La Real Expedici¨®n Filantr¨®pica de la Vacuna: un hito para la medicina espa?ola y universal
Un libro y una novela gr¨¢fica detallan la historia de la primera campa?a de vacunaci¨®n global, un viaje ¨¦pico que se inici¨® en 1803 para llevar el medicamento contra la viruela a Am¨¦rica y Asia
Los virus son una parte integral del ecosistema y existen donde se encuentra vida. Algunos modelos matem¨¢ticos con un cierto soporte experimental indican que todav¨ªa existen m¨¢s de 300.000 nuevos virus pendientes de ser descubiertos. Las barreras entre infecciones de animales y humanas son muy peque?as, y los virus las cruzan constantemente. De hecho, casi dos tercios del total de las enfermedades transmisibles humanas son zoonosis...
Los virus son una parte integral del ecosistema y existen donde se encuentra vida. Algunos modelos matem¨¢ticos con un cierto soporte experimental indican que todav¨ªa existen m¨¢s de 300.000 nuevos virus pendientes de ser descubiertos. Las barreras entre infecciones de animales y humanas son muy peque?as, y los virus las cruzan constantemente. De hecho, casi dos tercios del total de las enfermedades transmisibles humanas son zoonosis. Existen distintas formas de transmisi¨®n de los virus, algunas de las cuales est¨¢n condicionadas por el cambio clim¨¢tico de una forma notable.
Estos saltos de los agentes infecciosos de una especie a otra, causando epidemias o pandemias, no son algo exclusivo de nuestro tiempo. Peri¨®dicamente, los contagios afectan por igual a toda la poblaci¨®n, sin importar la condici¨®n y caracter¨ªsticas de las personas. Una vez que el contagio ha llegado a un territorio, este reduce su actividad para no exponerse a la infecci¨®n y ser aniquilado, y queda paralizado en el tiempo.
En una pandemia, la sociedad se blinda frente a lo desconocido, tiene miedo de lo incierto y se protege esperando que todo pase. Faltan est¨ªmulos que provoquen la reacci¨®n, pero ?por cu¨¢nto tiempo? La vida contin¨²a y la humanidad con ella. Se debe recobrar el ritmo perdido. Hay que seguir adelante con fortaleza de esp¨ªritu y con brazos fuertes, porque es el momento de desinfectar, repartir alimentos, garantizar la circulaci¨®n de bienes y la seguridad de las personas, vigilar fronteras y, m¨¢s que nada, luchar contra el efluvio maligno que nos hace enfermar.
Esta din¨¢mica que vivimos hoy en d¨ªa ya se vivi¨® a finales del siglo XVIII. En 1803 se intent¨® poner remedio a la propagaci¨®n de la viruela con la Real Expedici¨®n de Balmis, que fue considerada en su tiempo como la primera campa?a de lucha global contra una pandemia. Tuvo como ¨²nico y extraordinario objetivo propagar y perpetuar la vacuna reci¨¦n descubierta por Eduardo Jenner en todas las demarcaciones ultramarinas de la Corona espa?ola. Esta haza?a m¨¦dica es el primer hito de la mundializaci¨®n de la salud, globalizando instituciones sociales, pol¨ªticas, jur¨ªdicas y sanitarias, acercando los territorios hispanos a lo largo de los oc¨¦anos Atl¨¢ntico y Pac¨ªfico. Esta expedici¨®n se prepar¨® durante el reinado de Carlos IV y dur¨® desde el a?o 1803 al 1810.
Mientras que el orden institucional, social y econ¨®mico se tambaleaba en una Europa con aires de revoluci¨®n, apenas se atisba su colapso en Am¨¦rica. En este contexto, la Corona espa?ola propone la Real Expedici¨®n Filantr¨®pica de la Vacuna. Su imaginaci¨®n, planificaci¨®n y desarrollo supuso la creaci¨®n de una estructura sanitaria cohesionada, para articular que la vacuna no solo se propagase en ese momento, sino que se perpetuase despu¨¦s de la expedici¨®n. As¨ª, se cre¨® una red al servicio de la salud p¨²blica, aun en la localidad m¨¢s alejada de los centros de poder. Esta realidad se pudo desarrollar gracias a tres l¨ªneas de acci¨®n: la primera, la implicaci¨®n directa del Estado en la adopci¨®n de medidas destinadas a la protecci¨®n de los ciudadanos; la segunda, el establecimiento de canales de comunicaci¨®n que permitieran el movimiento del conocimiento cient¨ªfico de manera fiable y ¨¢gil; y la tercera, la educaci¨®n y protecci¨®n de los profesionales implicados en el cuidado y la defensa de la salud.
