El ADN m¨¢s antiguo desvela la odisea del mamut
Un equipo de cient¨ªficos rescata material gen¨¦tico de hace m¨¢s de un mill¨®n de a?os
Si algo nos ha ense?ado la ciencia es que la m¨¢quina del tiempo existe. La mol¨¦cula de la vida ¡ªADN¡ª conservada en huesos nos ha mostrado cap¨ªtulos totalmente desconocidos hasta ahora. Por ejemplo que hace decenas de miles de a?os nuestra especie tuvo sexo e hijos con los neandertales; unos ni?os h¨ªbridos que fueron aceptados y cuidados por sus padres, fueran de la especie que fueran. Otros estudios han desvelado cruces mucho m¨¢s antiguos, algunos incluso con especies desconocidas que no tienen nombre, pero de las que tenemos constancia por su ADN. Tambi¨¦n sabemos que mucho tiempo despu¨¦s de aquello, hace 4.500 a?os, la pen¨ªnsula Ib¨¦rica fue invadida por una estirpe descendiente de jinetes de las estepas asi¨¢ticas que barrieron el rastro gen¨¦tico de los varones locales, posiblemente de forma violenta. Hoy se publica un estudio que aporta un m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa: un viaje a la Tierra tal y como era hace m¨¢s de un mill¨®n de a?os, y todo gracias a la mol¨¦cula microsc¨®pica del ADN, que permite que todos los seres vivos de este planeta puedan vivir y reproducirse.
A finales de los a?os setenta, Andrei Sher, un paleont¨®logo moscovita, encontr¨® restos de tres mamuts en la tierra helada del noreste de Siberia. Los f¨®siles, tres muelas, fueron estudiados y almacenados en el Instituto de Geolog¨ªa de Mosc¨². Mucho tiempo despu¨¦s, en 2007, Sher habl¨® con el paleont¨®logo Love Dal¨¦n, del Museo de Historia Natural de Suecia, sobre intentar extraer ADN de los dientes para aclarar la historia evolutiva de estos animales. Pero la tecnolog¨ªa de la ¨¦poca lo hac¨ªa imposible. Sher muri¨® en 2008, siete a?os antes de que el equipo de Dal¨¦n secuenciase por primera vez el genoma completo de un mamut lanudo. Ahora, un nuevo an¨¢lisis de los restos usando las ¨²ltimas t¨¦cnicas de lectura de peque?os fragmentos de material gen¨¦tico ha permitido a este equipo rescatar el ADN m¨¢s antiguo analizado nunca: m¨¢s de un mill¨®n de a?os.
El an¨¢lisis, publicado hoy en la revista Nature, ampl¨ªa los l¨ªmites temporales de la exploraci¨®n del pasado evolutivo de muchas especies y desvela cap¨ªtulos desconocidos del origen de ese elefante peludo y enorme que habit¨® en el norte de Eurasia hasta que se extingui¨® hace unos 10.000 a?os.
Hasta ahora el ADN m¨¢s antiguo era el de un caballo que vivi¨® hace unos 700.000 a?os. El an¨¢lisis de las prote¨ªnas, el producto de los genes, permite viajar incluso m¨¢s lejos en el tiempo. El r¨¦cord actual est¨¢ en prote¨ªnas extra¨ªdas del diente de un rinoceronte que vivi¨® en Eurasia hace 1,7 millones de a?os. Pero este tipo de informaci¨®n es mucho m¨¢s limitada. Del diente de rinoceronte solo se pudieron rescatar unas 9.000 unidades ¡ªletras¡ª de ADN, mientras el estudio actual ha recuperado unos 40 millones, explica David D¨ªez, paleont¨®logo espa?ol que trabaja en el equipo de Dal¨¦n.
Este material gen¨¦tico procedente de las mitocondrias que las madres pasan a sus hijos desvela un cap¨ªtulo completamente desconocido de la historia del mamut. La muela m¨¢s antigua tiene unos 1,2 millones de a?os y pertenece a un linaje ¡ªtal vez una nueva especie¡ª totalmente desconocida hasta ahora. Es algo que ya hab¨ªa sucedido con el an¨¢lisis de ADN de hom¨ªnidos extra¨ªdo de diminutos fragmentos de hueso que bastaban para identificar nuevos linajes completamente desconocidos, como los denisovanos de Asia.
