Una pel¨ªcula de medio mill¨®n de a?os grabada en una estalagmita
El an¨¢lisis de una formaci¨®n calc¨¢rea recogida en una cueva de Lugo logra reconstruir los cambios clim¨¢ticos de 550 milenios
Cientos de miles de a?os antes de que el ser humano empezase a registrar los eventos del clima ya exist¨ªan las estaciones meteorol¨®gicas. Los sucesivos cambios clim¨¢ticos que ha experimentado la Tierra fueron quedando atrapados en los corales, en los sondeos de hielo, en los sedimentos del mar y los lagos y hasta en los anillos de los ¨¢rboles, pero la pel¨ªcula m¨¢s detallada de territorios como el sur de Europa se fue grabando gota a gota en las cuevas calc¨¢reas. Los espeleotemas, es decir, las estalactitas y, sobre todo, las estalagmitas, guardaron testimonio de las glaciaciones y los periodos interglaciares que se han venido sucediendo, de las ¨¦pocas de lluvia y de las sequ¨ªas. De forma continua, en silencio y a oscuras, en galer¨ªas subterr¨¢neas que han permanecido inalterables mientras fuera se extingu¨ªan incontables especies y mucho tiempo antes de que el Homo sapiens ganase el pulso al neandertal. As¨ª es como se escribi¨® la historia en la estalagmita ESP06, un colmillo afilado de las fauces de la cueva de Arcoia (C¨¦ramo, Folgoso do Courel, Lugo) de unos 30 cent¨ªmetros de largo. Ni muy grande ni muy peque?o, elegido entre otros muchos por el ge¨®logo Juan Ram¨®n Vidal Roman¨ª por una serie de condiciones, como la de hallarse en un entorno estable, no alterado por derrumbes o sacudidas s¨ªsmicas, y haberse formado gracias a un goteo regular y continuo.
Al catedr¨¢tico y su equipo, cient¨ªficos del Instituto Universitario de Xeolox¨ªa da Coru?a, no les val¨ªa ¡°cualquier estalagmita¡± si el objetivo era viajar lo m¨¢s lejos posible, pero con fiabilidad, en el tiempo. Buscaban una que pudiese encerrar en su interior datos de la mayor antig¨¹edad para internarse en el Cuaternario. Ni las muy grandes, dif¨ªciles de analizar, ni las muy peque?as eran ¨®ptimas. Ten¨ªa que ser, adem¨¢s, una estalagmita a¨²n en desarrollo, dentro del Geoparque de la Unesco Monta?as do Courel, una de las excepciones calc¨¢reas en la gran¨ªtica Galicia, en el l¨ªmite sur del glaciarismo europeo y zona de refugio de la fauna en la edad de hielo. Por medio de t¨¦cnicas de dataci¨®n radiom¨¦trica y an¨¢lisis isot¨®pico, lograron constatar la evoluci¨®n paleoclim¨¢tica desde hace 550.000 a?os, una edad no alcanzada antes en Europa en el estudio de una estalagmita.
¡°Se puede pensar que vale cualquiera, pero no¡±, explica Vidal Roman¨ª. ¡°Hay que escoger una estalagmita que siempre estuviera desarroll¨¢ndose, sin interrupciones, y que creciese poco a poco, porque si lo hace muy r¨¢pido es que cae mucha agua¡±, contin¨²a. ¡°Eso significar¨ªa que el uranio/torio [elementos radiactivos en los que se basa la dataci¨®n radiom¨¦trica para calcular la edad en formaciones de carbonato de calcio] que van disueltos estar¨ªan demasiado diluidos¡±. En baja concentraci¨®n no se podr¨ªa calcular la antig¨¹edad del espeleotema. ¡°Hay que tener suerte, pero tambi¨¦n elegir con cuidado, porque las dataciones son muy caras¡±, insiste este miembro de la Real Academia Galega de Ciencias.
La base de la estalagmita ¡°nos da su m¨¢xima antig¨¹edad¡±, describe el ge¨®logo. ¡°Y luego se corta longitudinalmente con una sierra de precisi¨®n para empezar a tomar muestras de cada capa¡± milim¨¦trica con un torno ¡°de dentista¡±. Los is¨®topos de ox¨ªgeno y carbono revelaron la temperatura y humedad ¡°en cada uno de los m¨¢s de medio mill¨®n de a?os¡± de crecimiento de la ESP06, que guardaba en sus entra?as cuatro periodos interglaciares y tres glaciares intercalados.
El contenido de di¨®xido de carbono en el agua que se filtra a las cuevas depende tambi¨¦n de la vegetaci¨®n, mucho m¨¢s abundante cuando el clima es c¨¢lido y h¨²medo. La mayor presencia de aragonita indica un clima m¨¢s seco y c¨¢lido. La calcita (otra de las formaciones cristalinas del carbonato de calcio), un clima m¨¢s fr¨ªo y h¨²medo. Si la superficie de una estalagmita queda en seco durante una ¨¦poca por disminuci¨®n del flujo de goteo, se aprecia una capa de erosi¨®n o mineralizaci¨®n por contacto con el ox¨ªgeno del aire, de color m¨¢s oscuro y perfil serrado. Estos y otros datos dibujados, capa tras capa, con la paciencia de una gota eterna sirven para interpretar la evoluci¨®n del clima y del paisaje en la faz de la Tierra.
