El anteproyecto cambiar¨¢ y... ?qu¨¦ har¨¢ el progresismo?

Todas las se?ales de las primeras semanas del trabajo del Consejo Constitucional indican que el anteproyecto propuesto por la Comisi¨®n Experta sufrir¨¢ modificaciones no menores. Es muy probable que se incorporar¨¢ la libertad de elecci¨®n del r¨¦gimen de salud, se establecer¨¢ la heredabilidad y propiedad individual de los fondos de pensiones, se reforzar¨¢ la libertad de los padres a elegir la educaci¨®n de sus hijos sin interferencia del Estado, se debilitar¨¢n los derechos de los trabajadores, se limitar¨¢ significativamente la paridad. Pese a que todos los sectores pol¨ªticos han valorado transversalmente el anteproyecto, es altamente probable que sufra modificaciones que favorecer¨¢n las posturas de la derecha.

Lo anterior es esperable y no debiese llamarnos a sorpresa. La presidenta del Consejo, Beatriz Hevia, del Partido Republicano, lo indicaba en la sesi¨®n inaugural con meridiana claridad: ¡°(El anteproyecto) no es un punto final, sino que todo lo contrario. Es un punto de partida para que llegue a ser un punto de encuentro¡±. El consejero Germ¨¢n Becker (de RN, de la derecha tradicional) sostuvo respecto de la libre elecci¨®n en el sistema de salud: ¡°Buscaremos reponerlo y convencer de que es lo mejor¡±. Y respecto de la heredabilidad y propiedad personal de los fondos previsionales, indic¨®: ¡°Es muy importante para nosotros y podr¨ªa estar dentro de los casi intransables¡±. El consejero se?al¨® que, adem¨¢s, deber¨¢ modificarse el sistema electoral para reducir el n¨²mero de asientos por distritos.

Las consejeras Cecilia Medina y Claudia Mac Lean (ambas republicanas) planteaban inquietudes respecto de la politizaci¨®n que se podr¨ªa producir con el derecho a huelga o respecto de sectores cr¨ªticos de la econom¨ªa que podr¨ªan verse afectados con ese derecho. La consejera Ivonne Mangelsdorff (RN) plante¨® que la subsidiariedad debiese explicitarse en el texto constitucional.

En tanto, el propio expresidente Sebasti¨¢n Pi?era plante¨® que el anteproyecto requer¨ªa ser revisado. Sostuvo que se necesitaba restablecer la figura del control preventivo del Tribunal Constitucional, fortalecer la libertad de elecci¨®n y las capacidades del Estado en seguridad y robustecer lo relativo a responsabilidad fiscal y macroecon¨®mica.

No cabe duda que el debate sobre los derechos sociales ser¨¢ lo m¨¢s significativo. Lo fue en la Comisi¨®n Experta y volver¨¢ a serlo en el Consejo Constitucional. Aqu¨ª¡ªaunque se diga lo contrario¡ª lo que est¨¢ en juego es el modelo actual de Isapres y de AFPs [el sistema privado de salud y el de pensiones, respectivamente]. Si por ejemplo se asegurara a nivel constitucional la libertad de elecci¨®n de cotizaciones en salud (es decir, que los y las trabajadoras puedan elegir el destino de sus cotizaciones), entonces se constitucionalizar¨ªa la estructura vigente, dificultando el debate legislativo futuro respecto al establecimiento de un fondo solidario de salud basado en parte de las cotizaciones de quienes tienen la opci¨®n de pagar por un seguro privado.

La pregunta siguiente es cu¨¢n dispuesto estar¨¢ el progresismo de apoyar un texto que ir¨¢ modific¨¢ndose en los pr¨®ximos meses. El presidente Gabriel Boric fij¨® un est¨¢ndar al apoyar el anteproyecto e indicar: ¡°Yo, hoy, la aprobar¨ªa¡±. Entonces, ?qu¨¦ pasar¨¢ ma?ana cuando el Consejo Constitucional por mayor¨ªa de sus integrantes vaya incorporando modificaciones que respondan a sus intereses? ?Cu¨¢les ser¨¢n las l¨ªneas rojas, los aspectos que ir¨¢n haciendo menos aceptable el texto para las fuerzas del progresismo?

?Qu¨¦ suceder¨ªa, por ejemplo, si a inicios del mes de octubre el pleno del Consejo Constitucional le presenta un texto modificado a la Comisi¨®n Experta donde se incluya la libertad de elecci¨®n de cotizaciones en salud, que se incorpore la posibilidad de libertad de elecci¨®n en materia de pensiones, que se limiten las normas de paridad, que se restrinjan los derechos de los trabajadores en materia de huelga o que se reincorpore el derecho de los que est¨¢n por nacer, tal cual figura hoy en el texto constitucional?

La presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, fij¨® una postura en su discurso ante el Comit¨¦ Central de su partido. Indic¨® que en el proceso constituyente en curso propiciar¨ªa el di¨¢logo y el encuentro. Pero al mismo tiempo, se?al¨®: ¡°Esto tiene l¨ªmites: no aceptaremos que la Constituci¨®n propuesta perpet¨²e la desigualdad, bajo el modelo de Estado subsidiario o disfraz¨¢ndola de libertades¡±. Agreg¨®: ¡°No dejaremos que nos convenzan de que la libertad de elecci¨®n del sistema de salud es un derecho constitucional; la libertad de elegir es importante, sin duda, y para eso est¨¢ la ley, ah¨ª debe consagrarse. Y ojal¨¢ todos tuvieran la posibilidad de ejercer esa libertad de elecci¨®n; pero sabemos que millones de chilenos no pueden optar. Para ellos no hay libertad, solo existe el sistema p¨²blico. Y es deber de los socialistas que ese sistema sea un verdadero derecho que est¨¦ garantizado¡±.

Vodanovic plante¨® otro m¨ªnimo: ¡°No dejaremos que nos impongan en la Constituci¨®n el r¨¦gimen de AFP, no solo porque es un sistema fracaso, sino porque las y los socialistas hemos luchado y seguiremos luchando por un r¨¦gimen de seguridad social¡±. Sostuvo que su partido luchar¨ªa por alcanzar acuerdos razonables.

La fijaci¨®n de m¨ªnimos democr¨¢ticos ser¨¢ fundamental a la hora de tomar una decisi¨®n a favor o en contra del texto que emitir¨¢ el Consejo Constitucional. Para el progresismo se trata de una decisi¨®n muy compleja, pues enfrentar¨¢ la parad¨®jica situaci¨®n de tener que decidir entre la Constituci¨®n vigente (la de 1980 con modificaciones) y un texto propuesto por una mayor¨ªa de derecha en el Consejo Constitucional. As¨ª las cosas, la primera pregunta se refiere a identificar los m¨ªnimos tolerables para aceptar una nueva Constituci¨®n. Seg¨²n las declaraciones de la presidenta socialista, al parecer tales m¨ªnimos se refieren no aceptar la constitucionalizaci¨®n de un modelo privatizador de los derechos sociales y que tienen su expresi¨®n m¨¢xima en las AFP y el sistema de Isapres.

El debate constitucional ser¨¢ crucial en una doble perspectiva. Por una parte, en el texto constitucional muy probablemente se plasmar¨¢ un modelo de sociedad. Est¨¢ por verse cu¨¢nto de la Constituci¨®n vigente quedar¨¢ reflejado en la nueva propuesta, pero las primeras se?ales de lo debatido en el propio Consejo advierten que es altamente probable que se constitucionalice el modelo privado de salud y de pensiones hoy vigente. Si en diciembre la derecha logra movilizar a un significativo segmento del electorado para votar a favor, estar¨ªa resolviendo el problema constitucional y validando un determinado modelo de sociedad. De ah¨ª que los partidos de derecha tengan muy pocos incentivos de resolver en los pr¨®ximos meses la reforma a la salud y de pensiones. Para ellos ser¨¢ mejor esperar el veredicto ciudadano de diciembre.

Por otra parte, el resultado del plebiscito tendr¨¢, sin duda, alguna una lectura con miras a las elecciones futuras municipales y presidenciales. Si la derecha triunfa en el plebiscito, quedar¨¢ en una posici¨®n expectante respecto de las elecciones que se avecinan y aquello est¨¢ muy presente en el c¨¢lculo de los partidos.

As¨ª es las cosas, el progresismo deber¨¢ clarificar cu¨¢les ser¨¢n sus l¨ªneas rojas en este acelerado proceso constituyente. Pero, adem¨¢s, deber¨¢ decidir las estrategias para enfrentar un escenario donde cualquiera de los dos resultados (Constituci¨®n vigente versus Constituci¨®n del Consejo) ser¨¢ sub-¨®ptimo para dicho sector. Lo anterior implica un alto nivel de coordinaci¨®n, unidad de prop¨®sito y much¨ªsima sinton¨ªa fina entre las preocupaciones de las grandes mayor¨ªas y las prioridades de los partidos. ?Podr¨¢ entonces el progresismo articular una respuesta relativamente coherente a este complejo dilema pol¨ªtico que enfrenta y que tendr¨¢ profundas consecuencias para el futuro del pa¨ªs?

Las dificultades en la coalici¨®n de Gobierno y la perplejidad y fragmentaci¨®n reinantes en los partidos que la componen no ayudan a desarrollar un discurso del todo coherente en el progresismo. En este sentido, las palabras de la presidenta del Partido Socialista advierten de un primer paso evidente al invitar a definir cu¨¢les ser¨¢n los m¨ªnimos aceptables en un texto que ya est¨¢ siendo escrito; y est¨¢ siendo escrito por otros.