A la caza de quienes anulan y de los indecisos

El 17 de diciembre Chile enfrentar¨¢ la tercera elecci¨®n consecutiva con inscripci¨®n autom¨¢tica y voto obligatorio. Recordemos que para el plebiscito de septiembre de 2022 ¨Cen el primer intento constituyente¨C concurrieron a votar poco m¨¢s de 13 millones de electores y para la elecci¨®n de los integrantes del Consejo Constitucional de este segundo proceso, en mayo pasado, lo hicieron 12,5 millones. No obstante entre una y otra elecci¨®n hubo sustantivas diferencias que vale la pena destacar.

La primera, y m¨¢s llamativa, se refiere al alto porcentaje de votos nulos y blancos, que representaron el 21,5% de quienes fueron a votar para elegir consejeros redactores del nuevo texto hace cinco meses. De aquella cifra, 2,1 millones fueron votos nulos. En el proceso inmediatamente anterior, se evidenci¨® un muy bajo porcentaje de voto nulo/blanco (2,1%). Lo anterior podr¨ªa explicarse por las caracter¨ªsticas propias de cada proceso. En el plebiscito 2022 estaba en juego una propuesta que gener¨® dos polos claramente diferenciados, mientras en la elecci¨®n del Consejo Constitucional de mayo surgieron cuestionamientos respecto de la pertinencia y legitimidad. El voto nulo pudo ser una protesta respecto del proceso mismo, como tambi¨¦n respecto de la obligaci¨®n de votar.

Entonces, la primera interrogante a responder es si se replicar¨¢ alg¨²n movimiento o llamado a anular el voto en el plebiscito. Si los niveles de participaci¨®n electoral con el requisito de la obligatoriedad son bastante altos (sobre el 82%), entonces la pregunta es cu¨¢ntos de los que concurrir¨¢n a votar se inclinar¨¢n por anular su voto. Como sabemos, los votos nulos/blancos se descuentan de los votos emitidos, por lo que no se consideran para calcular el resultado final. No obstante, el hecho que un alto porcentaje de votantes se incline por esta opci¨®n podr¨ªa afectar dram¨¢ticamente la balanza a favor de una u otra opci¨®n. Si asumimos que gran parte de quienes anulan su voto abrazan ideas m¨¢s bien progresistas, y si la cifra llega a 2 millones de votos, por ese mero acto de restarse de marcar una opci¨®n perfectamente podr¨ªan facilitar el triunfo a la opci¨®n A favor. La campa?a por la alternativa del En contra deber¨¢ convencer a quienes est¨¢n llamando a anular que hay mucho en juego con la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n propuesta por un Consejo Constitucional de derechas.

Una segunda cuesti¨®n se refiere al caudal de votos que ideol¨®gicamente se inclina por la derecha o izquierda en este proceso. Cuando analizamos la trayectoria del comportamiento electoral en Chile desde el retorno a la democracia, observamos que de modo bastante consistente la centroizquierda ha obtenido aproximadamente 3,7 millones de votos como promedio, mientras la derecha ha obtenido 3 millones en elecciones nacionales presidenciales. Podr¨ªamos inferir que aquello constituye un piso m¨ªnimo desde el cual se ha organizado la disputa pol¨ªtico-electoral en Chile. Sin embargo, debemos tener cuidado con las comparaciones, pues en el mundo pre-2022 ten¨ªamos competencias electorales con sistema de inscripci¨®n y de votaciones distintos a la situaci¨®n que se enfrentar¨¢ el 17 de diciembre. Hasta las elecciones de 2009, se ten¨ªa un sistema de registro voluntario con voto obligatorio, luego se pas¨® a un sistema de inscripci¨®n autom¨¢tica con voto voluntario y desde el plebiscito de 2022 tenemos la combinaci¨®n de inscripci¨®n autom¨¢tica con voto obligatorio. Por lo mismo, debemos ser extremadamente cautelosos respecto a proyectar resultados pasados a elecciones futuras.

