Chile enfrenta dividido los 50 a?os del golpe del 11 de septiembre de 1973

Chile se prepara para conmemorar, el pr¨®ximo 11 de septiembre, los 50 a?os de golpe de Estado que derroc¨® al presidente socialista Salvador Allende (1970-1973) y dio inicio a una dictadura de 17 a?os en la que se violaron los derechos humanos: a¨²n hay 1.469 v¨ªctimas de desaparici¨®n forzada. Pero, en la v¨ªspera de los actos que recordar¨¢n esa fecha, el pa¨ªs sudamericano no solo vive un clima de divisi¨®n en la pol¨ªtica que se grafic¨®, especialmente, el 22 de agosto con los gritos y los insultos en la C¨¢mara de Diputados entre parlamentarios de derechas y del oficialismo de izquierdas. Tambi¨¦n experimenta, seg¨²n encuestas recientes, cierta distancia de los chilenos.

Un sondeo de la encuestadora Criteria, del domingo, mostr¨® que un 56% de los consultados se?al¨® que la conmemoraci¨®n del golpe de Estado ¡°nos divide como pa¨ªs¡±, con una diferencia de 40 puntos m¨¢s respecto de quienes respondieron que ¡°nos une como pa¨ªs¡±. Adem¨¢s, el 48% dijo que ¡°es irrelevante para las personas como yo¡± y solo el 25% que ¡°s¨ª importa¡±. Tambi¨¦n, el estudio Cadem, de esta semana, refiri¨® que solo un 1% de los chilenos piensa que el Gobierno deber¨ªa dedicar m¨¢s tiempo y esfuerzo a la conmemoraci¨®n de los 50 a?os. Y el 23 de agosto se sumaron los resultados del sondeo T¨² Influyes, que pregunt¨® si las distintas interpretaciones sobre el golpe han provocado efectos en sus hogares: un 48% dijo que ¡°ninguno¡±; un 36% que ¡°solo discusiones menores¡±; un 10% que ¡°algunos¡± y solo un 4% refiri¨® ¡°crispaci¨®n y hostilidad en la familia¡±. Adem¨¢s, un 56% indic¨® que, tras la conmemoraci¨®n, Chile iba a estar ¡°igual que siempre¡±, un 38% que ¡°m¨¢s desunido¡± y un 3% ¡°m¨¢s unido¡±.

Los resultados de las encuestas, sin embargo, contrastan con el clima en el Congreso chileno, donde en las ¨²ltimas 48 horas, se ha vivido, precisamente, crispaci¨®n y hostilidad.

El pasado martes, parlamentarios de la UDI, junto al bloque Chile Vamos, de la derecha tradicional, respaldados con los votos del Partido Republicano, de la extrema derecha, impulsaron en la C¨¢mara la relectura de una declaraci¨®n del 22 de de agosto de 1973, 20 d¨ªas antes del golpe de Estado, que denunciaba el ¡°grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la Rep¨²blica¡± del Gobierno de Allende y ped¨ªa a los ministros que eran parte de las Fuerzas Armadas y de Carabineros ¡°poner inmediato t¨¦rmino a todas las situaciones de hecho referidas, que infringen la Constituci¨®n y las leyes¡±.

Fue un hecho considerado por las izquierdas como un agravio de la oposici¨®n en los descuentos de la conmemoraci¨®n del quiebre de la democracia en Chile. ¡°No puedo dejar pasar la actitud miserable y provocadora con que algunos diputados leyeron esta ma?ana [el martes] un acuerdo a 50 a?os del golpe de Estado¡±, se?al¨® el senador socialista Jos¨¦ Miguel Insulza. Diputados del Partido Comunista, en tanto, mientras se le¨ªa en documento en la C¨¢mara, gritaban ¡°justicia, verdad, no a la impunidad¡±, con carteles de detenidos desaparecidos en sus manos.

Los roces entre parlamentarios continuaron el mi¨¦rcoles, porque el Partido Comunista plante¨® una moci¨®n para anular la lectura del documento de 1973, lo que fue rechazado en la C¨¢mara. Lo que ha ocurrido, sobre todo en las ¨²ltimas 48 horas en el Congreso, ha sido catalogado por la portavoz del Gobierno de Gabriel Boric, Camila Vallejo, militante comunista, como ¡°un retroceso civilizatorio¡±. ¡°Nunca se puede avalar o buscar argumentos que legitimen la ruptura democr¨¢tica por m¨¢s diferencias pol¨ªticas que se puedan tener¡±, dijo. Y agreg¨®: ¡°Quienes justifican el golpe de Estado podr¨ªan darlo hoy¡±.

