Las amigas que pasaron de compartir apuntes a dirigir la vigilancia de los volcanes
Carmen L¨®pez y Mar¨ªa Jos¨¦ Blanco se presentaron juntas a las oposiciones al Instituto Geogr¨¢fico Nacional y ahora, tres d¨¦cadas despu¨¦s, son las responsables de controlar la erupci¨®n de La Palma
Hace algo m¨¢s de tres d¨¦cadas, dos j¨®venes opositoras, geof¨ªsicas de formaci¨®n, compart¨ªan apuntes y temarios para conseguir plaza en el Instituto Geogr¨¢fico Nacional (IGN). Eran Carmen L¨®pez y Mar¨ªa Jos¨¦ Blanco, las responsables de la vigilancia del volc¨¢n de La Palma. Ninguna de las dos aprob¨®; aquella convocatoria se declar¨® desierta y terminaron entrando en el Geogr¨¢fico en 1990. ¡°Nos presentamos dos veces, porque en la primera nos suspendieron a todos¡±, r¨ªe Blanco, que ahora dirige la delegaci¨®n del IGN en Canarias. Su rostro es uno de los m¨¢s habituales en las televisiones desde hace tres meses, ya que su papel es informar, casi a diario, del parte cient¨ªfico de la erupci¨®n palmera. Cuando no es Blanco quien habla, siempre con su chaleco rojo, interviene L¨®pez, su jefa, la directora del Observatorio Geof¨ªsico, con sede en Madrid.
Es un t¨¢ndem que viene funcionando con precisi¨®n desde que se puso en marcha por primera vez en 2011 durante la erupci¨®n submarina de El Hierro. Blanco y L¨®pez, L¨®pez y Blanco, coordinan hombro con hombro la vigilancia volc¨¢nica de las erupciones canarias. ¡°Son fen¨®menos que se extienden much¨ªsimo en el tiempo; nos turnamos por el desgaste f¨ªsico y emocional de llevar estos procesos¡±, explica L¨®pez, que naci¨® en Madrid hace 57 a?os, porque ¡°el cansancio a veces te puede¡±. Por eso es raro que coincidan juntas en el cuartel general del IGN en La Palma, bajo la iglesia de Tajuya, ya que se reparten los tiempos sobre el terreno, d¨¢ndose el relevo como luchadoras en el ring.
Las dos creen que cuentan con la mejor pareja para este baile; si te f¨ªas de alguien para los apuntes de la oposici¨®n, te puedes fiar para combatir un volc¨¢n. ¡°Necesitas apoyarte todo el rato en otra persona, necesitas alguien que te diga que te est¨¢s equivocando, todo eso se basa en la confianza¡±, se?ala L¨®pez. Lo confirma Blanco (Madrid, 59 a?os): no solo son un apoyo mutuo, tambi¨¦n se ponen ¡°los pies en tierra mutuamente¡±. Y a?ade: ¡°Nos damos tranquilidad, porque son situaciones en las que el estr¨¦s es grande, y adem¨¢s mantenido en el tiempo, y que seamos dos personas con un car¨¢cter templado nos da una solidez que ninguna de las dos de manera individual podr¨ªamos tener¡±.
Estas dos domadoras de volcanes han tenido trayectorias muy similares, incluso en su pasi¨®n temprana por la ciencia. En el caso de Blanco, por sus padres qu¨ªmicos, que generaron muchas vocaciones en la rama cient¨ªfica en su familia. En el caso de L¨®pez, hija de los pintores realistas Mar¨ªa Moreno y Antonio L¨®pez, tambi¨¦n hubo un inter¨¦s temprano por la ciencia, aunque con un recorrido distinto, l¨®gico para ella: desde el arte de sus padres. ¡°La ciencia cuenta con una parte creativa que tiene mucho poder, tambi¨¦n de fascinaci¨®n por la realidad. A m¨ª me fascina la realidad, lo que pasa es que no la pinto, pero la intento entender. No es tan diferente¡±.
¡°Necesitas apoyarte todo el rato en otra persona, alguien que te diga que te est¨¢s equivocando¡±Carmen L¨®pez, directora del Observatorio Geof¨ªsico
Las dos optaron por la geof¨ªsica. A L¨®pez le gustaba el lenguaje de las matem¨¢ticas, muy atractivo por su capacidad de explicar el mundo, hasta que un profesor de la carrera explic¨® que la Tierra est¨¢ viva: ¡°Aunque es un concepto como muy tonto, la idea me pareci¨® incre¨ªble¡±. As¨ª se decidi¨® por esa rama que estudia los fen¨®menos que afectan a esa vida de nuestro planeta.
