El astronauta Michael L¨®pez-Alegr¨ªa: ¡°Ser¨¢ muy inc¨®modo ver el humo en Ucrania desde el espacio¡±
El piloto hispanoestadounidense dirigir¨¢ el 30 de marzo la primera misi¨®n privada a la Estaci¨®n Espacial Internacional, donde convivir¨¢ con cosmonautas rusos en una situaci¨®n de alta tensi¨®n
La Estaci¨®n Espacial Internacional es como una casa de seis habitaciones que da vueltas a la Tierra, a unos 400 kil¨®metros de altura. A esa distancia, la percepci¨®n de la vida cambia de golpe. Los astronautas lo llaman ¡°el efecto perspectiva¡±. Al observar la fr¨¢gil pelota azul flotando en el espacio, sienten un inconmensurable v¨ªnculo fraternal con el resto de seres humanos. Michael L¨®pez-Alegr¨ªa, nacido en Madrid hace 63 a?os y criado en EE UU, experiment¨® esa escalofriante conexi¨®n con la humanidad en cuatro viajes al espacio entre 1995 y 2007. El pr¨®ximo 30 de marzo iniciar¨¢ su quinto periplo, pero esta vez ser¨¢ muy diferente.
L¨®pez-Alegr¨ªa podr¨¢ ver las columnas de humo de los bombardeos en Ucrania, si dentro de dos semanas contin¨²an los ataques rusos. El astronauta, retirado de la NASA hace una d¨¦cada y ahora vicepresidente de la empresa estadounidense Axiom Space, ser¨¢ el comandante de la primera misi¨®n privada a la Estaci¨®n Espacial Internacional. Acompa?ar¨¢ a tres ricos empresarios de Canad¨¢, Israel y Estados Unidos, que han pagado 50 millones de euros cada uno por un viaje de 10 d¨ªas. Los cuatro visitantes compartir¨¢n la casa flotante con tres cosmonautas rusos, mientras abajo, en la Tierra, se recrudece una nueva Guerra Fr¨ªa.
El jefe de la agencia espacial rusa, Dimitri Rogozin, ha amenazado con dejar caer la Estaci¨®n Espacial Internacional si se mantienen las sanciones contra Rusia. La instalaci¨®n ¡ªgestionada por EE UU, Rusia, la Agencia Espacial Europea, Jap¨®n y Canad¨¢¡ª depende de los motores rusos para mantenerse en ¨®rbita. El equipo encabezado por L¨®pez-Alegr¨ªa despegar¨¢ a bordo de una nave de Space X, la compa?¨ªa estadounidense del magnate Elon Musk que ha privatizado el transporte espacial. Este lunes, Musk ret¨® p¨²blicamente a una pelea al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, y tambi¨¦n se enzarz¨® en un cruce de insultos con Rogozin. La situaci¨®n es explosiva.
Pregunta. Usted ha hablado muchas veces del efecto perspectiva al ver la pelota azul del planeta Tierra, sin fronteras. Esta vez, ?van a poder ver las columnas de humo de los bombardeos en Ucrania?
Respuesta. En principio, s¨ª. Hay unas fotos tristes pero magn¨ªficas de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, cuando hab¨ªa un estadounidense [el astronauta Frank Culbertson] fuera del planeta y por casualidad volaron por encima de Nueva York.
P. La Estaci¨®n Espacial Internacional ha sido normalmente un oasis de paz y convivencia entre pa¨ªses. ?Qu¨¦ espera encontrarse ahora?
R. Escrib¨ª a mi compa?ero Tom Marshburn, que ser¨¢ el comandante cuando estemos all¨ª, y me explic¨® que a bordo est¨¢ todo igual. Ellos evitan hablar de pol¨ªtica y est¨¢n colaborando y comiendo juntos, como siempre.
P. Desde que empez¨® la invasi¨®n rusa de Ucrania, los astronautas que est¨¢n en la Estaci¨®n Espacial Internacional est¨¢n con un perfil muy bajo, en silencio. No ha existido, por ejemplo, una imagen de todos juntos. ?Usted tiene previsto hacer alg¨²n gesto por la paz con los cosmonautas rusos?