La conmemoraci¨®n de los 50 a?os ha coincidido con un Gobierno de izquierdas, que encabeza el presidente Boric, que ha querido conceptualizar la fecha bajo los conceptos democracia es memoria y futuro. A partir de 2023, su Administraci¨®n le dio un sello que ha sido resistido por algunos sectores de la izquierda. Por ejemplo, por el hecho de que el mandatario concentrara la coordinaci¨®n en el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio que ha tenido tres ministros en 17 meses, y no en una secretar¨ªa de Estado m¨¢s pol¨ªtica.

Aunque, en paralelo a Culturas, hay dos ministerios, de Defensa y de Justicia, que tienen una participaci¨®n clave en la conmemoraci¨®n del golpe de Estado. En junio, la ministra de Defensa y nieta de Allende, Maya Fern¨¢ndez, viaj¨® al que fue campo de prisioneros que mantuvo la Marina en 1973 en Isla Dawson, en el extremo sur de Chile, junto a expresos pol¨ªticos y al jefe de la Armada, el comandante Juan Andr¨¦s de la Maza. Instalaron una placa que se?ala que ¡°en este lugar funcion¨®, entre el 21 de diciembre de 1973 y el 26 de septiembre de 1974, el campo de concentraci¨®n de detenidos pol¨ªticos de R¨ªo Chico, Isla Dawson, instalado por la dictadura c¨ªvico militar. Para que nunca m¨¢s¡±.

Adicionalmente, se espera que el 30 de agosto, Luis Cordero, de Justicia, lance el Plan de Nacional de B¨²squeda de detenidos desaparecidos de la dictadura. El proyecto pretende ser un legado del Gobierno de Boric a fin de que se convierta en una pol¨ªtica de Estado permanente destinada a conocer las circunstancias y el tr¨¢nsito por el que pasaron las personas que fueron detenidas y hechas desparecer por los agentes de Pinochet.

Pero, independientemente de estas iniciativas, la gesti¨®n de Boric en el contexto de la conmemoraci¨®n del golpe no ha sido f¨¢cil. En enero nombr¨® como asesor de los los 50 a?os al escritor Patricio Fern¨¢ndez, de izquierda moderada, quien el 5 de julio se vio obligado a renunciar al cargo por presiones del Partido Comunista y de agrupaciones de derechos humanos: lo acusaron de relativizar el golpe de Estado durante una entrevista. Es un hecho que ¨¦l ha negado. El presidente chileno, al aceptar su dimisi¨®n, dijo que Fern¨¢ndez ¡°es una persona que no s¨®lo es tremendamente respetuoso de los derechos humanos, como lo ha dicho expl¨ªcitamente, sino que jam¨¢s justificar¨ªa el quiebre de la democracia en un Golpe de Estado¡±.

Si la salida de Fern¨¢ndez, quien es muy cercano a Boric, fue el primer tropiezo, luego vino un segundo, que encendi¨® las alertas de que la conmemoraci¨®n de los 50 a?os estaba lejos de generar un clima de di¨¢logo. Ocurri¨® durante el viaje a Europa del mandatario, cuando el 15 de julio, en una entrevista a la Cadena SER, inform¨® que convocar¨ªa a los partidos pol¨ªticos de Chile a suscribir una declaraci¨®n conjunta con motivo de la conmemoraci¨®n de los 50 a?os del golpe de Estado. Se refer¨ªa a un acuerdo en el que ¡°convengamos, todas las fuerzas pol¨ªticas, independiente de nuestras posiciones actuales, que los problemas de la democracia se deben resolver con m¨¢s democracia y no con menos. Por lo tanto, un golpe de Estado es inaceptable. Y, dos, que ni las diferencias m¨¢s agudas justifican la violaci¨®n de los derechos humanos de quien piensa distinto¡±.

La oposici¨®n, sin embargo, rechaz¨® ese mismo d¨ªa suscribir un acuerdo. Por ejemplo, el jefe de bancada de los diputados de Renovaci¨®n Nacional, partido de la derecha tradicional, Frank Sauerbaum, dijo entonces: ¡°Nosotros no estamos disponibles para firmar ning¨²n acuerdo que se escriba con la mano izquierda, con una visi¨®n sesgada y coaptada por el Partido Comunista, con una visi¨®n de pasado¡±.

El presidente Boric no ha vuelto a abordar p¨²blicamente su idea de suscribir un acuerdo que condene el golpe de Estado. A juicio de sus cr¨ªticos, con la salida de Fern¨¢ndez se cristaliz¨® el triunfo de una mirada determinada ¨Cla del PC¨C, por sobre una posici¨®n moderada. Es una apuesta compleja para un pa¨ªs donde ni existe consenso en torno a la condena al bombardeo a La Moneda hace 50 a?os. De acuerdo a la encuesta CERC-Mori de mayo pasado, un 36% de los chilenos cree que los militares tuvieron raz¨®n en dar el golpe de Estado que lider¨® Pinochet.