El creador de los primeros beb¨¦s modificados gen¨¦ticamente vuelve a la ciencia tras salir de la c¨¢rcel: ¡°Hice las cosas demasiado r¨¢pido¡±
El chino He Jiankui asegura sin pruebas que curar¨¢ una enfermedad rara en tres a?os, y para ello busca la financiaci¨®n de grandes fortunas. La comunidad cient¨ªfica le compara con los cient¨ªficos nazis y ve su regreso con terror
He Jiankui, el cient¨ªfico que cre¨® los primeros beb¨¦s modificados gen¨¦ticamente en uno de los experimentos m¨¢s delirantes y peligrosos de la historia, ha salido de la c¨¢rcel y quiere volver a la ciencia para curar enfermedades gen¨¦ticas en ni?os y adultos. As¨ª lo ha confirmado el propio He a EL PA?S en varios correos electr¨®nicos, pues no quiere ofrecer entrevistas en persona. La mayor¨ªa de los expertos internacionales consultados por este diario, incluido un premio Nobel, ven la vuelta de He con aut¨¦ntico terror. Sus actos, considera Kiran Musunuru, experto en edici¨®n gen¨¦tica, ¡°son tan graves como los cr¨ªmenes de guerra cometidos por los m¨¦dicos nazis durante la II Guerra Mundial¡±.
En noviembre de 2018, este biof¨ªsico de 38 a?os formado en China y EE UU anunci¨® el nacimiento de dos gemelas apodadas Lulu y Nana. Eran los primeros seres humanos cuyo genoma hab¨ªa sido editado, para lo que us¨® la herramienta CRISPR. La intenci¨®n declarada de He era modificar el gen CCR5 para conferirles resistencia al virus del sida, pues los padres de las ni?as estaban infectados. El anuncio fue recibido con alborozo por las autoridades chinas en un primer momento, pero despu¨¦s se supo que los experimentos hab¨ªan violado las normativas ¨¦ticas y m¨¦dicas m¨¢s b¨¢sicas.
M¨¢s tarde se supo que He era consciente de que el genoma de los embriones conten¨ªa errores indeseados, pero aun as¨ª sigui¨® con el procedimiento para lograr un embarazo por fecundaci¨®n in vitro. Desde entonces, la identidad, el paradero y el estado de salud de las dos gemelas y el de una tercera ni?a que naci¨® de otra pareja en 2019 son uno de los secretos mejor guardados de China. Proteger su identidad es crucial por el impacto brutal que podr¨ªa tener para ellas ser identificadas: son las tres ¨²nicas representantes de una nueva estirpe humana cuyo genoma ha sido reescrito sin que se sepa qu¨¦ consecuencias tiene para su salud y su futuro.
He fue condenado a tres a?os de c¨¢rcel por un tribunal chino y el genoma de los embriones conten¨ªa errores indeseados
En 2019 He fue condenado a tres a?os de c¨¢rcel por un tribunal chino. Despu¨¦s de sus experimentos, qued¨® claro que el cient¨ªfico no actu¨® solo. Dos de sus colaboradores tambi¨¦n fueron a la c¨¢rcel y varios expertos de su pa¨ªs y del extranjero, incluidos investigadores de EE UU, sab¨ªan de sus intenciones y le animaron a continuar.
El cient¨ªfico sali¨® de prisi¨®n hace unos meses. ¡±Ahora vivo bastante bien¡±, escribe. ¡°Paso tiempo con mi mujer y mis dos hijas, me he instalado en Pek¨ªn y he empezado a jugar al golf¡±.
He explica que ha alquilado una oficina de 100 metros cuadrados en el distrito de Daxing de la capital china, donde trabaja con al menos dos colaboradores en la nueva organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que ha creado: el Instituto de Investigaci¨®n de Enfermedades Raras. El cient¨ªfico asegura que este ¡°laboratorio¡± se centrar¨¢ en tratar ¡°a ni?os y adultos, pero no embriones¡± en un intento de curar enfermedades de origen gen¨¦tico como la distrofia muscular de Duchenne, una dolencia rara que puede ser mortal y que afecta sobre todo a varones.
¡°Mi objetivo es conseguir 137 millones de euros del fundador del portal Alibaba y otros multimillonarios¡±He Jiankui
En busca de financiaci¨®n de Alibaba y Tencent
El investigador ha colgado fotos en sus redes sociales junto a supuestos familiares de enfermos. ¡°Muchas familias afectadas me han contactado para donar dinero, pero a¨²n no he decidido si debo hacerlo¡±, asegura. ¡°Mi objetivo es conseguir 1.000 millones de yuanes [137 millones de euros] de Jack Ma [fundador del portal Alibaba], Huateng Ma [fundador de Tencent] y otros multimillonarios. La primera donaci¨®n que recib¨ª lleg¨® de EE UU¡±, asegura. Si consigue esa cantidad, dice, curar¨¢ enfermedades gen¨¦ticas en unos tres a?os.