R. Es dif¨ªcil encontrar palabras que no impliquen que alguien tiene la culpa. Decir que todos debemos vivir en paz, por l¨®gico que sea, no va a ofender a los cosmonautas, porque yo creo que ellos tienen una mentalidad un poco distinta, pero a lo mejor s¨ª ofende a alguien en el Gobierno de Putin, que lo sentir¨ªa como una agresi¨®n.
Los astronautas estadounidenses y los cosmonautas rusos evitan hablar de pol¨ªtica
P. Ustedes van a llegar a la Estaci¨®n Espacial Internacional en una situaci¨®n muy tensa, con Elon Musk enzarzado con el jefe de la agencia espacial rusa y ret¨¢ndose incluso a peleas.
R. Personas como Elon Musk y Dimitri Rogozin pueden hacer lo que les d¨¦ la gana. Tienen cierta posici¨®n y, aunque algunas veces deben callarse, son personas que suelen decir lo que piensan. Nosotros, sin embargo, debemos tener en cuenta el impacto de nuestras palabras. Creo que es mejor callarse en p¨²blico para no causar m¨¢s roces.
P. Rogozin ha lanzado la amenaza de que Rusia podr¨ªa dejar caer la Estaci¨®n Espacial Internacional. Usted ayud¨® a construir la estaci¨®n. ?Es posible que nos caiga en la cabeza?
R. S¨ª, claro, caer¨¢, pero lo que intentamos hacer es que caiga en un sitio donde no haya gente, en el sur del oc¨¦ano Pac¨ªfico. Usamos la propulsi¨®n rusa para mantener la estaci¨®n en su ¨®rbita. Sin ella, tras mucho tiempo, caer¨ªa. Yo tengo bastante confianza en que, si tomasen esa decisi¨®n, podr¨ªamos desarrollar una soluci¨®n. Lo que es cierto es que la estaci¨®n no puede operar sin los rusos, pero tampoco sin la otra parte, que incluye a los estadounidenses. Nosotros suministramos la mayor¨ªa de su electricidad, la comunicaci¨®n, etc¨¦tera, y ellos proporcionan esta propulsi¨®n. Siempre ha sido as¨ª. A pesar de lo que dice Rogozin, no creo que vaya a llegar a ese punto.
P. Sobre todo porque habr¨ªa astronautas dentro.
R. Esto [la ca¨ªda de la estaci¨®n] no pasar¨ªa de un d¨ªa para otro. Tardar¨ªa meses o incluso a?os. Es un proceso muy previsible. Seguro que la gente abandonar¨ªa la estaci¨®n mucho antes.
P. Rogozin amenaz¨® este lunes con construir una estaci¨®n espacial rusa militarizada. ?Tiene sentido? ?Para qu¨¦ servir¨ªa?
R. Para nada, no hay ninguna ventaja en tener una plataforma as¨ª con gente a bordo. Antes, en los a?os setenta, los rusos ten¨ªan estaciones espaciales, m¨¢s que nada para hacer fotograf¨ªas. Ahora tenemos sat¨¦lites con c¨¢maras de superalta resoluci¨®n. No tiene ning¨²n sentido.
P. Dimitri Rogozin ha publicado en sus redes sociales un v¨ªdeo de t¨¦cnicos rusos quitando las banderas de EE UU y otros pa¨ªses de un cohete Soyuz [el veh¨ªculo ruso que ha monopolizado en la ¨²ltima d¨¦cada el lanzamiento de misiones tripuladas, hasta la llegada en 2020 de la empresa Space X]. Rogozin ha afirmado que, sin la tecnolog¨ªa rusa, EE UU tendr¨¢ que ir al espacio en un palo de escoba.
