Daniel Matamala, periodista chileno: ¡°No me gusta ser odioso¡±
Considerado uno de los columnistas pol¨ªticos m¨¢s influyentes de Chile, acaba de publicar su noveno libro, ¡®El hast¨ªo¡¯. Su ¨²ltimo art¨ªculo, en el que critica al Gobierno de Boric, encendi¨® nuevamente a la opini¨®n p¨²blica
Cada domingo, las columnas que publica el periodista Daniel Matamala (45 a?os, Valdivia) en el diario chileno La Tercera, despiertan pasiones. Sus art¨ªculos de opini¨®n sacan ronchas en algunos sectores, mientras que son aplaudidas a rabiar por otros. Y no pocas veces su apellido termina entre los primeros lugares del listado de trending topic de X (exTwitter).
El fin de semana pasado, su columna titulada Barros Boric ¨Cdonde b¨¢sicamente destroza el primer tiempo del presidente de izquierdas, al que acusa de ser un mandatario ¡°testimonial¡±, con un balance ¡°paup¨¦rrimo¡±¨C no fue la excepci¨®n. Salieron a alabar y compartir su texto desde diversas tendencias pol¨ªticas, mientras que algunos de los m¨¢s leales a la Administraci¨®n manifestaron su disgusto. Mat¨ªas Meza-Lopehand¨ªa, amigo y exjefe de Gabinete de Boric, que dej¨® su cargo a principios de enero de 2023 en medio de la pol¨¦mica por los errores en el proceso de indulto a presos del estallido social, public¨® una columna en el mismo medio, titulada Matamala. Ah¨ª acusa al periodista de ¡°reproducir cr¨ªticas conocidas¡± y utilizar el m¨¦todo cherry picking para elegir los casos que confirmar¨ªan su postura. La pol¨¦mica no qued¨® ah¨ª: Matamala decidi¨® contraatacar ¨Cresponderle¨C y escribi¨® un nuevo texto profundizando en sus opiniones.
Como sea, la figura del periodista, que recibi¨® en 2022 el premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia y que acaba de publicar su noveno libro, El hast¨ªo, marc¨® la pauta de la semana en medio de los balances de los dos primeros a?os de Gobierno.
Recibe a EL PA?S en su departamento, un peque?o piso ubicado en un discreto edificio de la comuna de Providencia, en la zona oriente de Santiago. Viste un atuendo relajado, camiseta blanca y pantal¨®n de vestir y se instala en el sill¨®n de su living mientras bebe de un taz¨®n blanco con la figura de Obama. En esta conversaci¨®n habla de su libro, pero tambi¨¦n revela partes de su m¨¦todo para escribir, su mirada ante las cr¨ªticas y c¨®mo se tom¨® la pol¨¦mica de la semana.
Pregunta. ?En qu¨¦ momento est¨¢ la pol¨ªtica chilena, tras dos intentos fracasados de superar la Constituci¨®n de 1980 y en la mitad del Gobierno de Boric?
Respuesta. El nombre del libro, El hast¨ªo, tiene que ver con eso, con una manera de tratar de resumir el estado de ¨¢nimo actual. Vivimos una ¨¦poca de mucha disrupci¨®n (el estallido social de 2019), que tuvo dos elementos, de violencia y disrupci¨®n destructiva, pero tambi¨¦n de disrupci¨®n constructiva. De mucha esperanza, de ganas de construir algo nuevo, de volver a dialogar y conversar. Como finalmente ese proceso no logr¨® nada que se tradujera en un cambio real, me parece que provoc¨® una sensaci¨®n general de des¨¢nimo y frustraci¨®n. Es un estado de ¨¢nimo bien pesado que creo que se ha apoderado del pa¨ªs.
¡°Todo indica que el pr¨®ximo Gobierno va a ser de derecha¡±
P. En El hast¨ªo usted dice que a cuatro a?os del estallido ¡°se nos agot¨® la esperanza¡±. ?De qu¨¦ se trataba esa esperanza, a su juicio?