He no contesta a las preguntas sobre sus experimentos formuladas por EL PA?S. Sobre su tiempo en prisi¨®n y sobre si piensa pedir perd¨®n responde: ¡°He aprendido que hice las cosas demasiado r¨¢pido. Mis pr¨®ximas investigaciones ser¨¢n transparentes y abiertas a todo el mundo. Todos los avances ser¨¢n publicados en redes sociales y habr¨¢ un equipo internacional de cient¨ªficos que revisar¨¢ nuestro trabajo¡±.
Casi nadie niega que He tiene raz¨®n al considerar excesivo el precio actual de la terapia g¨¦nica. Los pocos f¨¢rmacos de este tipo que se han desarrollado hasta la fecha est¨¢n entre los m¨¢s caros del mundo. El m¨¢s costoso de todos se acaba de aprobar en EE UU para tratar una enfermedad hereditaria de la sangre con un precio de 3,5 millones de d¨®lares por paciente. He argumenta que su objetivo es abaratar estas terapias en China a un mill¨®n de yuanes, unos 130.000 euros, aunque no aclara c¨®mo lo conseguir¨¢. Este es un campo de investigaci¨®n delicad¨ªsimo en el que se han sufrido sonados fracasos. El m¨¢s reciente fue la muerte en EE UU de Terry Horgan, quien precisamente sufr¨ªa distrofia muscular de Duchenne, en un ensayo cl¨ªnico millonario que hab¨ªa ayudado a financiar su propio hermano.
La principal raz¨®n del precio de estas terapias es que es muy caro hacer toda la investigaci¨®n necesaria, explica Musunuru, cient¨ªfico y m¨¦dico de la Universidad de Pensilvania (EE UU) y buen conocedor del caso de He, sobre el que escribi¨® el libro The CRISPR generation. ¡°No se pueden tomar atajos en este campo y eso es lo que hizo He. Compr¨® materiales CRISPR baratos que no estaban aprobados para uso en humanos, los inyect¨® en embriones y materializ¨® los embarazos sin ninguna preocupaci¨®n aparente sobre la seguridad de la madre ni los ni?os. Es la ¨²ltima persona de la que me fiar¨ªa para conseguir terapias m¨¢s baratas. Lo que nos muestra su actitud es que ha vuelto a tomar atajos en busca de fama¡±, espeta el cient¨ªfico.
He no ha dado detalles sobre sus experimentos con los embriones ni publicado un estudio detallado sobre el mismo. Un borrador de su estudio desvelado en 2019 por Technology Review mostraba que la edici¨®n gen¨¦tica de los embriones hab¨ªa sido imperfecta y que al menos una de las ni?as llevaba en su genoma errores no deseados.
Este diario ha contactado con algunos de los mayores expertos del mundo en edici¨®n gen¨¦tica y bio¨¦tica que tomaron parte en discusiones internacionales sobre los experimentos de He con embriones humanos y decidieron la necesidad de ponerles freno en el futuro. Este tipo de pr¨¢cticas ya est¨¢n prohibidas en China y otros pa¨ªses, incluida Espa?a. Los mismos expertos consideran que las herramientas actuales de edici¨®n gen¨¦tica no est¨¢n maduras como para usarlas en espermatozoides, ¨®vulos o embriones, lo que introducir¨ªa cambios en el genoma humano que pasar¨ªan de generaci¨®n en generaci¨®n. Ninguno de los expertos consultados es partidario de rehabilitar al cient¨ªfico chino, sobre todo hasta que no publique todos los detalles de su experimento.
¡°El error de He fue tan descomunal que yo no aceptar¨ªa financiar sus nuevos experimentos en biomedicina¡±David Baltimore, Nobel de Medicina
David Baltimore, profesor em¨¦rito de biolog¨ªa del Instituto Tecnol¨®gico de California y ganador del Nobel de Medicina en 1975, opina: ¡°Todo el mundo merece una segunda oportunidad despu¨¦s de cometer un error, pero el de He fue tan descomunal que yo no aceptar¨ªa financiar sus nuevos experimentos en biomedicina¡±.
George Church, investigador de la Universidad de Harvard y uno de los cient¨ªficos m¨¢s punteros en el uso de la edici¨®n gen¨¦tica, cree que He se saldr¨¢ con la suya. ¡°El mundo de la ciencia tiende a dar segundas oportunidades¡±, explica. ¡°Pero necesitamos una vigilancia muy estrecha de toda terapia experimental. Hay muchos ensayos cl¨ªnicos e incluso terapias ya aprobadas que tienen consecuencias negativas. Es posible que las beb¨¦s cuyo genoma fue editado no hayan sufrido consecuencias negativas y, ojal¨¢, su salud se est¨¦ monitorizando al detalle¡±, a?ade.
