Guardaos de los aerosoles

Parece una controversia cabal¨ªstica sobre la dimensi¨®n de las cosas, pero puede condicionar nuestras vidas durante el pr¨®ximo a?o, o qui¨¦n sabe cu¨¢nto m¨¢s. Se trata de la diferencia entre got¨ªcula y aerosol, una mera cuesti¨®n de tama?o. Imagina un mil¨ªmetro pintado en una regla, y ahora vuelve a imaginar que lo divides por mil. Eso es una micra. Un tipo que estornuda, tose o grita emite dos tipos de part¨ªculas, las de m¨¢s de cien micras (las got¨ªculas) y las de menos (los aerosoles). Esa mera diferencia de tama?o tiene unas implicaciones epidemiol¨®gicas asombrosas. Las got¨ªculas caen al suelo en pocos segundos, y rara vez a m¨¢s de dos metros. Los aerosoles permanecen flotando durante horas y se acumulan en los espacios cerrados y mal ventilados, listos para que los inhale cualquiera. De ah¨ª vienen los eventos de supercontagio que est¨¢n metiendo la marcha atr¨¢s a los deseos de los gobernantes.

La postura oficial de la OMS (Organizaci¨®n Mundial de la Salud) resulta chocante. En julio admiti¨® a rega?adientes que la transmisi¨®n por aerosoles ¨Ctambi¨¦n llamada ¡°por aire¡±, sin mucha propiedad¨C pod¨ªa tener un papel en la propagaci¨®n de la covid, pero solo durante ciertos procedimientos m¨¦dicos que producen esas gotas min¨²sculas, y tal vez en algunos clubs, restaurantes o iglesias donde la gente grita mucho. En un chascarrillo que casi todos los cient¨ªficos escriben en sus papers, la OMS acaba concluyendo que ¡°se necesitan urgentemente m¨¢s estudios para investigar esos ejemplos y evaluar su importancia en la trasmisi¨®n¡±. Vale, pero eso se puede decir de cualquier cosa, ?no es cierto?

Adem¨¢s, ya tenemos esos estudios, y dicen lo siguiente. Las personas contagiadas de SARS-CoV-2 exhalan much¨ªsimos m¨¢s aerosoles que got¨ªculas. Esto no solo ocurre al toser y estornudar, sino incluso al hablar o respirar. Y no solo se refiere a la gente con signos evidentes de covid, sino a los muy numerosos pacientes asintom¨¢ticos que transmiten el virus sin siquiera saberlo. La consecuencia evidente es que resulta mucho m¨¢s probable que una persona se infecte respirando aerosoles que siendo ¡®escupido¡¯ por got¨ªculas.

Las implicaciones para la protecci¨®n de la salud p¨²blica tambi¨¦n son bastante obvias. Nos hemos estado centrando en la protecci¨®n contra las got¨ªculas. A ello se debe la regla com¨²n de distanciamiento a un metro y medio o dos, que es el modesto trayecto que pueden viajar esos gigantes del mundo microsc¨®pico. Como las got¨ªculas no solo caen al suelo, sino tambi¨¦n sobre cualquier superficie cercana, hemos tomado medidas para evitar el contacto con las superficies, las manijas de las puertas y los botones del ascensor, y las ventas de gel hidroalcoh¨®lico han roto el techo de las expectativas. Todo eso est¨¢ muy bien, y debe mantenerse.

Sin embargo, si la mayor¨ªa de los rebrotes que vivimos se basa en los min¨²sculos aerosoles que se acumulan en los espacios cerrados y mal ventilados, debemos concentrarnos en evitarlos, en trasladar toda la actividad posible al exterior, y en el resto de los casos mejorar los sistemas de ventilaci¨®n para que hagan circular el aire. As¨ª est¨¢ el tema.

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