La Real Expedici¨®n Filantr¨®pica de la Vacuna no es solo iniciativa de una persona, sino que es resultado de un proyecto que une sensibilidad, osad¨ªa y valor para luchar por el bien com¨²n. Junto con el director, Francisco Xavier Balmis, participa Jos¨¦ Salvany, que ser¨¢ un pilar estrat¨¦gico para la propagaci¨®n de la vacuna por Am¨¦rica Meridional. A ellos se une un grupo de sanitarios j¨®venes y entusiastas reci¨¦n egresados del Real Colegio de Cirug¨ªa de San Carlos de Madrid, que no escatimaron esfuerzos para conseguir el objetivo, neg¨¢ndose a s¨ª mismos y dejando la vida en el empe?o. Sin embargo, la expedici¨®n nunca hubiera sido posible sin los ni?os que transportaban el fluido contra la viruela en sus brazos, e Isabel Zendal, la ¨²nica mujer enfermera, que con su abnegaci¨®n y admirable celo cuid¨® de ellos como si fueran sus propios hijos.
La expedici¨®n nunca hubiera sido posible sin los ni?os que transportaban el fluido contra la viruela en sus brazos
Esta expedici¨®n se puede calificar como una haza?a m¨¦dica y sanitaria tit¨¢nica, por su dimensi¨®n mundial. En los inicios del siglo XIX, la Real Expedici¨®n Filantr¨®pica de la Vacuna es la ¨²ltima de las expediciones ilustradas que se realizaron por los territorios ultramarinos antes de la independencia de Am¨¦rica y constituye un hito para la medicina espa?ola y universal. En ella se manifiesta el proceso de mundializaci¨®n de la ciencia y es fruto del movimiento cient¨ªfico y cultural ilustrado.
En los albores del siglo XXI, un nuevo virus zarandea y desestabiliza los cimientos de la sociedad. La epidemia producida por el virus SARS-CoV-2, que produce la enfermedad covid-19, que parec¨ªa tan lejana a principios de enero de 2020, era a mediados de marzo una pandemia que afectaba cruelmente a toda Europa y al mundo. Los datos de contagiados, ingresados y fallecidos llenaban los minutos de los informativos y las portadas de los peri¨®dicos. Todos los pa¨ªses, en mayor o menor medida, se han visto afectados por la propagaci¨®n del virus. Hasta este momento se han infectado unos 450 millones de personas, de las cuales han fallecido m¨¢s de seis millones en todo el mundo, aunque estas cifras probablemente deben multiplicarse por tres para reflejar la realidad. Ante esta situaci¨®n, los gobiernos de muchos pa¨ªses ordenaron el confinamiento de la poblaci¨®n.
Fue el momento de sacar del olvido epidemias que solo se guardaban en las p¨¢ginas de los libros de historia: poliomielitis, c¨®lera, fiebre amarilla, gripe¡ y, c¨®mo no, la viruela. Junto con la viruela aparece el profil¨¢ctico de la vacuna. Fue tan reconocido este descubrimiento que con el t¨¦rmino ¡°vacuna¡± se denomina a todos los protectores que nos resguardan anticipadamente de cualquier enfermedad. La vacunaci¨®n ha permitido extinguir la viruela y est¨¢ a punto de terminar con la poliomielitis. De hecho, su fin habr¨ªa llegado hacia el a?o 2000, de no haber sido por ciertos movimientos de radicales extremistas que act¨²an en los pa¨ªses pobres del centro de ?frica.
En reconocimiento del director de la Real Expedici¨®n Filantr¨®pica de la Vacuna, el Estado Mayor de la Defensa denomin¨® Operaci¨®n Balmis a la operaci¨®n militar que se puso en marcha en Espa?a cuando se decret¨® el estado de alarma para frenar el contagio del coronavirus, el 14 de marzo de 2020.
La Operaci¨®n Balmis en el siglo XXI y la Real Expedici¨®n Filantr¨®pica de la Vacuna en el siglo XIX han dado respuesta a dos sociedades abrumadas por los acontecimientos, afligidas por el dolor y angustiadas por la incertidumbre. En ambas, un min¨²sculo organismo ha vareado los cimientos de la modernidad. Los tiempos han cambiado, pero las actitudes de la poblaci¨®n frente a las epidemias son las mismas: diferentes circunstancias e iguales estrategias.
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