R. Era una esperanza vaga y dif¨ªcil de definir. Pero si uno vuelve a esos d¨ªas, hubo una marcha de un mill¨®n de personas, pac¨ªfica, c¨ªvica, de gente de muy distintas posiciones pol¨ªticas y maneras de vivir, que volv¨ªan a encontrarse en un espacio p¨²blico, cada uno con sus demandas particulares. Y lo que hab¨ªa en el fondo era la pulsi¨®n por intentar, o por querer formar un pacto social, es decir, una nueva forma de relacionarnos. Una nueva Constituci¨®n era una partecita de eso, pero que absorbi¨® el todo, porque no hubo otra manera institucional de absorber el resto de las demandas.
P. Usted describe el p¨¦ndulo pol¨ªtico como una trampa en donde la ciudadan¨ªa siempre termina votando en contra. ?Qu¨¦ es lo que genera esa din¨¢mica t¨®xica?
R. No solo es en Chile. En Latinoam¨¦rica pr¨¢cticamente todas las elecciones han sido ganadas por la oposici¨®n en los ¨²ltimos a?os, y son oposiciones que cada vez son m¨¢s outsiders y m¨¢s extremas, porque se van desgastando los partidos tradicionales. Creo que la gente est¨¢ castigando lo que ve como una incapacidad de la democracia de resolver sus problemas, en un mundo que exige respuestas y certezas inmediatas. Y eso en el m¨¦todo democr¨¢tico se obtiene con deliberaci¨®n, conversaci¨®n, con negociaci¨®n y que es, por su propia naturaleza, muy lento.
P. Usted defini¨® al Frente Amplio de Boric como una ¡°cazuela ideol¨®gica¡±. ?En qu¨¦ se refleja esto?
R. Ellos ten¨ªan muchas convicciones, muy dr¨¢sticas, muy firmes. Y no s¨¦ hasta qu¨¦ punto han hecho el trabajo de definir cu¨¢les de esas siguen siendo convicciones y en cu¨¢les ya no creen, cu¨¢les pragm¨¢ticamente dicen que se pueden negociar o conversar. No veo esa claridad. Creo que hay una tremenda confusi¨®n sobre qu¨¦ son en este momento con un Gobierno que cambia de opini¨®n, lo que me parece s¨²per v¨¢lido de hacer cuando cambian los hechos o cuando hay convicciones distintas. Pero lo hace sin explicar por qu¨¦ y a qu¨¦ corresponde ese cambio.
P. ?Le sorprender¨ªa ver de nuevo a Michelle Bachelet la papeleta presidencial de 2025?
R. No me sorprender¨ªa si es que se cumplieran dos requisitos. Que fuera la ¨²nica carta que tuviera la izquierda y si tuviera alguna posibilidad real de ganar. En el escenario de hoy se ve que b¨¢sicamente la carta que tenga la izquierda va a ser para sacrificar. Y no creo que la expresidenta est¨¦ dispuesta a ir al sacrificio, porque hoy todo indica que el pr¨®ximo Gobierno va a ser de derecha.
P. ?Y c¨®mo ve a Evelyn Matthei [la candidata de la derecha tradicional para la presidencial 2025]?
R. Creo que si ha habido un momento en el cual los atributos de Matthei resuenan positivamente para el electorado chileno, probablemente es este. Ella tiene una combinaci¨®n de entregar mucha fuerza, sobre todo del combate a la delincuencia, pero dentro de una sensaci¨®n de estabilidad, seguridad y experiencia. Y adem¨¢s creo que fue muy h¨¢bil durante el proceso constituyente en hacer todo lo posible para dejar en claro que se desmarcaba de los temas de retrocesos en libertades civiles, que fueron los que finalmente le han costado dos elecciones ya a los republicanos.
¡°Que me llamen para presionarme, no¡±
P. Vamos al tema de esta semana. ?Le sorprendi¨® la resonancia que tuvo la columna sobre los dos a?os de Gobierno de Boric?
