La wifi y el orgasmo altruista
Existe una extra?a relaci¨®n entre la red inal¨¢mbrica de banda ancha con el orgasmo fingido. La actriz Hedy Lamarr va a vincular la tecnolog¨ªa con el climax. Vamos a verlo
En estos tiempos, en los que la normalidad no deja de ser una curiosidad estad¨ªstica, seguimos las noticias a tiempo real desde cualquier punto de nuestro confinamiento gracias a la tecnolog¨ªa.
Sin darnos cuenta, como si fuese algo habitual, la tecnolog¨ªa ha ido transformado nuestro mundo hasta hacerlo progresar siguiendo el principio entr¨®pico que implica que toda progresi¨®n trae consigo regresi¨®n, es decir, acumulaci¨®n de residuos tecnol¨®gicos. En otra ocasi¨®n hablaremos de esto, pues hoy toca hablar de avances en el campo de la tecnolog¨ªa y de la extra?a relaci¨®n de la red inal¨¢mbrica de banda ancha con el orgasmo. Pero vayamos por partes o mejor, por instantes.
El primer instante tuvo lugar en 1933, con el estreno de la pel¨ªcula ?xtasis, dirigida por Gustav Machat?, director de cine checo que explot¨® al m¨¢ximo los recursos del cine mudo, incluso cuando el cine sonoro era ya una tendencia global. Claro ejemplo de esto es la escena del primer orgasmo en el cine, que Machat? trabaj¨® con insertos; la luz del techo, el collar que cae al suelo, las manos inquietas y las bocas que buscan los besos, todo ello velado por la visi¨®n vaporosa de una ¨¦poca donde las asociaciones por la decencia, bendecidas por el Vaticano, condenaban cualquier atisbo libertino. La mujer que protagoniz¨® el primer orgasmo en la gran pantalla fue la austriaca Hedy Lamarr, considerada como la mujer m¨¢s bella del mundo, etiqueta de la que se desprender¨ªa sin perder un ¨¢pice de su belleza.
A Hedy Lamarr nunca le gust¨® ser considerada como un objeto y aunque sus padres la trataron como si lo fuera, conquist¨® su libertad desde el confinamiento al que se vio sometida tras el apa?o de una boda contra su voluntad
Porque a Hedy Lamarr nunca le gust¨® ser considerada como un objeto y aunque sus padres la trataron como si lo fuera, conquist¨® su libertad desde el confinamiento al que se vio sometida tras el apa?o de una boda contra su voluntad. Su marido -el millonario Friedrich Mandl- era un tipo siniestro que se enriqueci¨® m¨¢s de la cuenta fabricando municiones para Hitler y Mussolini. Parece ser que se encaprich¨® de ella tras ver la pel¨ªcula ?xtasis. Lleg¨® a tanto su amor enfermizo que mand¨® destruir todas las copias de la pel¨ªcula para que nadie tuviese la oportunidad de recrearse con la imagen de su esposa.
El siguiente instante tendr¨¢ lugar durante el cautiverio de Hedy Lamarr, pues la actriz se dedic¨® a estudiar ingenier¨ªa y a utilizar toda la informaci¨®n de log¨ªstica que manejaba su marido. Con estas cosas, cuando consigui¨® escapar de las garras del malvado millonario, desarroll¨® un sistema para detectar torpedos teledirigidos; un procedimiento inspirado en un principio musical gracias a la ayuda del compositor George Antheil, compositor norteamericano instalado en Par¨ªs que form¨® parte de la bohemia de la ¨¦poca y que se movi¨® con Picasso, Ezra Pound, Hemingway y toda la pandilla cuando todav¨ªa Par¨ªs era una fiesta y Gertrude Stein daba cobijo en su sal¨®n a criaturas extraviadas.
El invento de Lamarr va a servir para algo tan cotidiano como las conexiones que permiten unir diferentes equipos inform¨¢ticos a trav¨¦s de una red inal¨¢mbrica
La tecnolog¨ªa de detecci¨®n de torpedos teledirigidos que patent¨® con el nombre de Sistema secreto de comunicaciones era un control remoto que se descart¨® para ser utilizado por los aliados en la II Guerra Mundial, pero que, con el tiempo, ser¨ªa empleado para el episodio conocido como la Crisis de los Misiles de Cuba, en 1962. Una vez ca¨ªdo el Muro de Berl¨ªn, cuando el s¨ªmbolo de la guerra fr¨ªa se derrumba y la tecnolog¨ªa se libera y se hace de uso civil, pongamos que dom¨¦stico, el invento de Lamarr va a servir para algo tan cotidiano como las conexiones que permiten unir diferentes equipos inform¨¢ticos a trav¨¦s de una red inal¨¢mbrica.
Tanto el Bluetooth, como el wifi, as¨ª como el GPS, se los debemos a una mujer que conquist¨® su libertad a base de estudio en un mundo dominado por el machismo en su modo m¨¢s b¨¦lico. No hay que olvidarse, como tampoco hay que olvidar que un orgasmo viene a ser la liberaci¨®n de la tensi¨®n sexual acumulada y que cuando sucede en la pantalla del cine, lo que se busca es incrementar la ilusi¨®n del p¨²blico, como si se tratase de una acci¨®n m¨¢s de la pel¨ªcula. Por eso, los orgasmos fingidos se denominan ¡°altruistas¡±.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.