R. Una ingeniera de Space X dijo: ¡°que salga ahora el palo de escoba¡±, en un lanzamiento que ocurri¨® despu¨¦s de ese comentario de Rogozin [un lanzamiento de sat¨¦lites a bordo de un cohete de la empresa estadounidense, el 9 de marzo]. La tecnolog¨ªa de Space X no tiene nada que envidiar a ninguna otra.
P. Un colega suyo, el antiguo astronauta estadounidense Scott Kelly, dijo el 6 de marzo que Rogozin acabar¨ªa trabajando en un McDonald¡¯s, porque Roscosmos, que es la Agencia Espacial Federal Rusa, no puede hacer nada sin la colaboraci¨®n de EE UU o la Agencia Espacial Europea.
R. Yo estoy completamente convencido de que, sin la Estaci¨®n Espacial Internacional, Roscosmos no tendr¨¢ mucho que hacer, porque, en el campo de los vuelos tripulados, es lo ¨²nico que est¨¢n haciendo ahora. No tienen planes concretos para construir otra estaci¨®n ni para ir a la Luna.
Todos los astronautas que hemos experimentado el efecto perspectiva deseamos que no haya m¨¢s guerras
P. Usted habla ruso y fue director de operaciones del Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Yuri Gagarin, cerca de Mosc¨², entre 1996 y 1997. ?Qu¨¦ tal es su relaci¨®n con sus compa?eros rusos?
R. Igual. Como me aconsej¨® Tom Marshburn, que est¨¢ a bordo de la estaci¨®n, yo evito hablar de pol¨ªtica con ellos.
P. Ser¨¢ inc¨®modo mirar por la ventanilla y ver las columnas de humo en Ucrania.
R. Ser¨¢ muy inc¨®modo, pero creo que ellos tienen la misma mentalidad de no provocar.
P. Usted fue piloto de combate en la d¨¦cada los ochenta. ?Lleg¨® a entrar en lucha?
R. No, nunca. Era un escuadr¨®n operacional con base en Rota [C¨¢diz] y estuvimos involucrados en varias actividades. Un barco italiano, llamado Achille Lauro, fue secuestrado por unos terroristas y nuestro escuadr¨®n pudo ayudar a encontrar a los secuestradores despu¨¦s de que dejaran el barco. Tambi¨¦n intervine en otro avi¨®n secuestrado, el vuelo 847 de TWA.
P. Un piloto de combate debe tener la capacidad de, llegado el momento, apretar un bot¨®n y disparar un misil. Usted, despu¨¦s de viajar al espacio y sentir el efecto perspectiva, ?ser¨ªa capaz de disparar?
R. Es una pregunta muy interesante, porque me he formado con esa mentalidad de hacer lo que haga falta en el momento, pero no s¨¦ c¨®mo ser¨ªa ese momento para m¨ª hoy. Al final piensas que es un acto en defensa de la democracia o de los derechos humanos, pero se siembra ese conflicto en el que t¨² quieres mejorar la sociedad, pero el acto en s¨ª es un acto de violencia. Es dif¨ªcil.
P. En la serie Cosmos, Carl Sagan mostraba una imagen de la Tierra como un punto azul p¨¢lido en el espacio y proclamaba: ¡°Piensa en los r¨ªos de sangre derramada por todos esos generales y emperadores para, tras alcanzar la gloria y el triunfo, poder convertirse en los amos moment¨¢neos de una diminuta porci¨®n de un punto¡±. Usted ahora va a ver esto en directo.
R. Todos los astronautas que hemos experimentado ese efecto perspectiva deseamos que no haya m¨¢s guerras, que no haya m¨¢s hambre, que no haya m¨¢s enfermedades. El mundo no es as¨ª, pero nos gustar¨ªa influir para que todos seamos un poco m¨¢s tolerantes y nos entendamos un poco mejor.
