El Estado de Chile, condenado por el secuestro en 1975 de una ni?a de tres a?os por la dictadura de Pinochet
Una jueza civil considera que la documentalista Macarena Aguil¨® fue v¨ªctima de un crimen de lesa humanidad imprescriptible. En agosto, dos exagentes fueron procesados por su caso
El Primer Juzgado Civil de Santiago ha condenado al Estado de Chile a pagar una indemnizaci¨®n de 80 millones de pesos (unos 86.000 d¨®lares) por concepto de da?o moral a Macarena Aguil¨® Marchi, quien fue detenida en 1975, cuando ten¨ªa tres a?os, por la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA), la polic¨ªa secreta de Augusto Pinochet (1973-1990), organismo que fue responsable de cientos de ejecuciones y desapariciones durante la dictadura. La magistrada Isabel Margarita Z¨²?iga Alvayay ha considerado que ¡°fue v¨ªctima de un crimen de lesa humanidad, imprescriptible tanto en sede penal como civil¡±.
Seg¨²n la sentencia emitida hoy, ¡°el da?o experimentado solo se puede enmarcar dentro de aquel denominado ¡®moral¡¯, por lo que resulta plausible entonces acoger la demanda, y tal circunstancia conlleva a determinar los perjuicios que las v¨ªctimas de violaciones a los derechos humanos sufrieron en el r¨¦gimen militar. En este caso, resulta especialmente grave la situaci¨®n de la demandante en relaci¨®n a la edad en que fue v¨ªctima de estos hechos, y los da?os futuros que conlleva en su desarrollo progresivo y proyecto de vida¡±.
Esta es la segunda resoluci¨®n en 2023 sobre el caso de Macarena Aguil¨®, quien en 1975 estuvo desaparecida casi un mes, trasladada a un hogar de menores e, incluso, fue llevada a Villa Grimaldi, en Santiago, un centro de detenci¨®n para adultos donde se tortur¨®. A mediados de agosto, tres jueces de la Corte de Apelaciones de Santiago revocaron un fallo de primera instancia y procesaron a Miguel Krassnoff y Rolf Wenderoth, dos exagentes de alto rango de la DINA, por su secuestro ¡°con grave da?o¡± y ¡°en su car¨¢cter de lesa humanidad¡±.
Macarena Aguil¨® Marchi (Santiago, 52 a?os) es hija de dos exintegrantes del Movimiento de Izquierda Revolucionara (MIR), Margarita Marchi y Hern¨¢n ?guil¨®, quien era jefe militar de la organizaci¨®n. Vivi¨® parte de su ni?ez a fines de los a?os setenta en Cuba junto a varios hijos e hijas de miristas en el Proyecto Hogares, que consisti¨® en que quedaron bajo el cuidado de tutores mientras sus padres, exiliados en Europa, regresaban a Chile en forma clandestina para luchar contra la dictadura. Es una historia que ella misma cont¨® en 2010 en su premiado documental El edificio de los chilenos, que fue vuelto a ser exhibido en Chile por la conmemoraci¨®n de los 50 a?os del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
En 1975, cuando Macarena ten¨ªa tres a?os, su madre hab¨ªa sido detenida por el Servicio de Inteligencia de la Fuerza A¨¦rea (SIFA), mientras su padre, quien era jefe militar del MIR, estaba clandestino pues era buscado por la DINA. Fue un periodo en que ella vivi¨® tanto con Elsa Or¨®stica en Santiago, quien trabajaba en su casa y ella llama cari?osamente nana, y la casa de unos t¨ªos en El Tambo, en San Vicente de Tagua Tagua, un municipio ubicado a unos 127 kil¨®metros de la capital de Chile. Fue una circunstancia de su vida que los agentes utilizaron perversamente. Seg¨²n ha establecido la justicia chilena, a Macarena la mantuvieron como reh¨¦n en esos lugares a fin de de que su padre, en alg¨²n momento, apareciera y as¨ª detenerlo. Nunca lo lograron.
Ese actuar de los agentes es el que fue descrito, en agosto, por primera vez en una sentencia judicial. ¡°Para sorprender a Hern¨¢n Aguil¨®, al no obtener resultado, deciden cruelmente llevarse a la ni?a y ocultar su actuar criminal inventando la informaci¨®n inveros¨ªmil que daba cuenta que personal de Carabineros hab¨ªa encontrado a Macarena Aguil¨® vagando en la calle, recogi¨¦ndola y traslad¨¢ndola al Hogar de Carabineros, ubicado en calle Manuel Montt a poca distancia de avenida Irarr¨¢zaval, desde donde es rescatada en precaria condici¨®n de cuidado personal por el abogado Horacio ?lvaro Varela, la asistente social Social Mar¨ªa Luisa Sep¨²lveda, y el abuelo Jorge Aguil¨® Garc¨ªa, con fecha 22 de abril de 1975¡å.
Ambos fallos, el penal y el civil, han sido emitidos m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s que Macarena Aguil¨® presentara, en 2001, la primera querella, que fue sobrese¨ªda en 2004. Pero ella insisti¨® en 2016.
