la primera vuelta presidencial, a Chile Vamos [el bloque de la derecha tradicional]. De ser as¨ª, en esta ocasi¨®n tendr¨¢ un impacto muy fuerte al interior de la UDI, RN y Ev¨®poli¡±, asegur¨® uno de los principales rostros de esta fuerza pol¨ªtica, donde alguna vez milit¨® Kast, antes de tomar un camino propio en 2016.
Los l¨ªderes hist¨®ricos de la derecha han hecho evidente la preocupaci¨®n por la amenaza que representa el Partido Republicano. El expresidente Pi?era se reuni¨® esta semana con los dirigentes del sector para analizar los distintos pron¨®sticos. Incluso, se habl¨® de la posibilidad de que el partido de Kast, en solitario, superara en porcentaje de votos y en n¨²mero de consejeros a todo el bloque de la derecha tradicional. Lo que parece altamente probable, sin embargo, apunta a que tanto la derecha tradicional como la extrema podr¨ªan alcanzar en conjunto los 30 representantes en el consejo ¨Cel qu¨®rum de tres quintos¨C, justamente lo necesario para aprobar las normas del ¨®rgano constitucional. Lo que no parece evidente ser¨¢n los acuerdos entre ambas derechas, porque el Partido Republicano ha estado hist¨®ricamente a favor de mantener la Carta Magna. Para La Moneda, un di¨¢logo fruct¨ªfero entre ambos sectores configurar¨ªa un escenario complejo.
Un acercamiento suicida
¡°Es probable que la ultraderecha [Kast y el Partido Republicano] obtenga un resultado relativamente bueno que sea cercano al 20% del electorado, ya que la situaci¨®n pol¨ªtica actual favorece la agenda de mano dura. Kast es una figura conocida que ha hecho campa?a por su lista a lo largo del territorio y el apoyo gubernamental no pasa por un buen momento¡±, analiza Crist¨®bal Rovira, doctor en Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Humboldt de Berl¨ªn, l¨ªder de la investigaci¨®n Apoyo y rechazo a la ultraderecha en Chile. ¡°De ser as¨ª, no deber¨ªamos extra?arnos si una parte de la derecha convencional se juegue por cambiar de estrategia. En vez de seguir el discurso de diferenciaci¨®n (Macaya ha sido importante en esto), se apueste por un acercamiento e incluso simbiosis con la ultraderecha (la estrategia preferida por el alcalde Rodolfo Carter)¡±, dice el acad¨¦mico de la Universidad Diego Portales, UDP.
Para Rovira, la realidad de otros pa¨ªses demuestra que esta apuesta es muy arriesgada y probablemente suicida: ¡°Un acercamiento entre la derecha convencional y ultraderecha favorece sobre todo a esta ¨²ltima, ya que termina por legitimarse como actor y, por tanto, sus ideas ganan mayor espacio. De ser as¨ª, m¨¢s temprano que tarde la ultraderecha se transformar¨ªa en el guionista de la pel¨ªcula y la derecha convencional quedar¨ªa subordinada a una posici¨®n de actor secundario (basta pensar en la situaci¨®n actual del Partido Republicano en los EE.UU., en donde la facci¨®n moderada pr¨¢cticamente no existe y los radicales son quienes tienen el control)¡±, analiza el acad¨¦mico.
El investigador apunta a un hecho clave, el temido por la izquierda, el oficialismo y el propio Gobierno de Boric: los efectos de un endurecimiento de las posturas de la derecha convencional, que, a su juicio, dificultar¨ªa el funcionamiento del ¨®rgano a cargo de redactar una nueva Constituci¨®n. ¡°Terminar¨ªa siendo muy complejo lograr acuerdos transversales y producir, por tanto, un texto que represente la diversidad del pa¨ªs. Visto as¨ª, una de las consecuencias no esperadas de una potencial simbiosis entre ultraderecha y derecha convencional ser¨ªa la deslegimitaci¨®n del proceso constitucional, a tal punto que el producto final podr¨ªa terminar siendo rechazado en el plebiscito de diciembre de este a?o¡±. Es una de las pesadillas en La Moneda: que el actual proceso constituyente llegue a un texto igual o peor que el vigente, pero legitimado por la ciudadan¨ªa en el plebiscito de salida de diciembre pr¨®ximo. Que, finalmente, se trate de una propuesta que no convoque a las grandes mayor¨ªas y partisana en favor de la derecha (a diferencia del proceso anterior, que estuvo fuertemente inclinado a la izquierda).
Este domingo en Chile se podr¨ªa comenzar a configurar el tipo de derecha que tendr¨¢ el pa¨ªs sudamericano. El partido de Kast, que ha recorrido Chile entero en esta campa?a, logr¨® 15 diputados y dos senadores en 2021 y un buen resultado de los republicanos este domingo podr¨ªa dejarlos en una situaci¨®n expectante con miras a las elecciones que se celebrar¨¢n en 2024 (de gobernadores y municipales) y 2025 (parlamentarias y presidenciales). En la derecha tradicional est¨¢n en alerta. ¡°De no mediar un resultado que favorezca la cooperaci¨®n y el acuerdo, se dar¨ªa el caso que describi¨® Nicanor Parra: que la (extrema) izquierda y la (extrema) derecha unidas, jam¨¢s ser¨¢n vencidas¡±, seg¨²n record¨® recientemente en EL PA?S uno de los l¨ªderes j¨®venes de la UDI, Jaime Bellolio.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.