Los 10 inolvidables ¡®momentos deportivos¡¯ de Sebasti¨¢n Pi?era

El cruce con Bielsa

El entrenador de la selecci¨®n chilena jam¨¢s estuvo de acuerdo con visitar el Palacio de La Moneda tras la eliminaci¨®n a manos de Brasil en el Mundial de Sud¨¢frica. Le parec¨ªa que era un exceso, que no hab¨ªa nada que festejar y que hab¨ªa que priorizar el retorno de los jugadores con sus familias despu¨¦s del prolongado per¨ªodo de concentraci¨®n. Pero Pi?era insisti¨® y la visita fue inevitable. Con la mano estirada, el presidente sinti¨® el desaire del rosarino, que sent¨ªa particular cercan¨ªa con Michelle Bachelet. Al d¨ªa siguiente Bielsa se disculp¨® en carta p¨²blica diciendo que ¡°quisiera pedir que no se interprete mi actitud como una descortes¨ªa para con las autoridades que homenajearon al equipo¡±. Pi?era le replic¨®, un d¨ªa despu¨¦s, tambi¨¦n por escrito: ¡°Valoro las disculpas del se?or Marcelo Bielsa. Cada uno es responsable de sus propias actitudes y conductas. Como presidente de la Rep¨²blica voy a tratar con el debido respeto a todas y cada una de las personas¡±.

La bandera de Atenas

Alejado de la pol¨ªtica, en los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas, Pi?era asisti¨® como mero espectador, aunque con acceso privilegiado gracias a las gestiones del Comit¨¦ ol¨ªmpico chileno. Cuando nadie sospechaba que habr¨ªa cosecha de medallas y menos de oro, el empresario asisti¨® con regularidad al court para presenciar la gesta de Mass¨² y Gonz¨¢lez, festejando codo a codo la haza?a. La historia dice que pidi¨® prestada una bandera a la delegaci¨®n de deportistas chilenos presentes en el recinto para inmortalizar el momento.

La seguridad en los estadios

En los meses iniciales de su primer gobierno y preocupado por la creciente ola de violencia en los estadios, Pi?era encomend¨® al Ministerio del Interior la creaci¨®n de un plan para combatir a las barras bravas. Lo hizo mirando a una de sus pol¨ªticas m¨¢s admiradas, Margaret Tatcher, por lo que los primeros datos recabados fueron en torno a la Premier League, que para el a?o 2011 ya hab¨ªa implementado por una d¨¦cada las nuevas medidas de seguridad. El impulso sirvi¨® para crear Estadio Seguro, pero no para solucionar el problema. En su segundo per¨ªodo, las mismas barra bravas que no pudieron desarticularse fueron piedra angular del estallido social.

Los penales con mascarillas

A Sebasti¨¢n Pi?era le correspondi¨® lidiar con la pandemia del covid. El f¨²tbol fue tempranamente suspendido, lo que se sum¨® a la interrupci¨®n por el estallido social. Despu¨¦s de largos meses de inactividad ¨Cuno de los m¨¢s largos a nivel planetario¨C se decidi¨® la reapertura de las canchas, para lo cual se realiz¨® una puesta en escena con Esteban Paredes, Jos¨¦ Pedro Fuenzalida y el mandatario. Presa una vez m¨¢s de su entusiasmo, quiso salirse del protocolo con una tanda de lanzamientos penales. Primero lanzando y luego, con mascarilla puesta, atajando. O tratando de atajar. Esteban Paredes no lo perdon¨®.

Los estadios Bicentenario

Tras afrontar varios esc¨¢ndalos en la Subsecretar¨ªa de Deportes, Michelle Bachelet dio un giro a su pol¨ªtica apoyando la realizaci¨®n del Mundial Juvenil Femenino en nuestro pa¨ªs impulsando la construcci¨®n de tres estadios Bicentenario, con altos est¨¢ndares. El proyecto contemplaba adem¨¢s la remodelaci¨®n del Estadio Nacional, que se hizo contra el tiempo y de muy mala manera, lo que motiv¨® la ¨¢cida cr¨ªtica del arquitecto Gonzalo Mardones, muy cercano a Pi?era. Al asumir su primer mandato presidencial, impuls¨® la creaci¨®n de nuevos estadios, siguiendo con ¨¦xito la pol¨ªtica de infraestructura de su antecesora, aunque el Estadio Nacional otra vez fue postergado.