La teor¨ªa dec¨ªa que los mamuts se originaron en ?frica hace m¨¢s de cinco millones de a?os. Desde all¨ª fueron conquistando el resto del hemisferio norte, dando lugar al mamut meridional de zonas c¨¢lidas y al mamut estepario, que a su vez origin¨® al mamut lanudo (Mammuthus primigenius) y al colombino, nativo de Am¨¦rica. La muela m¨¢s antigua analizada en este estudio perteneci¨® a un grupo de mamuts siberianos desconocido hasta ahora que posteriormente migraron hacia el continente vecino y dieron lugar al mamut americano.
La segunda muela analizada ¡ªde un mill¨®n de a?os¡ª desvela otro detalle interesante. Esta pertenece a otro linaje diferente que dio lugar al mamut lanudo. Estos ancestros ya ten¨ªan muchos de sus rasgos caracter¨ªsticos, como la larga pelambrera, las diminutas orejas y una adaptaci¨®n a los climas fr¨ªos, explica D¨ªez.
El an¨¢lisis gen¨¦tico muestra que estos dos linajes se cruzaron y tuvieron hijos f¨¦rtiles hace unos 400.000 a?os y que de ese cruce entre un linaje de mamuts desconocido hasta ahora y el de los mamuts lanudos surgi¨® el mamut colombino americano, un h¨ªbrido. Es algo parecido a lo que ya hemos observado en humanos con m¨²ltiples cruces entre neandertales, sapiens, denisovanos y otros hom¨ªnidos sin identificar.
¡°Este estudio supone una noticia fant¨¢stica¡±, opina la paleoantrop¨®loga Mar¨ªa Martin¨®n-Torres, directora del Centro Nacional de Investigaci¨®n sobre Evoluci¨®n Humana. ¡°Estamos viendo c¨®mo el an¨¢lisis de material molecular en muestras antiguas pasa de ser una posibilidad, una loter¨ªa, a casi un an¨¢lisis de rutina en paleontolog¨ªa. Precisamente, en el caso de la evoluci¨®n humana, Atapuerca ha aportado el an¨¢lisis de ADN m¨¢s antiguo hasta el momento en un contexto de no permafrost [tierra a temperaturas bajo cero], con la Sima de los Huesos, de 430.000 a?os, y el an¨¢lisis de material biol¨®gico humano m¨¢s antiguo del mundo, con las paleoprote¨ªnas del Homo antecessor, de hace 860.000 a?os. El an¨¢lisis de ADN antiguo y el de las paleoprote¨ªnas, que se degradan con m¨¢s dificultad que el ADN, forman un t¨¢ndem muy prometedor para el estudio del pasado¡±, a?ade.
Estas nuevas t¨¦cnicas pueden ser claves para identificar y estudiar a los h¨ªbridos de muchas otras especies, argumenta la paleoantrop¨®loga. ¡°Este trabajo aporta nuevas evidencias en favor de la de que la hibridaci¨®n ha sido un fen¨®meno muy com¨²n en la evoluci¨®n de las especies animales¡±, explica. ¡°Necesitamos la concurrencia de an¨¢lisis moleculares para entenderla, ya que todav¨ªa no sabemos c¨®mo reconocer esa hibridaci¨®n en el esqueleto¡±, a?ade.
Estas t¨¦cnicas prometen adem¨¢s llevarnos m¨¢s atr¨¢s en el tiempo, argumenta Love Dal¨¦n. ¡°T¨¦cnicamente es posible ir m¨¢s atr¨¢s en el tiempo. Pero los fragmentos de ADN que rescatamos de estas muestras estaban muy degradados y eran muy peque?os, de unas 50 letras cada uno. En cualquier caso, creo que podremos ir m¨¢s all¨¢ de los dos millones de a?os, pero no mucho m¨¢s, pues no hay permafrost de m¨¢s de 2,6 millones de a?os, al menos en el hemisferio norte¡±, se?ala.
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