Por ejemplo, observamos que de un promedio de 7 millones de electores que concurr¨ªan a votar en el mundo del voto voluntario, en la elecci¨®n de segunda vuelta entre Gabriel Boric y Jos¨¦ Antonio Kast de 2021 se elev¨® a 8,3 mill¨®n y en las dos ¨²ltimas elecciones concurrieron a votar poco m¨¢s de 12,5 millones de electores. De ah¨ª que se ha planteado que el resultado electoral de diciembre depender¨¢ de estos 4 millones de nuevos electores que se han incorporado a votar a raz¨®n de la obligaci¨®n de asistir a votar.

Sabemos que como m¨ªnimo, la centroizquierda ha movilizado en el ¨²ltimo tiempo entre 3,6 millones y 4,8 millones de electores; mientras la derecha ha movilizado entre 3,6 millones (en la elecci¨®n de Kast) y 6 millones para la elecci¨®n del Consejo Constitucional en mayo pasado.

Los resultados de los dos ¨²ltimos plebiscitos deben observarse con mucho cuidado. En el plebiscito de entrada de octubre de 2020, donde se aprob¨® la idea de tener una nueva Constituci¨®n, concurrieron poco m¨¢s de 7 millones de electores y, de ellos, 5,8 millones se inclinaron por la opci¨®n Apruebo. Sin embargo, parte de estos 5,8 millones fueron de derecha, por lo que no podr¨ªa asumirse que los 5,8 millones le pertenecen a la centroizquierda. En el caso del plebiscito de salida de 2022, unos 7,8 millones de electores (62%) rechazaron la propuesta de la Convenci¨®n, pero ac¨¢ un sector de centro importante del electorado se inclin¨® por aquella opci¨®n. Es muy dif¨ªcil identificar cu¨¢ntos de esos electores son de derecha, pero lo que s¨ª sabemos es que al menos en el ¨²ltimo proceso electoral, los partidos de derecha obtuvieron 6 millones de votos.

Ahora bien, el plebiscito de diciembre es diferente a una elecci¨®n donde se presentan candidaturas de listas de partidos. En diciembre se enfrentar¨¢n nuevamente dos posturas que probablemente tender¨¢n a polarizar a la sociedad por lo que tampoco podr¨ªamos proyectar directamente las cifras de la elecci¨®n del Consejo al plebiscito que se realiz¨® en mayo.

?Qu¨¦ nos informan las encuestas respecto del clima de opini¨®n p¨²blica? La mayor¨ªa de ellas nos indica que hasta la fecha existe un favoritismo hacia la opci¨®n En contra, aunque en las ¨²ltimas semanas se advierte una progresiva alza de la opci¨®n A favor. El perfil de quienes se inclinan por la opci¨®n En contra es de personas de nivel socioecon¨®mico medio, preferentemente m¨¢s j¨®venes (18 a 39 a?os de edad), de la zona central y metropolitana del pa¨ªs (Santiago de Chile) y que se autoidentifican como de centroizquierda o izquierda. En aquellos que se inclinan por el voto A favor tienden a predominar personas de nivel socioecon¨®mico alto, mayores de 60 a?os, y de centroderecha o derecha. Entre aquellos que se inclinan por el voto nulo, tienen a prevalecer personas de nivel socioecon¨®mico bajo, de la zona norte del pa¨ªs y personas que se inclinan por el centro (Encuesta UDP-Feedback Octubre 2023).

Dada la caracter¨ªstica m¨¢s de derecha de la propuesta del Consejo Constitucional, el plebiscito es muy probable que replique una polarizaci¨®n marcada por el eje izquierda/derecha, en donde se volver¨¢ a alinear una votaci¨®n hist¨®rica de izquierdas-derechas. La interrogante principal ser¨¢ hacia d¨®nde se inclinar¨¢n aquellos grupos de la sociedad menos politizados (los votantes recientes), que tienen identidades m¨¢s difusas (unos 4 millones de electores) y c¨®mo se comportar¨¢ aquel sector que anul¨® su voto en las ¨²ltimas elecciones (unos 2,6 millones). Se trata de un universo de 5 a 6 millones de electores que convierten esta elecci¨®n en una de resultado bastante incierto. La tendencia esperable es que sea una elecci¨®n bastante cerrada y que observemos una cl¨¢sica competencia ideol¨®gica de izquierdas versus derechas, con un amplio sector entremedio ¡ªno ideologizado¡ª que terminar¨¢ definiendo el destino constitucional del pa¨ªs.