Aprender de sus errores
El a?o pasado, Ruipeng Lei y Renzong Qiu, dos expertos en bio¨¦tica de la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Huazhong y de la Academia de Ciencias China, pidieron a las autoridades de su pa¨ªs que monitorizaran la salud de las tres ni?as cuyo genoma edit¨® He. Estas personas deber¨ªan ser declaradas ¡°colectivo vulnerable¡± y acceder a un extraordinario nivel de vigilancia m¨¦dica y psicol¨®gica que impida que sean identificadas, que garantice que ¡°no ser¨¢n estigmatizadas¡± y que les disuada de ¡°cualquier tentaci¨®n de obtener fama o dinero¡±, escribieron los dos autores en una tribuna publicada en septiembre.
He asegura que dar¨¢ explicaciones este a?o en congresos cient¨ªficos en Europa y Estados Unidos. Una de las citas ser¨¢ en la Universidad de Oxford (Reino Unido). Eben Kirksey, antrop¨®logo de este centro y autor del libro The Mutant Project (El proyecto mutante) ¡ªcon entrevistas con algunas de las personas involucradas en los experimentos de He¡ª le ha invitado a dar una charla.
Kirksey dice que a¨²n no se han decidido los detalles del encuentro y que la pol¨ªtica de la universidad es no comentar sobre los conferenciantes que invita. El investigador cree que es fundamental que He explique qu¨¦ sucedi¨® exactamente. ¡°Hay eminentes expertos en bio¨¦tica que piensan que no hay que permitir que publique su investigaci¨®n. Yo no estoy de acuerdo. Hay mucho que aprender de sus errores ¨¦ticos y de sus investigaciones cient¨ªficas de cara a la aplicaci¨®n de CRISPR en medicina reproductiva¡±, opina.
Kiran Musunuru, el experto en CRISPR que compara a He con los m¨¦dicos nazis, se?ala: ¡°No me imagino que nadie ahora aceptase que aquellos m¨¦dicos volviesen a ejercer¡±. ¡°Como exconvicto, deber¨ªa impedirse la entrada de He Jiankui a cualquier pa¨ªs y bloquear cualquier participaci¨®n suya en conferencias internacionales¡±, opina.
Hace unos d¨ªas, He comparti¨® en sus redes sociales una tribuna escrita en The New York Times por Fyodor Urnov, experto en edici¨®n gen¨¦tica de la Universidad de California en Berkeley. El texto defend¨ªa una mayor apuesta para desarrollar curas a enfermedades raras y letales usando editores gen¨¦ticos como CRISPR. Estos avances, escrib¨ªa He, servir¨¢n en un futuro para curar tambi¨¦n el c¨¢ncer o el alzh¨¦imer.
Urnov arremete contra He cuando EL PA?S le consulta sobre el trabajo del cient¨ªfico chino: ¡°Los pacientes de enfermedades gen¨¦ticas raras y sus familias est¨¢n desesperados por obtener una cura. Los m¨¦dicos y cient¨ªficos debemos tener un cuidado exquisito sobre los posibles efectos negativos. He Jiankui ha demostrado que no puede respetar los est¨¢ndares ¨¦ticos y m¨¦dicos m¨¢s b¨¢sicos. Deber¨ªan prohibirle que haga ning¨²n experimento que tenga que ver con la salud humana de por vida. Todos merecemos una segunda oportunidad menos cuando hay vidas inocentes en peligro¡±, destaca Urnov.
Este investigador reconoce que la figura de He proyecta una sombra demasiado grande como para ser ignorada. ¡°Es una pesadilla. Ya nadie puede tener una conversaci¨®n sobre terapia g¨¦nica sin que su nombre salga a relucir¡±, confiesa.
Lluis Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa experto en edici¨®n gen¨¦tica con CRISPR, destaca un ¨²ltimo argumento para no reaceptar a He en la comunidad cient¨ªfica. Los experimentos que realiz¨® no ten¨ªan ninguna justificaci¨®n, explica, pues hay t¨¦cnicas como el lavado de esperma que se usan habitualmente que hubieran garantizado que las ni?as habr¨ªan nacido sin rastro de VIH.
En marzo, Montoliu ser¨¢ uno entre decenas de cient¨ªficos que acudir¨¢n al tercer congreso internacional sobre edici¨®n del genoma humano, la cita m¨¢s importante en el campo, que se celebra en Londres. El cient¨ªfico advierte de que a¨²n es pronto para intentar usar la edici¨®n gen¨¦tica con c¨¦lulas reproductoras humanas y embriones, pues se ignoran los riesgos y, sobre todo, ¡°no hay ninguna causa que lo justifique y que no pueda ser tratada con otros m¨¦todos¡±.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.