La urgencia de recuperar la esperanza
Pese a que los agoreros del pesimismo pretendan hoy convencer a las personas de que todo lo que sintieron estuvo mal, la gente sali¨® a manifestarse para exigir cambios, en su gran mayor¨ªa de manera pac¨ªfica

La tarea de caracterizar el estallido social, sus causas, aciertos y yerros sigue abierta. Ese debate es bueno y necesario para nuestra democracia. La sociedad sali¨® a manifestarse contra los abusos y el aprovechamiento de la elite. Tambi¨¦n contra una pol¨ªtica que durante d¨¦cadas no escuch¨®, y luego fue incapaz de dar respuestas ante la fuerza de la voz de la ciudadan¨ªa.
El rol de la pol¨ªtica, como la concebimos en el Frente Amplio, es cambiar la realidad y no solo interpretarla. Este hito en nuestra historia reciente deber¨ªa servir para fijar prioridades como pa¨ªs, definir un rumbo y conectar con las necesidad de la ciudadan¨ªa.
No voy a discutir en esta columna con quienes a¨²n sostienen la tesis del estallido delictual, la conspiraci¨®n de los infiltrados cubanos, ni el complot de la izquierda para derrocar al presidente Pi?era. Quienes defienden esos disparates buscan esconder el problema para que todo siga igual. Son los mismos que no lo vieron venir, los de la invasi¨®n alien¨ªgena y de la defensa de privilegios que fueron sobrepasados por la manifestaci¨®n masiva y mayoritariamente pac¨ªfica del pueblo de Chile en octubre de 2019.
Por ello, m¨¢s bien, quiero profundizar en dos planteamientos que se postulan como abordajes del malestar desde la derecha: el crecimiento y una noci¨®n restrictiva de la seguridad.
En primer lugar, siendo muy importante abordar el rol que cumple la econom¨ªa en este problema, hay quienes han reducido el diagn¨®stico a un asunto de estancamiento econ¨®mico. Y si bien crecer es central para construir prosperidad, vale volver a la pregunta de qui¨¦n crece cuando Chile crece. La gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n s¨®lo ve¨ªa desigualdad. Por eso hoy m¨¢s que nunca es imprescindible contar con un nuevo modelo de desarrollo, en que la innovaci¨®n, el desarrollo productivo, el emprendimiento y la generaci¨®n de conocimiento sean el impulso de los pr¨®ximos 50 a?os. El rol que Chile est¨¢ cumpliendo en el mundo respecto a la electromovilidad, al desarrollo de la inteligencia artificial, el reconocimiento del valor de los cuidados y la industria del hidr¨®geno verde, son solo algunos ejemplos del camino correcto que ya hemos emprendido.
En segundo lugar, siendo la seguridad una preocupaci¨®n profunda en nuestra poblaci¨®n ¡ªcomo lo es para el Gobierno¡ª deber¨ªa ser vista de manera integral. Las personas se sienten solas y desprotegidas y es deber del Estado estar presente para ellas. La seguridad significa no tener miedo a salir de noche a la calle, ni que el poder del narco, las armas o de la corrupci¨®n nos abuse. Significa tambi¨¦n tener la confianza de que una enfermedad no nos dejar¨¢ en la quiebra, y que en el trabajo se tenga la posibilidad de crecer y ser tratado con dignidad. Significa implementar pol¨ªticas que pongan el bienestar de las personas al centro y se fortalezca la presencia del Estado.
Por ello es fundamental reconectar con la esperanza de cambio que vivimos en las calles de todo el pa¨ªs en esos d¨ªas. Pese a que los agoreros del pesimismo pretendan hoy convencer a las personas de que todo lo que sintieron estuvo mal, la gente sali¨® a manifestarse para exigir cambios, en su gran mayor¨ªa de manera pac¨ªfica. No fue un arrebato de locura colectiva. Y es por eso que reducir toda esa fuerza a una mera expresi¨®n delictual es una trampa irresponsable con el futuro. Los habitantes de nuestro pa¨ªs quieren cambio y a¨²n conservan la esperanza de que ese cambio es posible. Que esa esperanza le gane a la polarizaci¨®n y la mirada cortoplacista. En el debate pol¨ªtico tambi¨¦n.
Chile necesita urgentemente una pol¨ªtica a la altura de los desaf¨ªos de presente y futuro. Que no retrase los cambios por obstrucciones mezquinas al gobierno ni se subordine al poder del dinero, que ponga por delante las necesidades de la gente y que est¨¦ disponible para que el pa¨ªs avance.
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