Fen¨®menos como los terremotos que causaron gran preocupaci¨®n en Tenerife en 2004 y que obligaron a crear de la nada un equipo de vigilancia volc¨¢nica en el IGN, una instituci¨®n que depende del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. ¡°Carmen y yo fuimos las que en aquel momento tiramos del carro. Fuimos a N¨¢poles y a Roma, al Instituto Nacional de Geof¨ªsica y Vulcanolog¨ªa italiano (INGV), para ver lo que hac¨ªan e intentar aprovechar la experiencia de una instituci¨®n con una solera tan grande, con la idea de copiar de quienes sab¨ªan mucho m¨¢s que nosotras¡±, admite Blanco.
Y solo siete a?os m¨¢s tarde estall¨® la crisis de El Hierro, que acab¨® con una erupci¨®n submarina de varios meses. La afrontaron sin mucha experiencia, explica L¨®pez, dispuestas a aprender de sus colegas de otras instituciones. ¡°No nos sentimos en absoluto intimidadas. Hay que ser humildes, solo aprendes si reconoces que no sabes, y en esta ciencia m¨¢s¡±, advierte. Reconoce que en El Hierro se cay¨® en errores que ahora no se est¨¢n cometiendo: ¡°Sabemos muy bien lo que hay que hacer; entonces no estaba tan claro, viv¨ªamos una incertidumbre absoluta¡±. Y resume: ¡°Empezamos necesitando asesoramiento y terminamos siendo unos verdaderos expertos, lo que nos ha permitido estar preparados para abordar este nuevo episodio eruptivo de La Palma¡±.
¡°Son muchos a?os y muchas experiencias muy fuertes las que hemos vivido juntas, yo a Carmen la siento como una amiga¡±Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez, directora de la delegaci¨®n en Canarias del IGN
Ahora, la presi¨®n es mucho m¨¢s seria y la responsabilidad mucho mayor, como admite Blanco: ¡°Que sea una erupci¨®n urbana tiene una vertiente que pesa mucho¡±. Aunque L¨®pez es la responsable de la vigilancia volc¨¢nica en Espa?a, reivindica el papel de su compa?era: ¡°Mar¨ªa Jos¨¦ es tan importante como yo porque al ser la directora de la oficina de Canarias es la que representa el sello canario, que es lo que siempre hemos querido dejar patente¡±. Los volcanes activos est¨¢n en el archipi¨¦lago y es ah¨ª donde el IGN tiene una oficina con 15 personas dedicadas a ello al cargo de Mar¨ªa Jos¨¦ Blanco, en Santa Cruz de Tenerife, donde lleg¨® tras sacar la plaza hace tres d¨¦cadas. Mientras, Carmen L¨®pez se quedaba en Madrid, donde ahora dirige el Observatorio Geof¨ªsico, tras aprobar juntas esa oposici¨®n. ¡°Y desde entonces hemos sido compa?eras de trabajo y grandes amigas¡±, explica L¨®pez.
Para ella, parte de su ¨¦xito es que son dos mujeres: ¡°A veces somos m¨¢s pr¨¢cticas y dejamos al lado esa guerra de protagonismos en pos de la eficacia y de hacerlo bien¡±. ¡°Mar¨ªa Jos¨¦ tiene una personalidad un poco m¨¢s fuerte que yo, que viene a veces muy bien; las dos tenemos muy claro que no hay nada que sea m¨¢s importante que el cumplimiento del trabajo¡±, apunta L¨®pez. Seg¨²n Blanco, su jefa es ¡°mucho m¨¢s imaginativa¡±. ¡°Son muchos a?os y muchas experiencias muy fuertes las que hemos vivido juntas y aunque es verdad que no tenemos mucha relaci¨®n, porque vivimos lejos y por la diferencia de escalaf¨®n, yo a Carmen la siento como una amiga¡±, resume la directora de la oficina canaria del IGN.
Ya llevan tres meses juntas coordinando la vigilancia del volc¨¢n, recogiendo el consenso de los cient¨ªficos desplazados en la isla canaria, interviniendo a diario para explicar la situaci¨®n como portavoces, alertando a la poblaci¨®n cuando los caprichos del volc¨¢n provocan nuevos sustos. Un considerable peso sobre sus espaldas, que comparten juntas. ?Se imaginaban estar vigilando volcanes cuando compart¨ªan temarios al terminar la carrera? ¡°En aquel momento, decid¨ª que no quer¨ªa dedicarme a la docencia¡±, recuerda Blanco ,¡°porque me parec¨ªa demasiada la responsabilidad de formar a los alumnos. Pues toma responsabilidad¡±.
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