Las zonas ¡®terminator¡¯ de los exoplanetas: nuevas formas de buscar vida extraterrestre

Hace ya mucho tiempo que la b¨²squeda de vida fuera de la Tierra dej¨® de ser una ocurrencia pseudocient¨ªfica extravagante para convertirse en una aventura cient¨ªfica fascinante. Pero esa aventura avanza muy lentamente. Primero, comenzaron a detectarse planetas extrasolares, de los que ya se han localizado m¨¢s de cinco mil. Y despu¨¦s hubo que detallar cu¨¢les de ellos ten¨ªan posibilidades de albergar vida. Y aqu¨ª apareci¨® uno de los mayores escollos. ¡°El problema ¡ªasegura Ester L¨¢zaro, investigadora del Centro de Astrobiolog¨ªa¡ª, es que le hemos echado poca imaginaci¨®n y lo que se ha considerado hasta ahora han sido solo planetas similares a la Tierra¡±.

Pero un estudio publicado recientemente en la revista The Astrophysical Journal, propone nuevos candidatos, planetas muy diferentes a nuestra Tierra pero que ¡°debemos estudiar, para aumentar nuestras posibilidades de identificar planetas habitables¡±, seg¨²n Ana Lobo, de la Universidad de California en Irvine (Estados Unidos) y primera firmante del art¨ªculo. Los planetas que ha investigado Lobo son muy peculiares y orbitan alrededor de las llamadas enanas M o enanas rojas. ¡°Estas estrellas son las m¨¢s comunes y suponen el 70% de todas las de la galaxia¡±, explica la investigadora principal.

Comparadas con nuestro sol, las enanas M son ¡°estrellas poco masivas, con una masa de entre una d¨¦cima parte y un 60% de la masa del Sol. Son peque?as y m¨¢s fr¨ªas, pero son muy abundantes, tanto en nuestro vecindario como en el resto de la galaxia¡±, dice Cristina Rodr¨ªguez L¨®pez, investigadora del Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa. La abundancia y las caracter¨ªsticas de estas estrellas que hace que sea m¨¢s sencillo localizar planetas a su alrededor, ha hecho que se convirtieran en los soles m¨¢s investigados para la b¨²squeda de planetas extrasolares capaces de albergar vida. Sin embargo, no es muy frecuente encontrar planetas similares a la Tierra en torno a estas estrellas.

Como son m¨¢s tenues (es decir, con temperaturas mucho m¨¢s bajas que nuestro sol), su llamada zona de habitabilidad (en la que se supone que est¨¢n los planetas cuya temperatura permite la existencia de agua l¨ªquida) est¨¢ mucho m¨¢s cercana a la estrella que en nuestro sistema solar. Por eso, en una gran parte de esa zona de habitabilidad, la proximidad de la estrella provoca la rotaci¨®n s¨ªncrona de los planetas con su estrella, algo similar a lo que ocurre entre la Tierra y la Luna. Y como pasa con nuestro sat¨¦lite, el resultado es que esos planetas tienen siempre una cara iluminada y otra en oscuridad.

¡°Cuando piensas en planetas con una cara ardiente, a m¨¢s de mil grados, y otra helada, con menos de cien bajo cero, inmediatamente se descartan como posibles para albergar vida¡±, asegura Esther L¨¢zaro. Y ahonda en ello la astrobi¨®loga: ¡°Lo interesante de esta nueva investigaci¨®n es que propone una posibilidad que podr¨ªa hacer posible la existencia de vida en ellos. No demuestra que sea as¨ª, pero abre muchas posibilidades para el futuro¡±.

La clave en la investigaci¨®n del equipo de Lobo son las llamadas zonas terminator (o terminador, en castellano), como detalla el trabajo: ¡°Igual que el ecuador es una franja entre los hemisferios norte y sur de la Tierra, terminator es la franja que separa el permanente lado diurno y el tambi¨¦n permanente lado nocturno en estos planetas¡±. La nueva investigaci¨®n ha analizado c¨®mo es esa franja en los planetas que tienen una cantidad limitada de agua, es decir, que no son planetas totalmente cubiertos de oc¨¦anos que eran los que se consideraban hasta ahora. ¡°Si esos planetas tienen cantidades limitadas de agua la zona terminator puede permanecer a temperaturas moderadas favorables para la habitabilidad¡±, afirma Lobo.

La investigaci¨®n abre nuevas posibilidades; le dice al telescopio espacial ¡®Webb¡¯: oye, otros mundos tambi¨¦n pueden ser interesantes. Una llamada de atenci¨®n sobre lo que se estaba descartando

Cristina Rodr¨ªguez L¨®pez, investigadora del Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa

Este trabajo introduce una variable que puede ser determinante a la hora de programar futuras investigaciones para la b¨²squeda de vida extraterrestre, como explica la propia Lobo: ¡°Con mucha frecuencia afirmamos la habitabilidad de un determinado exoplaneta como una respuesta de solo s¨ª o no. Pero la Tierra tiene una amplia gama de climas y los planetas extrasolares pueden tener una diversidad todav¨ªa mayor. Es posible que los mundos habitables no sean necesariamente habitables en toda su superficie, sino que podr¨ªan tener regiones que s¨ª lo sean y otras que no¡±.

La cient¨ªfica Cristina Rodr¨ªguez L¨®pez, que no ha participado en la investigaci¨®n, explica as¨ª la importancia de este trabajo: ¡°Lo que hace es abrir nuevas posibilidades y, adem¨¢s, lo hace en un momento muy importante porque, a partir de ahora, se va a comenzar a caracterizar los exoplanetas descubiertos, y ese trabajo lo va a hacer el telescopio espacial James Webb. Por eso, grupos de todo el mundo est¨¢n proponiendo planetas favorables para que el telescopio los observe. Lo que hace el trabajo publicado en The Astrophysical Journal es decir: oye, que estos otros mundos tambi¨¦n pueden ser interesantes. Es una llamada de atenci¨®n sobre lo que se estaba descartando¡±.

Eso s¨ª, que nadie piense en hombrecillos o mujercillas verdes con antenas, matiza L¨¢zaro: ¡°De haber vida en esas zonas terminator lo m¨¢s probable es que se trate de vida microsc¨®pica porque parece muy dif¨ªcil que en un espacio limitado, como deben ser esas regiones, pueda desarrollarse vida m¨¢s compleja. Pero aunque estuvi¨¦ramos hablando de vida microsc¨®pica, ser¨ªa vida¡±.

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