¡°No hicimos los deberes durante el confinamiento¡±
El epidemi¨®logo Alberto Garc¨ªa Basteiro detalla c¨®mo debe ser la evaluaci¨®n de la gesti¨®n espa?ola de la pandemia, que impulsa con otros cient¨ªficos, y lamenta que se vayan ¡°apagando fuegos en vez de anticiparse a ellos¡±
El 1 de octubre, el ministro Salvador Illa recibir¨¢ al grupo de cient¨ªficos que pidi¨® a principios de agosto en la prestigiosa revista cient¨ªfica The Lancet una evaluaci¨®n independiente de lo ocurrido en Espa?a con la pandemia. El gabinete de Illa propuso este encuentro unos d¨ªas antes de que este mismo grupo publicara una segunda carta en The Lancet Public Health, dada a conocer este martes. En ella reclaman que se inicie con urgencia este examen y aportan ¡°algunas pinceladas¡± sobre c¨®mo debiera ser esta evaluaci¨®n, seg¨²n uno de sus impulsores, el epidemi¨®logo Alberto Garc¨ªa Basteiro (Vilalba, Lugo, 1982). El Gobierno ya ha manifestado su intenci¨®n de realizarla y por eso este experto y sus 19 colegas piden que se empiece ya, ¡°porque no es incompatible seguir luchando contra la pandemia con intentar identificar las fragilidades que han hecho de Espa?a uno de los pa¨ªses m¨¢s afectados del mundo¡±. Basteiro, que en unos d¨ªas viajar¨¢ a Mozambique para seguir combatiendo la tuberculosis como investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (impulsado por la Fundaci¨®n la Caixa), afirma que cuanto antes se haga ese an¨¢lisis, "antes habr¨¢ unas recomendaciones que puedan guiar cambios que hagan estar m¨¢s preparados en futuras olas o pandemias¡±. En esta nueva carta, los 20 firmantes especifican que hace falta un equipo independiente, equilibrado y multidisciplinar que busque soluciones, ¡°no culpables¡±.
Pregunta. En la anterior misiva se?alaban algunos aspectos previos a la pandemia que pudieron hacer vulnerable a Espa?a, como los recortes o la poblaci¨®n envejecida. ?Hasta d¨®nde deber¨ªa echar la vista atr¨¢s esta evaluaci¨®n? ?O deber¨ªa centrarse en la gesti¨®n de la pandemia?
Respuesta. Tiene que ser lo m¨¢s exhaustiva posible y debe cubrir varias ¨¢reas. No solo la gesti¨®n, sino tambi¨¦n las caracter¨ªsticas del Sistema Nacional de Salud (SNS) que hace que no estemos preparados. Debe cubrir aspectos sobre salud: preparaci¨®n, informaci¨®n epidemiol¨®gica, capacidad diagn¨®stica, recursos humanos, etc¨¦tera. Pero tambi¨¦n factores como la econom¨ªa, sistemas de protecci¨®n social, la legislaci¨®n, la coordinaci¨®n, residencias, poblaciones vulnerables¡ Si nos centramos solo en la gesti¨®n parece que queremos buscar culpables, y nosotros pedimos una visi¨®n de futuro, qu¨¦ tenemos que mejorar desde ya. No queremos que los pol¨ªticos cometan la bajeza de usarlo para el azote pol¨ªtico, no es lo que necesitamos.
No queremos que los pol¨ªticos cometan la bajeza de usar [la carta] para el azote pol¨ªtico, no es lo que necesitamos
P. Llega una segunda ola y nuevos confinamientos, ?las autoridades reaccionan en lugar de prevenir?
R. La impresi¨®n que tenemos muchos es que vamos apagando fuegos en vez de anticiparnos a ellos. Est¨¢ claro que muchas de las recomendaciones que puedan salir de esta evaluaci¨®n no se ver¨¢n implementadas en el corto plazo, habr¨¢ cosas que no se puedan cambiar hasta dentro de meses o a?os. Pero puede que haya otras que s¨ª que puedan empezar a ejecutarse. Ojal¨¢ esas recomendaciones contribuyan a que estemos m¨¢s preparados ante terceras, cuartas olas. No nos podemos escudar en que estamos muy ocupados, porque siempre lo estaremos. Y cuanto antes hagamos esta evaluaci¨®n antes podremos minimizar da?os.