Durante a?os, cuenta Macarena a EL PA?S, mantuvo en silencio su historia y de adolescente solo la comentaba con sus amigas m¨¢s cercanas. De su etapa de ni?a existen fotos que atesora, entre ellas la de un cumplea?os suyo que le celebr¨® Olga Ar¨®stica: aparece sentada en una mesa, al medio, rodeada de ni?os con sombreros de papel y un torta. Pero tambi¨¦n hay recortes de prensa de 1975 que dan cuenta de la denuncia que hizo su abuelo en 1975, el m¨¦dico Jorge Aguil¨®, en la Vicar¨ªa de Solidaridad, un organismo que represent¨® a v¨ªctimas de violaciones a los derechos humanos en la dictadura. Estaba desesperado por su desaparici¨®n. Hoy, esas piezas, son parte de su expediente judicial.
¡°Yo me acuerdo de ti, ac¨¢¡±
Fue en 1994, cuando Chile hab¨ªa recuperado hac¨ªa cuatro a?os la democracia, que acompa?¨® a su padre social, como el MIR denomin¨® a los tutores del Proyecto Hogares, a la apertura de Villa Grimaldi, hoy en un centro de memoria. ¡°Recuerdo que era un sitio eriazo, pues hab¨ªan destruido todo. Fue un acto que dur¨® todo el d¨ªa. En ese momento se revelaba que hab¨ªa sido un cuartel de exterminio por el que hab¨ªan pasado muchas personas, de distintos partidos pol¨ªticos. Esa carga era s¨²per fuerte, y yo me sent¨ª muy rara en ese lugar. Eran cosas que me eran extra?amente familiares¡±, relata Macarena. De pronto, contin¨²a, una mujer se le acerc¨® y le dijo: ¡°Yo me acuerdo de ti, ac¨¢¡±.
Al comienzo, Macarena dice que pens¨® que la mujer se confund¨ªa de persona. Pero con el transcurso de los d¨ªas aquello se transform¨® ¡°en una nube negra, una pesadilla¡±. Fue entonces que abri¨® una caja, que guardaba en su casa, en la que estaban los recortes de prensa, con las versiones de la dictadura ¡ªque negaba su secuestro¡ª y la de su familia; el recurso de amparo que interpuso su abuelo; el testimonio de su t¨ªa, con quien la llevaron a Villa Grimaldi y de Olga Ar¨®stica, quien tambi¨¦n pas¨® por ese centro de detenci¨®n.
Macarena ha recorrido un largo camino para llegar a este momento. Despu¨¦s de guardar su historia en la intimidad, cuando ten¨ªa 28 y su primer hijo cumpli¨® tres a?os, la misma edad suya cuando fue secuestrada, comenz¨® a meditar sobre su vivencia. ¡°Viv¨ª muy fuertemente esa sensaci¨®n de que yo ten¨ªa que hacer algo¡±, dice. ¡°Me puse en el lugar de que en alg¨²n momento iba a tener que contarle esto a ¨¦l. Y yo misma me hice la pregunta sobre qu¨¦ hice yo. Y esto no se hab¨ªa llevado a la justicia ni se hab¨ªa buscado a qui¨¦nes hab¨ªan hecho esto. ?Y c¨®mo mi hijo va a tener el referente de que esto no debe ocurrir?¡±.
A partir entonces, Macarena Aguil¨® tom¨® varias decisiones. Una de ellas fue declarar ante la Comisi¨®n de Prisi¨®n Pol¨ªtica y Tortura, que fue creada en Chile en el Gobierno del socialista Ricardo Lagos (2000-2006) y que recogi¨® los testimonios de las v¨ªctimas de la dictadura. El informe, liderado por el exobispo de Santiago, Sergio Valech ¡ªconocida por eso como Comisi¨®n Valech¡ª fue dado a conocer en 2004 y dio cuenta de m¨¢s de 30.000 v¨ªctimas, 28.459 por detenciones ilegales, tortura, ejecuciones y desapariciones y m¨¢s de 800 centros de tortura.
Pero el caso de Macarena, cuando fue a declarar, ten¨ªa un agravante que tampoco, relata, se esperaban los propios integrantes de la Comisi¨®n Valech: era menor de edad, y su testimonio se sum¨® a los 102 que fueron entregados. ¡°No hab¨ªa nada articulado en torno a dar testimonios que tuvieran que ver con la ni?ez¡±, dice. Y agrega: ¡°Para m¨ª ese momento fue el reconocimiento social de un fen¨®meno. Fue el momento en que yo conect¨¦ realmente mi vivencia con un presente, a entender la dimensi¨®n de lo que hab¨ªa ocurrido. Y yo creo que por primera vez tambi¨¦n vivirla. En t¨¦rminos emocionales, de poder tocar realmente lo que hab¨ªa ocurrido¡±.
El pr¨®ximo documental de Maracena Aguil¨®, que prepara hace m¨¢s de 10 a?os, relatar¨¢ el devenir personal y judicial de su vivencia, que en 2023, ha sumado dos fallos.
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