?Qu¨¦ es justicia?
A cada momento afirmamos que algo es justo o injusto, pero no es frecuente que nos detengamos a pensar qu¨¦ se quiere decir en uno y otro caso
Se trata de una pregunta filos¨®fica y no por ello habr¨ªa que sacarle el cuerpo a un art¨ªculo de prensa sobre esa antigua y persistente actividad que llamamos filosof¨ªa. Es cierto que acostumbramos eludir ese tipo de preguntas y que a menudo nos contentamos con emplear la palabra justicia, sin ulteriores explicaciones, como si su masiva y reiterada menci¨®n dejara en claro su significado o nos bastara con impulsarla solo a partir de los sentimientos. A cada momento afirmamos que algo es justo o injusto ¨Cpor ejemplo, un proyecto de ley, una ley ya aprobada, una sentencia judicial, una pol¨ªtica p¨²blica, la sociedad en que vivimos, el mundo que habitamos, una decisi¨®n cualquiera que afecta a otro u otros¨C, pero no es frecuente que nos detengamos a pensar qu¨¦ se quiere decir en uno y otro caso.
Por eso es que la llamada v¨ªa negativa resulta la m¨¢s f¨¢cil de emplear cuando estimamos o declaramos que algo es justo o injusto. Esa v¨ªa consiste en darse cuenta de aquello que es injusto, activ¨¢ndonos para su correcci¨®n, o para su denuncia si el asunto escapa a nuestras manos. Si los ni?os invitados a un cumplea?os sostienen que es justo que cada uno reciba un trozo de pastel, se ver¨ªan en aprietos si alguno de los presentes preguntara ¡°?qu¨¦ es lo justo?¡±. Sin embargo, los ni?os declarar¨ªan a coro que resultar¨ªa injusto si algunos invitados no recibiera torta alguna o la tuviera en menor cantidad que los dem¨¢s. Nos percatamos r¨¢pidamente de cuando una decisi¨®n o acci¨®n pueden ser injustas, pero no siempre estamos en condiciones de decir qu¨¦ es la justicia.
Una de las maneras de avanzar en la comprensi¨®n de la justicia consiste en consultar a los expertos, generalmente ocupados de disciplinas como la filosof¨ªa moral o la teor¨ªa del derecho. El problema es que a un posible acuerdo acerca de qu¨¦ es justicia ¨Cdigamos en el concepto de ella¨C, suele seguir un abierto y a veces profundo desacuerdo entre las distintas concepciones o doctrinas de la justicia. Por ejemplo, si se emplea la palabra justicia como uno de los fines del derecho, podr¨ªa decirse, con Bobbio, que ella es el conjunto de bienes e intereses para cuya protecci¨®n y desarrollo los humanos recurren a esa t¨¦cnica social que llamamos derecho, pero un concepto tan plausible como ese abre de inmediato la discusi¨®n acerca de la existencia de variadas y no pocas veces contrapuestas respuestas sobre cu¨¢les ser¨ªan, determinadamente, esos bienes e intereses que es preciso proteger y promover.
Norberto Bobbio es uno de los autores que se puede consultar al respecto. Turin¨¦s, tuvo una frecuente e importante actividad acad¨¦mica tambi¨¦n en otros pa¨ªses ¨Cespecialmente en Espa?a¨C, donde contin¨²a habiendo una destacada presencia de disc¨ªpulos del jurista y fil¨®sofo italiano, reforzada hoy por la muy reciente edici¨®n de la obra de este autor, Teor¨ªa de la justicia, a cargo de Alberto Filipi. En dos universidades espa?olas, Bobbio recibi¨® su Doctorado Honoris Causa: la Aut¨®noma de Madrid y la Universidad Carlos III, y en 1986 dict¨® en Chile dos conferencias, una sobre pluralismo y la otra sobre fundamento y futuro de la democracia.
Pensando en lo que se llama justicia social, Bobbio, atrevidamente para tiempos monol¨ªticos de una sola pieza, profes¨® una concepci¨®n que ¨¦l consider¨® tanto liberal como socialista, lo cual solo en apariencia result¨® una contradicci¨®n de su parte: liberal por su apego a las libertades, y socialista por su defensa de la igualdad en las condiciones materiales de existencia de los individuos, si bien no la igualdad de todos en todo, sino en algo, algo que no puede sino consistir en aquellas condiciones necesarias de satisfacer para llevar una vida digna, responsable y aut¨®noma. El ejercicio y disfrute de las libertades se ve continuamente obstaculizado por condiciones materiales de existencia que, en los hechos, no permiten tal ejercicio y disfrute. Las libertades pueden quedar como letra muerta escrita en un papel si las personas y sus familias no comen tres veces al d¨ªa, y donde comer es algo m¨¢s que el acto de llevarse alimentos a la boca.
Ya s¨¦ que la palabra socialismo asusta a algunos, pero no si se la vincula con la democracia que declara, garantiza y promueve las libertades de que todas las personas son titulares. Tambi¨¦n asusta a veces la palabra liberal, como si esta ¨²ltima cubriera solo la libertad de iniciativa econ¨®mica o se tratara de aquella que es por lejos la m¨¢s importante.
?Se podr¨¢ decir qu¨¦ es justicia sin considerar tanto la libertad como la igualdad en los sentidos antes explicados?
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