P. La coordinaci¨®n con las autonom¨ªas vuelve a estar en el ojo del hurac¨¢n.
R. Este contexto de m¨²ltiples Administraciones tomando m¨²ltiples decisiones en un mismo pa¨ªs no ayuda en el contexto pand¨¦mico, no ayuda a comunicar muchas de estas recomendaciones o a entender por parte de la sociedad el porqu¨¦ de ciertas medidas en otro. Nadie duda de que las medidas han de ser diferentes dependiendo de la situaci¨®n epidemiol¨®gica de cada territorio, pero toda la gesti¨®n debiera estar much¨ªsimo m¨¢s coordinada. Son aspectos que deber¨ªan ser evaluables y ver otros modelos en pa¨ªses que tambi¨¦n tienen competencias descentralizadas para ver sugerencias. Los ciudadanos muchas veces no entienden por qu¨¦ en su barrio s¨ª se toman medidas y en el vecino no, o por qu¨¦ en esta comunidad s¨ª y en el municipio lim¨ªtrofe no, con una epidemiolog¨ªa similar. Mejorar¨ªa la comprensi¨®n y el seguimiento de las recomendaciones, ahora que estamos viendo las protestas en Madrid y no s¨¦ hasta qu¨¦ punto esto tiene algo que ver.
Los ciudadanos muchas veces no entienden por qu¨¦ en su barrio s¨ª se toman medidas y en el vecino no
P. ?Quiz¨¢ desconf¨ªan porque el primer confinamiento no se us¨® para robustecer el sistema?
R. Totalmente. Hemos perdido un tiempo de oro, cuando est¨¢bamos levantando las restricciones, para estar m¨¢s preparados. Esa era la filosof¨ªa de la estructura de la desescalada. Pero en algunas comunidades saltaron fases en d¨ªas. Parece que no se ha hecho toda la parte de preparaci¨®n, una desescalada en paralelo al fortalecimiento de ciertas estructuras, como la vigilancia epidemiol¨®gica. A d¨ªa de hoy, no se cuenta con las capacidades que en principio deber¨ªan haber estado listas para cuando se levantaran las restricciones, para la nueva normalidad. Por las prisas, llegaba el verano, por intentar perjudicar lo menos posible a la econom¨ªa, se precipitaron algunas medidas, y quiz¨¢s ah¨ª empez¨® mucha de la descoordinaci¨®n. No quiero apuntar las causas porque no las s¨¦, pero tiene que haber una evaluaci¨®n profunda que las identifique. No hicimos los deberes, no fortalecimos las ¨¢reas que estaban a nuestro alcance mejorar en ese tiempo del confinamiento, y nos ha pillado ahora este resurgimiento con una preparaci¨®n sub¨®ptima para hacerle frente, parece obvio.
Hemos perdido un tiempo de oro, cuando est¨¢bamos levantando las restricciones, para estar m¨¢s preparados
P. ?Hay ingredientes espec¨ªficos de Espa?a que la hagan m¨¢s vulnerable y no estamos teniendo en cuenta?
R. No hay un ingrediente ¨²nico, es multifactorial. Y supongo que los determinantes m¨¢s profundos siguen siendo los mismos ahora que en la primera ola. Est¨¢ claro que no tenemos un Sistema Nacional de Salud resiliente, hay muchas debilidades en la gesti¨®n, en la coordinaci¨®n, en las capacidades¡ Estamos viendo que tiene problemas en cuanto a recursos humanos, que no tiene rastreadores suficientes, que no hacemos las suficientes PCR por caso confirmado¡ Hay muchas caracter¨ªsticas de nuestro SNS que no han cambiado de la primera a la segunda ola y esos determinantes profundos siguen siendo los mismos. No hay que culpar tanto a la sociedad ni a la responsabilidad individual: no creo que seamos m¨¢s irresponsables que las sociedades de otros pa¨ªses que nos rodean. Tambi¨¦n me gustar¨ªa reivindicar el papel de los cient¨ªficos: echamos de menos una mayor implicaci¨®n de la comunidad cient¨ªfica en decisiones y recomendaciones que hacen las Administraciones. Y es el Gobierno quien debe favorecerlo. Los cient¨ªficos deber¨ªamos tener un papel m¨¢s preponderante en la respuesta a la pandemia con una contribuci¨®n que debe ser ordenada y organizada por quienes toman las decisiones. Nadie duda de que en el ministerio hay buenos expertos, pero tambi¨¦n los hay fuera del ministerio y han sido muy poco consultados.
P. Pero estas recomendaciones pueden ser inc¨®modas cuando van en contra de las decisiones pol¨ªticas o de los intereses econ¨®micos.
R. No estoy diciendo que la gesti¨®n sea f¨¢cil, s¨¦ que es muy compleja. Pero ni siquiera las recomendaciones desde el punto de vista sanitario se han alimentado por parte de grupos organizados de expertos. En esas decisiones tiene que haber elementos econ¨®micos, porque la pobreza es un determinante de la salud, y eso es decisivo. Pero por lo menos tener todas las recomendaciones basadas en evidencias de cada ¨¢rea. Y eso me parece que no ha existido, m¨¢s all¨¢ de que luego se tengan que modular las decisiones con otros factores econ¨®micos o legales.
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