Los dientes de personas enterradas hace 700 a?os se?alan el origen de la peste negra, la mayor pandemia de la historia
El an¨¢lisis de ADN antiguo muestra que la peste negra empez¨® en un valle de Asia central y se expandi¨® por la Ruta de la seda
A finales del siglo XIX, en plena fiebre por la arqueolog¨ªa, aventureros rusos excavaron dos cementerios medievales cercanos al lago Issyk-Kul (Kirguist¨¢n, Asia central). La Ruta de la Seda atravesaba la regi¨®n y eso se not¨® en lo que hab¨ªa en las tumbas: peque?os tesoros de monedas y adornos de los m¨¢s alejados rincones de Eurasia. Los excavadores observaron que hab¨ªa demasiadas l¨¢pidas para los a?os 1338 y 1339. El misterio se ha mantenido hasta hoy. Un trabajo colectivo entre historiadores, arque¨®logos y genetistas publicado en Nature ha analizado los dientes de varios de los enterrados y han encontrado ADN de Yersinia pestis, la bacteria que provoc¨® la mayor pandemia de la historia, la peste negra que asol¨® Europa y Asia una d¨¦cada despu¨¦s.
En una de las l¨¢pidas se puede leer, traducido: ¡°En el a?o de 1649 [que corresponde a 1338 en el calendario occidental], y siendo el A?o del Tigre. Bars, en turco. Esta es la tumba del creyente Sanmaq. [?l] muri¨® de pestilencia¡±. Esa ¨²ltima palabra ha llevado de cabeza a los historiadores de aquel tiempo. Pestilencia podr¨ªa hacer referencia a la peste, pero la pandemia que acab¨® con la vida de entre 50 y 200 millones de personas no estall¨® hasta 1347, con los primeros casos de apestados en los puertos del Mar Negro, Constantinopla, Marsella o Barcelona. De la peste negra se sabe casi todo: qu¨¦ bacteria la provoc¨®, c¨®mo las pulgas de las ratas infectadas la pasaron a los humanos, que la gen¨¦tica dice que aquella cepa es la responsable de los rebrotes que ha habido en los ¨²ltimos 500 a?os y que vino de alg¨²n lugar de Asia central. Pero la localizaci¨®n exacta era un tema de intenso debate entre los historiadores, hasta ahora.
Cient¨ªficos alemanes, brit¨¢nicos y rusos lograron el permiso de las autoridades para quitarle 50 miligramos de esmalte y dentina a la dentadura de una treintena de los enterrados que se conservan en el Museo Pedro el Grande de Antropolog¨ªa y Etnograf¨ªa de la Academia de Ciencias Rusa (Kuntsk¨¢mera, San Petersburgo). Lograron extraer ADN de siete de ellos. Su an¨¢lisis indica que eran lugare?os. Pero lo m¨¢s importante vino despu¨¦s. En tres de los fallecidos hab¨ªa material gen¨¦tico extra?o. Su an¨¢lisis no dejaba dudas: era ADN de una cepa de la bacteria Y. pestis y no una cualquiera.
¡°[Esta cepa] es la predecesora del 80% de todas las cepas actualmente en circulaci¨®n, incluyendo la de la peste negra y todas las cepas posteriores a ella¡±Johannes Krause, director del Instituto Max Planck de Antropolog¨ªa Evolutiva
Johannes Krause, director del Instituto Max Planck de Antropolog¨ªa Evolutiva (Alemania) y autor senior de la investigaci¨®n publicada en Nature, lo tiene claro: ¡°Es la predecesora del 80% de todas las cepas actualmente en circulaci¨®n, incluyendo la de la peste negra y todas las cepas posteriores a ella¡±. Para sostener su afirmaci¨®n, Krause y sus colegas construyeron el ¨¢rbol filogen¨¦tico de la Y. pestis con el genoma de 250 espec¨ªmenes, 47 de ellos del pasado. Observaron que, en torno a mediados del siglo XIV, se produjo una explosi¨®n y diversificaci¨®n en forma de estrella de las cepas de la bacteria y encontraron que la detectada en los muertos del valle de Chu, donde se encuentra el lago Issyk-Kul, estaba en el principio de todo.
Lo explica la investigadora de la Universidad de Tubinga y principal autora del estudio, Mar¨ªa Spirou, en una nota: ¡°Descubrimos que las cepas antiguas de Kirguist¨¢n est¨¢n ubicadas exactamente en el nodo de este evento de diversificaci¨®n masiva. En otras palabras, encontramos la cepa fuente de la peste negra e incluso sabemos su fecha exacta [es decir, el a?o 1338]¡±. Ya los arque¨®logos rusos destacaron que algo pas¨® aquel a?o. Mientras en la d¨¦cada precedente, el n¨²mero de enterrados en los dos cementerios, el de Kara-Djigach y el de Burana, no superaba la veintena en los peores a?os, la cifra se dobl¨® en 1338 y lleg¨® al centenar al a?o siguiente. El c¨ªrculo se va cerrando.