Los apodos de la Generaci¨®n Dorada

Pi?era festej¨® en medio de una reuni¨®n del G20 en Jap¨®n el triunfo en la Copa Am¨¦rica del 2015, con el penal de Alexis S¨¢nchez. Su relaci¨®n con la generaci¨®n dorada fue siempre un tanto esquiva. Pi?era no olvid¨® que el grupo y Bielsa invitaron a Michelle Bachelet a la concentraci¨®n de Inwenyama, en Nelspruit. Y varios de los jugadores del plantel recordaban entre risas la visita del mandatario a Juan Pinto Dur¨¢n para despedirlos, tratando de utilizar los apodos con que eran conocidos. Aludi¨® a Celia Punk, a Palmatoria, a Visogol (Vidal, Beausejour y Paredes), pero las risas de Cecilia Morel y Ruiz Tagle se tensionaron cuando, tras una vacilaci¨®n, se refiri¨® al Loco Bielsa. Finalmente, los grandes ¨¦xitos de la Roja no coincidieron con sus mandatos. Las dos Copas Am¨¦rica, el subcampeonato en la Confederaciones y el Mundial del 2014 fueron bajo el mandato de Bachelet.

Berlusconi maestro, Macri disc¨ªpulo

Admirador de la gesti¨®n de Silvio Berlusconi, Sebasti¨¢n Pi?era entendi¨® que deb¨ªa replicar las pol¨ªticas del primer ministro italiano en los relativo a clubes de f¨²tbol y medios de comunicaci¨®n. As¨ª fue como se hizo propietario de Colo Colo ¨Caprovechando la ley de Sociedades An¨®nimas Deportivas que impuls¨® en el Congreso¨C y adquiri¨® el canal Chilevisi¨®n. En el cuadro albo conquist¨® t¨ªtulos nacionales, lleg¨® a la final de la Copa Sudamericana y obtuvo beneficios por la transferencia de varios jugadores surgidos en las canteras durante el per¨ªodo de la quiebra. Engolosinado, mantuvo sus acciones al ser electo, y nombr¨® a otro accionista mayoritario, Gabriel Ruiz Tagle, como su ministro de Deportes. Tras un aluvi¨®n de cr¨ªticas y ya instalado en La Moneda, debi¨® vender el club y el canal, que no entraron finalmente en la f¨®rmula de su fideicomiso ciego. As¨ª como ¨¦l sigui¨® a Berlusconi, en Argentina Mauricio Macri se convirti¨® en presidente de Boca Junios para acceder a la Casa Rosada. Consejo de su amigo Pi?era.

La pinchanga es sagrada

Como es habitual en los veranos del pa¨ªs, los incendios forestales arreciaban en el sur de Chile. Espec¨ªficamente en Carahue, en la regi¨®n de La Araucan¨ªa. Mientras miles de hect¨¢reas ard¨ªan, el presidente, en el marco de una gira, decidi¨® jugar un partido de f¨²tbol contra la prensa acreditada, utilizando, como era costumbre, el dorsal 9. Goleador de los equipos que conformaban sus equipos, ese encuentro fue de gusto amargo. ¡°No pude con las ganas¡±, dijo en camarines.

Las leyes fundamentales

En su per¨ªodo como senador impuls¨® la Ley de Donaciones Deportivas, que se consideraba fundamental para permitir la participaci¨®n de la empresa privada en el financiamiento de proyectos y planes deportivos. Con el paso de los a?os la ley, que permit¨ªa la exenci¨®n de impuestos a las empresas aportantes, fue criticada porque no dio los frutos deseados y desvirtu¨® su objetivo inicial. Fue tambi¨¦n una iniciativa parlamentaria de Pi?era la que permitir¨ªa la Ley de Sociedades An¨®nimas Deportiva, que permiti¨® a las instituciones m¨¢s populares escapar de la quiebra, aunque concentr¨® el poder en los accionistas mayoritarios y ampar¨® irregularidades como la multipropiedad de clubes o la llegada de inversores sin ninguna vinculaci¨®n afectiva con los colores o empresarios que los utilizaron como plataformas para sus negocios de representaci¨®n. Siempre entusiasta, Sebasti¨¢n Pi?era, hincha ac¨¦rrimo de la Universidad Cat¨®lica, declar¨® su amor por la franja y pos¨® con la camiseta, para despu¨¦s asumir como dirigente de Colo Colo. En el 2013, cre¨® el ministerio del Deporte, que remedi¨® el arrastre de esc¨¢ndalos e irregularidades anteriores en Chiledeportes y el Instituto Nacional de Deportes (IND), y materializando una larga aspiraci¨®n de la actividad en Chile.

El sufrimiento protocolar

Impulsivo, entusiasta y arriesgado, a Pi?era sus asesores le reprochaban sus salidas de libreto. Muchos recuerdan la cara de sorpresa de Usain Bolt, el m¨²ltiple medallista ol¨ªmpico en velocidad, cuando visit¨® La Moneda y el mandatario le regal¨® un cuadro con un meme que mostraba al gobernante gan¨¢ndole una carrera al jamaiquino. O cuando recibiendo a la delegaci¨®n tras los Juegos Odesur de Cochabamba, en el 2018, le pregunt¨® p¨²blica y ante las c¨¢maras a Tom¨¢s Gonz¨¢lez si ten¨ªa m¨¢s pololas o medallas en la gimnasia. ¡°Medallas¡±, contest¨® t¨ªmidamente el deportista, actualmente casado con Juanes, su pareja desde esa ¨¦poca.

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