Muere Michael Collins, el astronauta que particip¨® en la primera misi¨®n que pis¨® la Luna con el ¡®Apolo 11¡ä

El antiguo astronauta Michael Collins, compa?ero de Neil Armstrong y Buzz Aldrin en la misi¨®n que logr¨® el primer alunizaje de la historia, ha fallecido este mi¨¦rcoles a los 90 a?os, seg¨²n ha confirmado la NASA. La administraci¨®n espacial estadounidense ha recordado que Collins permaneci¨® en ¨®rbita en el m¨®dulo de mando mientras sus colegas caminaban por la Luna el 20 de julio de 1969, por lo que se gan¨® el apodo del ¡°hombre m¨¢s solo de la historia¡±. La familia de Collins ha detallado en un comunicado que el pionero de la exploraci¨®n espacial ha muerto ¡°tras una valiente batalla contra el c¨¢ncer¡±.

Collins dej¨® uno de sus ¨²ltimos mensajes en su cuenta de Twitter el 22 de abril, declarado D¨ªa Internacional de la Madre Tierra por Naciones Unidas. ¡°Estoy seguro de que si todo el mundo pudiera ver por su ventana la Tierra flotando, todos los d¨ªas ser¨ªan el D¨ªa de la Tierra¡±, proclam¨® el antiguo astronauta. ¡°Hay pocas cosas tan fr¨¢giles y tan hermosas como la Tierra. Trabajemos juntos hoy y todos los d¨ªas para proteger nuestro hogar¡±, a?adi¨®.

M¨¢s informaci¨®n

Adi¨®s al h¨¦roe silencioso

Fotogaler¨ªa: La vida de Michael Collins, en im¨¢genes

La misi¨®n Apolo 11 ¡ªcon Armstrong, Aldrin y Collins como tripulantes¡ª despeg¨® el 16 de julio de 1969. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, el m¨®dulo lunar Eagle se pos¨® en la superficie de la Luna, con Armstrong y Aldrin a bordo. Mientras sus compa?eros daban el primer paseo lunar, Collins se ocupaba de hacer fotograf¨ªas del sat¨¦lite y de poner en marcha experimentos. El 24 de julio, la misi¨®n ameriz¨® en el oc¨¦ano Pac¨ªfico, de vuelta a la Tierra.

Michael Collins, un estadounidense nacido en Roma (Italia) en 1931, fue uno de los 14 hombres que en 1963 superaron la criba para ser astronautas del programa Apolo. La NASA exig¨ªa que fueran estadounidenses, menores de 34 a?os y que midieran menos de 1,83 metros. Adem¨¢s, ten¨ªan que ser pilotos, con m¨¢s de 1.500 horas de vuelo, y tener formaci¨®n cient¨ªfica. Y estar dispuestos a jugarse la vida. Los tres miembros de la misi¨®n Apolo 1, destinados a ser los primeros en pisar la Luna, ardieron vivos el 27 de enero de 1967, durante un simulacro en tierra.

Collins se hab¨ªa licenciado en Ciencia en 1952 en la Academia Militar de los Estados Unidos, la c¨¦lebre West Point, en Nueva York. Como piloto de pruebas en la Fuerza A¨¦rea lleg¨® a las 5.000 horas de vuelo. Antes de su periplo a la Luna, particip¨® en la misi¨®n espacial tripulada Gemini 10, en julio de 1966. El administrador interino de la NASA, Steve Jurczyk, ha lamentado este mi¨¦rcoles la muerte de Collins: ¡°Hoy la naci¨®n ha perdido a un verdadero pionero y a un defensor de la exploraci¨®n¡±.

Collins nunca lament¨® su papel aparentemente secundario en la misi¨®n a la Luna. ¡°S¨¦ que ser¨ªa un mentiroso o un tonto si dijera que tuve el mejor de los tres puestos en la misi¨®n Apolo 11, pero estoy perfectamente satisfecho con el que tuve¡±, declar¨® a la NASA en 2009, con motivo del 40 aniversario de la llegada al sat¨¦lite. ¡°No pretendo negar un sentimiento de soledad. Est¨¢ ah¨ª, reforzado por el hecho de que el contacto por radio se cortaba de manera abrupta cuando yo desaparec¨ªa detr¨¢s de la Luna¡±, explic¨®. Collins recordaba as¨ª sus sensaciones en la ¨®rbita lunar: ¡°Ahora estoy solo, realmente solo, absolutamente aislado de cualquier forma de vida conocida¡±. El antiguo astronauta dej¨® la NASA muy pronto, en 1970, y se convirti¨® en el primer director del Museo Nacional del Aire y el Espacio, en Washington.

El explorador espacial envi¨® a la humanidad un potente mensaje pacifista. ¡°Creo sinceramente que si los l¨ªderes pol¨ªticos del mundo pudieran ver su planeta desde una distancia de 100.000 millas [unos 160.000 kil¨®metros], su perspectiva cambiar¨ªa dr¨¢sticamente. Esas fronteras tan importantes ser¨ªan invisibles¡±, reflexion¨® Collins. ¡°Este peque?o globo continuar¨ªa girando, ignorando serenamente sus subdivisiones, presentando una fachada unificada que clamar¨ªa por un entendimiento mutuo, por un tratamiento homog¨¦neo. La Tierra es azul y blanca, no capitalista o comunista; azul y blanca, no de ricos o pobres; azul y blanca, no de envidiados o de envidiosos¡±, proclam¨®.

Collins negaba que los astronautas fueran h¨¦roes. ¡°Nosotros trabajamos mucho e hicimos nuestra tarea casi a la perfecci¨®n, pero para eso nos hab¨ªan contratado¡±, afirm¨® en unas declaraciones recogidas en la p¨¢gina de la NASA. El veterano piloto de pruebas aseguraba que simplemente hab¨ªa estado en el sitio y en el momento adecuados. ¡°Sobrevivimos a una carrera peligrosa y tuvimos ¨¦xito, pero, en mi caso, esto se debi¨® en un 10% a una astuta planificaci¨®n. En un 90% fue suerte. Que pongan ¡®afortunado¡¯ en mi l¨¢pida¡±, brome¨®.

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