Todas las pruebas indican que los primeros casos documentados de peste negra se produjeron durante 1347 en las ciudades portuarias de lo que hoy es Turqu¨ªa. En los siguientes meses hubo brotes en otros puertos cada vez m¨¢s hacia el oeste: Atenas, N¨¢poles, Marsella o Barcelona, ya en la primavera de 1348. Le bastaron dos a?os para llegar hasta los pa¨ªses n¨®rdicos. Tambi¨¦n castig¨® el norte de ?frica, los pa¨ªses ¨¢rabes, India y China. Pero todo debi¨® empezar en el valle del Chu o en sus cercan¨ªas, a los pies de las monta?as celestiales (Tian Shan, la regi¨®n fronteriza entre las actuales Kazajist¨¢n, Kirguist¨¢n y la Rep¨²blica Popular China).
¡°Ambos cementerios estaban situados en el coraz¨®n de la red comercial de la Ruta de la Seda, justo al lado de la calzada¡±Philip Slavin, historiador de la Universidad de Stirling (Reino Unido)
El historiador de la Universidad de Stirling (Reino Unido) y coautor del estudio, Philip Slavin, destaca c¨®mo las rutas comerciales fueron un elemento clave en la propagaci¨®n de la peste y el papel de esta zona del mundo en su inicio. ¡°Ambos cementerios estaban situados en el coraz¨®n de la red comercial de la Ruta de la Seda, justo al lado de la calzada¡±, dice en un correo.
Sin embargo, otros historiadores no comparten las conclusiones de esta investigaci¨®n. Uno de los esc¨¦pticos no es un cualquiera. Ole J. Benedictow es profesor ya em¨¦rito del Instituto de Arqueolog¨ªa, Conservaci¨®n e Historia de la Universidad de Oslo (Noruega). En 2004 escribi¨® su libro m¨¢s conocido, La Peste Negra 1346-1353: La historia completa (actualizado el a?o pasado en una segunda edici¨®n). La tesis central de la obra la recuerda en un correo: ¡°Existe evidencia hist¨®rica sustancial de que la peste negra estall¨® originalmente en la zona del bajo Volga, muy probablemente en el delta, donde hay un reservorio de peste activo con una gran acumulaci¨®n de datos hist¨®ricos y que todav¨ªa provoca casos de peste¡±. Es decir, para este historiador todo empez¨® en esta zona de Rusia, ba?ada por el mar Caspio, muy lejos del valle de Chu.
En el momento del brote de la peste negra, el pat¨®geno de la peste estaba ampliamente distribuido entre los roedores en el ¨¢rea ocupada por el khanato de la Horda Dorada (uno de los estados sucesores del imperio mongol). Este, como recuerda Benedictow, ¡°se extend¨ªa desde la frontera occidental de China hasta la frontera oriental de la actual Ruman¨ªa. Para el historiador noruego, que acepta que la estructura gen¨¦tica de la peste en la parte local del reservorio podr¨ªa ser parecida a la de reservorio del bajo delta del Volga, los dos cementerios que centran esta nueva investigaci¨®n no pudieron estar en el inicio de la pandemia: ¡°Issyk-Kul est¨¢ situado en un asentamiento bastante remoto dentro de una vasta ¨¢rea que contiene un reservorio de plagas de roedores salvajes. Dentro de tal ¨¢rea habr¨¢ continuamente episodios de casos de peste cuando las personas entrasen en contacto con roedores enfermos contrayendo la enfermedad. Este tambi¨¦n debe haber sido el caso de la poblaci¨®n en Issyk-Kul. Se desconoce si hubo alg¨²n contacto entre Issyk-Kul y el ¨¢rea del bajo Volga, pero lo dudo¡±.
Benedictow reconoce que la investigaci¨®n con ADN antiguo puede ofrecer importantes contribuciones a la historia de las plagas. ¡°Es valioso tener algunos conocimientos b¨¢sicos sobre el origen y desarrollo del pat¨®geno¡±. Pero tambi¨¦n advierte contra los excesos con mucha elegancia. ¡°Espero que las personas que lean este excelente art¨ªculo [por la investigaci¨®n de Nature] tambi¨¦n se den cuenta de que la historia gen¨¦tica de la peste en s¨ª misma tiene un inter¨¦s e importancia limitados¡±. Para ¨¦l, ¡°lo que hace que las epidemias de peste y peste negra sean importantes es su impacto en la sociedad hist¨®rica¡±. Y concluye: ¡°Para volverse cruciales, la peste negra y las epidemias hist¨®ricas de peste depend¨ªan de las acciones humanas y del nivel de eficiencia de propagaci¨®n en la sociedad humana que engendrar¨ªan la cultura humana y la tecnolog¨ªa¡±.
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