R. No, para nada. Parto siempre de la base de que uno est¨¢ en el debate p¨²blico y que si uno escribe sobre algo no puede pretender que no venga una respuesta. Me parece totalmente v¨¢lida e importante de contestar la respuesta del exjefe de gabinete del Gabriel Boric, porque es una persona que tuvo un rol importante en todo lo que pas¨® en el Gobierno y entiendo que hasta hoy sigue siendo muy escuchado. Y se lo contest¨¦ en los mismos t¨¦rminos.
P. ?Lo llamaron del Gobierno?
R. No. Yo obviamente converso con mucha gente, todo el rato, pero que me llamen para presionarme, no. Ahora, estoy s¨²per abierto a conversar. Creo que uno siempre tiene que dialogar. Pero tambi¨¦n todo el mundo sabe que siempre he sido cr¨ªtico del poder en todos sus ¨¢mbitos.
P. En el caso de la respuesta de Meza-Lopehand¨ªa, ?cree que habla por el presidente?
R. No, no puedo hacer esa interpretaci¨®n. Me imagino que si el presidente tiene algo que decir, lo dir¨¢. Y lo ha dicho, cuando ha sido cr¨ªtico de otras opiniones, de otros medios y de otros columnistas.
P. ?De la derecha lo llam¨® alguien?
R. Me llama mucha gente de todos lados siempre y la gente saca todo tipo de interpretaciones que muchas veces no tienen nada que ver con lo que uno ha hecho. Me gusta que se arme un debate, pero no intervengo, salvo en casos muy espec¨ªficos.
P. ?Ese debate tan frontal, le incomoda?
R. Pr¨¢cticamente ya no uso Twitter, salvo para postear la columna. Me parece que el tipo de debate que promueven estas plataformas es s¨²per t¨®xico y da?ino para la democracia. Como soy muy cr¨ªtico de eso, trato de no alimentar este tipo de discusi¨®n. Las columnas me gustan, porque permiten un formato que es un poquito m¨¢s reflexivo.
¡°Escribo escuchando desde Stravinski hasta Pantera¡±
P. ?C¨®mo elige los temas de sus columnas?
R. Es un proceso de toda la semana. De repente hay algunos temas que se me aparecen y al final no clasifican. Trato de tener una mezcla entre que sean temas contingentes con otros un poco m¨¢s atemporales o que puedan ir m¨¢s all¨¢ de ese d¨ªa. Es un proceso largo, en el que voy hablando con distinta gente. Y generalmente escribo el s¨¢bado. Escribo desde mi casa y escucho m¨²sica, desde Stravinski hasta Pantera, dependiendo de mi estado de ¨¢nimo. Me tomo tiempo en editar, luego la dejo descansar un par de horas, me voy a hacer cualquier otra cosa y despu¨¦s vuelvo a leerla.
P. ?Hay una f¨®rmula Matamala cuando escribe sus columnas?
R. Creo que uno siempre busca un gancho o algo que sea atractivo para el p¨²blico en el c¨®mo se presenta el tema y el tipo de analog¨ªas que usa. Eso hace que sea m¨¢s atractiva y m¨¢s interesante de comentar que si fuera un an¨¢lisis m¨¢s ¨¢rido. Entonces s¨ª, trato bastante de buscar que tengan un estilo particular, una cierta narrativa.
P. ?Y pegarle a un sector primero y a otro despu¨¦s, repartir combos?
R. No, si uno es cr¨ªtico del poder en general, necesariamente algunas veces la cr¨ªtica va a ir hacia la derecha, otras a la izquierda, o al Gobierno o la oposici¨®n, o al poder econ¨®mico o los medios de comunicaci¨®n. Pero no tengo un calendario en que yo diga: mira, hoy d¨ªa toca pegarle a tal sector o criticar o alabar a tal otro. Tiene que ver con la contingencia y con lo que veo que ocurre.