Adem¨¢s de eso, el equipo coru?¨¦s, que lleva 30 a?os trabajando con estos m¨¦todos, hizo un estudio de los movimientos de los glaciares en superficie. ¡°Analizando y datando las morrenas [los materiales rocosos arrancados y arrastrados por los glaciares en su avance], vimos lo que hab¨ªa ocurrido fuera mientras la gota iba haciendo crecer la estalagmita dentro de la cueva¡±. Para ello utilizaron otra t¨¦cnica que seg¨²n el veterano ge¨®logo solo se ha desarrollado en dos laboratorios en el mundo, el de la Universidade da Coru?a y el de La Jolla (San Diego, California).
Consiste en la dataci¨®n por is¨®topos cosmog¨¦nicos estables del ne¨®n, que revela el tiempo que lleva un bloque de una morrena ¡°expuesto a la radiaci¨®n c¨®smica¡±. El m¨¦todo es especialmente fiable en el caso de las rocas de granito, que son las m¨¢s abundantes donde hubo glaciarismo en Galicia. A m¨¢s is¨®topo 21Ne, m¨¢s tiempo sobre la corteza terrestre. Esta combinaci¨®n entre cuevas calc¨¢reas y superficies gran¨ªticas glaciadas, seg¨²n Vidal Roman¨ª, es lo que hace que en el noroeste peninsular se pueda conocer la cronolog¨ªa de los glaciares ¡°mejor que en cualquier otro lugar de Espa?a¡±.
El registro m¨¢s antiguo, en la Ant¨¢rtida
¡°Hasta ahora el registro cronol¨®gico m¨¢s largo y continuo que se ha conseguido es el del sondeo del hielo de Vostok, en la Ant¨¢rtida¡±, ilustra el catedr¨¢tico de la Universidade da Coru?a. Son 1,5 millones de a?os, es decir, tres veces la ESP06. ¡°Pero la estalagmita de Arcoia y toda la cueva ya estaban funcionando¡± como estaciones meteorol¨®gicas ¡°cuando todo el hielo de Groenlandia estaba fundido, hace 135.000 a?os¡±, destaca.
Para los estudiosos del paleoclima, ¡°el llamado cambio clim¨¢tico es simplemente una sucesi¨®n de fases fr¨ªas y c¨¢lidas, que se repiten desde hace 2.588 millones de a?os en toda la Tierra¡±. Cada 100.000 a?os, m¨¢s o menos, el clima global ¡°pasa de glacial a interglacial¡±, un periodo que dura ¡°unos 15.000 a?os¡±. Lo que confirma la estalagmita de Arcoia es que ¡°aqu¨ª actuaron las glaciaciones al mismo tiempo que en la Ant¨¢rtida¡±. El clima del mundo es ¡°global y sincr¨®nico, aunque haya peque?as diferencias¡±, concluye el profesor.
Osos de las cavernas y v¨ªctimas de armas de fuego
La Cova Arcoia donde el equipo de ge¨®logos recolect¨® la ESP06 y otras cinco estalagmitas fue explorada y cartografiada en sucesivas prospecciones entre 1981 y 1993. En sus visitas aparecieron huesos. Infinidad de restos animales, desde osos de las cavernas (Ursus spelaeus) datados hace 44.000 a?os, hasta osos pardos (Ursus arctos). Pero tambi¨¦n dos cr¨¢neos humanos sin que hubiese noticia, entonces, del resto de los esqueletos. Hasta que, en 2009, unos vecinos de Quiroga, aficionados a la espeleolog¨ªa, alertaron a El Pa¨ªs del hallazgo de los huesos que faltaban. Durante 17 a?os hab¨ªan pasado desapercibidos entre un aluvi¨®n de arcilla y piedras, junto a un casquillo de bala y una bota completa, todav¨ªa calzada en el pie de uno de aquellos cuerpos.
El carbono 14 y, sobre todo, la investigaci¨®n llevada a cabo por el antrop¨®logo forense Fernando Serrulla, del Instituto de Medicina Legal de Galicia, situaron el escenario de esta muerte violenta entre la Tercera Guerra Carlista y la Guerra Civil. Resultaron ser dos varones, un adulto de unos 30 a?os y un cr¨ªo (el de la bota) de entre 10 y 14 que hab¨ªan vivido grandes penurias y periodos de hambre. El proyectil que apareci¨® junto a los huesos hab¨ªa atravesado el cr¨¢neo del ni?o y el mayor le sobrevivi¨® unos d¨ªas m¨¢s, con los huesos rotos, sin poder salir de la cueva.
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