Francisca Bravo, abogada: ¡°Una pareja que vive en equidad habla de dinero desde el primer momento¡±
La autora del libro ¡®Lo nuestro ?es nuestro?¡¯, que aborda los dilemas patrimoniales, plantea que las mujeres se empobrecen econ¨®micamente durante el matrimonio y la crianza de los hijos, mientras que los hombres sacan ganancias
Cuando la abogada experta en derecho de familia Francisca Bravo Cox (Santiago, 40 a?os) ejerc¨ªa en los tribunales, se dio cuenta de que el conflicto en los divorcios, en su mayor¨ªa, giraba en torno a lo econ¨®mico, principalmente en demandas de mujeres que se dedicaron m¨¢s a la crianza y luego de la separaci¨®n quedaron con la sensaci¨®n de haber hecho un sacrificio al cuidar sin retribuci¨®n alguna m¨¢s que el cari?o de sus hijos. Bravo se dedic¨® durante a?os a estudiar el asunto, especialmente en los matrimonios heterosexuales, y en mayo public¨® el estudio Radiograf¨ªa a la equidad puertas adentro, donde un 21% de las mujeres que encuest¨® dijo que, con la llegada de los hijos, redujo la cantidad de horas en su empleo, mientras que solo un 6% de sus parejas hombres hicieron lo propio.
Parte de las conclusiones de la investigaci¨®n son expuestas en su reciente libro Lo nuestro ?Es nuestro? (Editorial Uqbar), donde aborda los dilemas patrimoniales en la pareja y sostiene que hablar de dinero es esencial si se quieren cultivar relaciones sanas y equitativas. ¡°La brecha de g¨¦nero tambi¨¦n es radical cuando se trata de tomar la decisi¨®n de renunciar al empleo por la llegada de los hijos. El 17% de las mujeres lo hizo, mientras que s¨®lo el 2% de sus parejas hombres est¨¢ en esa situaci¨®n¡±, sostiene en una entrevista realizada por Zoom.
Pregunta. ?El matrimonio contribuye a la desigualdad financiera entre hombres y mujeres?
Respuesta. Es un hecho que estar en pareja y criar enriquece econ¨®micamente al hombre y empobrece a la mujer. Esto se debe a las din¨¢micas que se producen en la pareja heterosexual, donde se reproducen con fuerza los sesgos de g¨¦nero que act¨²an de manera invisible y donde la maternidad tiene un alto coste para las mujeres.
P. ?Y c¨®mo se representa este coste de la maternidad?
R. En que ellas, al momento de ser madres, por aplicaci¨®n de su g¨¦nero y razones sociales o hist¨®ricas, deciden encabezar la crianza. De ah¨ª que suelen rebajar sus horarios laborales y hasta renuncian a sus empleos. En el caso de algunas profesionales descartan trabajos donde pueden ascender debido a que implican mayores obligaciones. Eso significa menos ingresos, menos patrimonio, menos cotizaciones de vejez.
P. ?Esto ha influido en la ca¨ªda de natalidad en Chile hoy?
R. ?C¨®mo no va a bajar la natalidad en Chile si ser madre hoy es un salto al vac¨ªo! Las din¨¢micas laborales no est¨¢n considerando que la natalidad est¨¢ en picada en Chile. Si una mujer estuviera econ¨®micamente blindada ser¨ªa muy distinta su experiencia con la maternidad.
P. La mayor¨ªa de las parejas no se casan en Chile, aunque tambi¨¦n se trata de una tendencia global.
R. En 1988, en Chile, por cada 1.000 habitantes se produc¨ªan 8,1 matrimonios, mientras que casi 20 a?os despu¨¦s el mismo indicador lleg¨® a 3,2 uniones. Un dato interesante para cruzar con esta estad¨ªstica es que siete de cada diez ni?os nacen de madres que no est¨¢n en una relaci¨®n de matrimonio con ese padre. Es decir, muchas mujeres que son madres no est¨¢n casadas y eso implica que quedan fuera de la protecci¨®n jur¨ªdica que otorga el derecho a la instituci¨®n familiar, como lo es por ejemplo la opci¨®n de pedir una compensaci¨®n econ¨®mica al t¨¦rmino o elegir un r¨¦gimen de bienes ad hoc. Igualmente, la mayor¨ªa de las mujeres profesionales, en las comunas m¨¢s ricas del pa¨ªs, eligen el r¨¦gimen de separaci¨®n de bienes. Se suma a lo anterior que, de las parejas que se casan, ¨¦stas eligen la separaci¨®n de bienes como r¨¦gimen patrimonial. Esta cifra incluso se duplica cuando se trata de mujeres profesionales.
P. Desde 2008 se discute el proyecto de ley que modifica el r¨¦gimen de sociedad conyugal, pero no logra salir del Congreso. ?Cu¨¢l su impresi¨®n?
R. La sociedad conyugal tiene mala prensa, la que se ha ganado por mantener una regla anacr¨®nica en relaci¨®n con qui¨¦n administra ese patrimonio: el marido. Eso ha ahuyentado a las mujeres profesionales, quienes se casan con r¨¦gimen de separaci¨®n de bienes para no tener sociedad conyugal. Es una norma muy machista dif¨ªcil de digerir. Pero existe una tercera opci¨®n, que recoge el esp¨ªritu solidario de la sociedad conyugal: el de participaci¨®n en los gananciales. Este fue incluido en 1994, pero no ha tenido la adhesi¨®n esperada y s¨®lo es elegido por un 4% de los matrimonios, del cual soy parte. Sin perjuicio de si se casan o no o del r¨¦gimen elegido, es importante incorporar la m¨¦trica de los cuidados y del impacto de la maternidad en los patrimonios de las mujeres. Sobre el proyecto de ley discutido en el Congreso, en 2023 resucit¨® porque el Gobierno de Gabriel Boric le puso prioridad. Creer¨ªa que est¨¢ en la puerta del horno, lo cual es una buena noticia.
P. ?C¨®mo se integra esa dualidad de cuidar como un acto de amor y la actividad econ¨®mica?
R. Una pareja que vive a la luz del sistema de equidad puertas adentro habla de dinero desde el primer momento. Es necesario llegar a un consenso sobre el nivel de vida deseado y ver si es posible lograrlo. Es importante abordar las expectativas profesionales y considerar que nosotras tenemos un aporte que dar a la sociedad. ?Cu¨¢nto dinero est¨¢ perdiendo la econom¨ªa chilena por una falta de negociaci¨®n o de apoyo sist¨¦mico porque para algunas empresas sigue siendo mal visto que los hombres busquen a sus hijos en el colegio a las 16.00 horas y la carga recae sobre las mujeres? Finalmente, hay que entender que la crianza es un compromiso familiar y la autonom¨ªa econ¨®mica una prioridad. Se debe comprender que los sesgos de g¨¦nero golpean fuerte a las mujeres, pero tambi¨¦n a los hombres.
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