P. ?No ve un conflicto entre ser un periodista que informa [en la televisi¨®n] y al mismo tiempo opina?
R. No, porque creo que lo importante es que la gente entienda cuando uno est¨¢ en cada una de esas funciones. Adem¨¢s, creo que mis columnas de opini¨®n en particular, por lo menos lo que yo intento hacer, es que siempre sean muy period¨ªsticas y est¨¦n respaldadas con mucho dato.
P. La derecha lo critica mucho porque lo consideran de izquierda. ?Es usted una persona de izquierda?
R. Primero soy periodista y eso es muy importante, porque cuando hago una cr¨ªtica o cuando hago una columna, tiene que ver con eso: no con beneficiar a un determinado sector o a otro. Es importante remarcar eso, porque tambi¨¦n hay otros columnistas que son, leg¨ªtimamente, de un sector pol¨ªtico y escriben para su beneficio. En cuanto a lo que pienso como ciudadano, me defino como alguien que cree en una serie de conceptos, en la libertad de cada persona para llevar adelante sus proyectos de vida sin interferencias externas y que tiene que haber igualdad de oportunidades para que esa libertad pueda desplegarse. Y creo en la democracia, en la defensa de los derechos humanos. Esas son mis definiciones b¨¢sicas, el marco en que me muevo en t¨¦rminos pol¨ªticos.
P. ?Le gustar¨ªa entrar alguna vez a la pol¨ªtica? ?Se lo han propuesto?
R. No tengo ning¨²n inter¨¦s en entrar en el mundo de la pol¨ªtica. Me lo han propuesto, de todos los cargos y de todos los sectores pol¨ªticos que puedas imaginar. Y por supuesto que siempre he dicho que por ning¨²n motivo. No me interesa tener ning¨²n cargo de poder ni lo tendr¨ªa. Me gusta demasiado el periodismo, es mi vocaci¨®n, y creo que la pol¨ªtica no tiene nada que ver con el periodismo. El objeto del periodismo es buscar la verdad dentro de todas nuestras limitaciones y el objetivo de la pol¨ªtica, en cambio, es el poder.
P. El periodismo tambi¨¦n da poder.
R. Exacto, pero precisamente por eso es s¨²per importante acordarse de cu¨¢l es el rol que debe buscarse en el periodismo. Y no es buscar el poder.
P. ?No se siente poderoso?
R. Creo que tengo cierta influencia en cuanto a que algunas cosas que digo, cuando le hacen sentido a la gente, tienen probablemente una vitrina mayor para para mostrarse. Y creo que eso s¨ª genera influencia, pero el poder no es algo que me interese. Me interesa hacer un buen trabajo y ojal¨¢ poder hacer una contribuci¨®n a la sociedad y al debate.
P. Hay columnistas o periodistas que van construyendo un personaje. ?El columnista Matamala es un personaje?
R. Creo que cualquier persona que est¨¦ en los medios es un poco un personaje. Porque las personas que te ven en televisi¨®n o que te leen en el diario, que te siguen, ven solo una parte de ti, una faceta de muchas que uno tiene como ser humano. Ahora, no hay ninguna intencionalidad de mostrar algo o lo otro.
P. ?Le gusta ser odioso a veces?
R. No, no me gusta ser odioso. Y eso tiene que ver con lo que habl¨¢bamos antes de, por ejemplo, no meterse en peleas y discusiones en Twitter, porque creo que que hacen mal. Intento, dentro de mis limitadas posibilidades, hacer una contribuci¨®n al di¨¢logo, no a la odiosidad.
P. ?Y c¨®mo es la vida de Matamala cuando no es Matamala?
R. Como cualquier persona. Trato de ir al gimnasio, de manera muy irregular, entre cero a cinco veces a la semana. Me gusta juntarme con mis amigos, el f¨²tbol, la m¨²sica, ir al cine, al teatro. La vida con mi hijo obviamente que es muy linda y la parte m¨¢s importante. Pero soy como cualquier persona.
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