Viajar al espacio de momento no es nada democr¨¢tico, pero hay que empezar
P. El cosmonauta sovi¨¦tico Sergei Krikalev viaj¨® al espacio en 1991 y, cuando volvi¨® a la Tierra en 1992, ya no exist¨ªa la Uni¨®n Sovi¨¦tica. ?Usted ha pensado alguna vez que le pod¨ªa ocurrir algo similar? De hecho, ahora podr¨ªa ocurrir una guerra nuclear en la Tierra y solo quedar ustedes en el espacio.
R. No se me hab¨ªa pasado por la cabeza, es muy negro eso. Tengo confianza en la humanidad.
P. Usted es vicepresidente de Axiom Space. Su empresa va a lanzar en 2024 el primer m¨®dulo para construir la primera estaci¨®n espacial comercial, que al principio estar¨¢ unida a la actual. ?Cu¨¢ndo podr¨ªa estar completa esa estaci¨®n privada?
R. Tenemos el primer m¨®dulo en 2024. Seis meses despu¨¦s, un segundo m¨®dulo. Y otros seis meses despu¨¦s, un tercer m¨®dulo. Entonces haremos una pausa a la espera de que la NASA y los otros socios de la Estaci¨®n Espacial Internacional decidan hundirla. En ese momento mandaremos el cuarto m¨®dulo, que es el que proporciona la mayor¨ªa de la electricidad. Cuando llegue y se hayan hecho las verificaciones de que todo funciona bien, las separaremos y la Estaci¨®n Espacial Internacional se hundir¨¢ en el Pac¨ªfico seis meses despu¨¦s. El primer m¨®dulo estar¨¢ operativo casi desde que llegue, y ya podremos tener all¨ª a nuestros astronautas y nuestros clientes, pero no ser¨¢ una estaci¨®n independiente hasta el momento en que los pol¨ªticos decidan terminar con la Estaci¨®n Espacial Internacional.
P. ?En qu¨¦ a?o podr¨ªa ser eso?
R. Est¨¢n hablando ahora de 2030.
P. ?Usted cree que en 2030 habr¨¢, adem¨¢s de su estaci¨®n espacial comercial, alguna otra estaci¨®n espacial?
R. Yo creo y espero que s¨ª, porque la competencia es importante para generar una econom¨ªa en la ¨®rbita terrestre. Tiene que haber m¨¢s de un consumidor y m¨¢s de un proveedor de servicios. Podr¨ªan ser otras empresas estadounidenses. China ya tiene una estaci¨®n, que no es comercial, pero han dicho que est¨¢n listos para aceptar a clientes privados. Yo s¨¦ que la NASA est¨¢ fomentando el desarrollo de estaciones, precisamente para que ellos puedan gastar ese dinero en otros temas, como el regreso a la Luna. As¨ª podr¨¢n usar plataformas como la nuestra como cliente. Es como comprar una noche de hotel, sin tener que ser el due?o del hotel.
P. Usted siempre dice que los viajes al espacio se van a democratizar, pero sus compa?eros van a pagar cada uno 55 millones de d¨®lares (50 millones de euros). El empresario estadounidense Dennis Tito, que fue el primer astronauta no profesional, pag¨® 20 millones de d¨®lares hace 20 a?os. Ahora es m¨¢s caro que antes. Parece que no se est¨¢ democratizando mucho.
R. S¨ª, yo soy la primera persona en decir que, de momento, no es nada democr¨¢tico, pero hay que empezar. Estamos reflejando el coste de subir gente a la ¨®rbita. Es cierto que hace una d¨¦cada costaba menos. ?l fue con los rusos. Tenemos que esperar a que lleguen otras empresas, como Boeing, e igual otras que desconocemos todav¨ªa, que puedan competir con Space X para que bajen los precios. No veo otra forma.
P. ?Cree sinceramente que una familia normal y corriente va a poder viajar al espacio en alg¨²n momento?
R. Yo no s¨¦ cu¨¢nto tardar¨¢, pero estoy convencido de que s¨ª, que alg¨²n d¨ªa llegar¨¢ ese momento. La aviaci¨®n comercial empez¨® hace un siglo y, en aquel momento, solamente gente muy rica pod¨ªa volar.
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