Si los ojos son el espejo del alma humana, ?d¨®nde est¨¢ ese espejo en el elefante?
Las investigaciones de las ¨²ltimas d¨¦cadas indican que el elefante es el mam¨ªfero con el sentido del olfato m¨¢s desarrollado
Una matriarca camina por la sabana africana a ritmo tranquilo, mientras su grupo la sigue a unos pocos metros de distancia. No parece que ocurra nada relevante alrededor, pero se detiene. Manteniendo la mirada al frente, balancea sus orejas y posa contra el suelo los dos l¨®bulos situados al final de su trompa. Algo la sobresalta, porque agita con vigor las orejas y suelta un fuerte barrito. ?Qu¨¦ ha ocurrido?
Si queremos entender bien a un elefante y lo que pasa por su mente, no debemos centrar la atenci¨®n en su mirada, como har¨ªamos con una persona, sino en la punta de su trompa. Sobre el barro, la matriarca hab¨ªa detectado la orina reciente de una de sus hijas, a la cual llevaba d¨ªas sin ver. Por eso hizo una vocalizaci¨®n conocida como ¡°llamada de contacto¡±. Estos animales siempre tienen la trompa en movimiento, escaneando el mundo que les rodea, al igual que nosotros lo hacemos con la vista. Podr¨ªa decirse que la trompa refleja el foco de su mente.
En los ¨²ltimos 70 a?os, ha mejorado notablemente la comprensi¨®n que tenemos del mundo perceptivo de los elefantes. Hemos ido conociendo su fisiolog¨ªa y su anatom¨ªa sensorial, hemos puesto a prueba los l¨ªmites de sus sentidos y hemos analizado sus genes. Todas las investigaciones apuntan a lo mismo: los elefantes son los mam¨ªferos con el sentido del olfato m¨¢s desarrollado que existe. El mundo de los elefantes, es un mundo de olores.
Para hacernos una idea de hasta qu¨¦ punto destacan, vamos a compararlos con los perros, un animal con el que estamos muy familiarizados. Un estudio publicado en 2014 revel¨® que los elefantes tienen en torno a 2000 genes dedicados exclusivamente al olfato. Estos son el doble de los que tiene nuestro animal de compa?¨ªa y cinco veces m¨¢s de los que tenemos nosotros. En cuanto al interior de la cavidad nasal, los elefantes tienen siete cornetes (estructuras ¨®seas con tejidos especializados en la captaci¨®n del olor) frente a los cinco de los perros.
La trompa es la estructura perfecta para la captaci¨®n de olores. El aire se calienta a medida que asciende y esto hace que las sustancias qu¨ªmicas que contiene se vuelvan m¨¢s vol¨¢tiles y lleguen mejor a los receptores. A su vez, cuenta con 17 m¨²sculos compuestos por hasta 150.000 haces de fibras, lo que le da la flexibilidad y movilidad suficiente como para doblarse a su antojo y determinar la direcci¨®n de la fuente del olor.
Para percibir las mol¨¦culas menos vol¨¢tiles que se encuentran en la orina o en las excreciones de las gl¨¢ndulas, los elefantes poseen un ¨®rgano vomeronasal situado en la zona superior de la cavidad vocal. Con la punta de la trompa, palpan estos l¨ªquidos, se impregnan con las sustancias qu¨ªmicas y las transportan hasta el ¨®rgano, mediante un gesto conocido como Flehmen.
Desde luego, impresiona el nivel de desarrollo olfativo que han alcanzado estos cuadr¨²pedos, pero es inevitable preguntarse si realmente era necesario. El resto de herb¨ªvoros sobreviven sin tanto despliegue de medios en este sentido, ?por qu¨¦ los elefantes se han empe?ado en potenciarlo tanto? Al igual que necesitamos fijarnos en la anatom¨ªa y fisiolog¨ªa de un animal para entender su comportamiento, tambi¨¦n debemos estudiar c¨®mo se comporta para comprender su f¨ªsico. Estas son dos caras inseparables de una misma moneda.
Las tres especies de elefantes que existen, el elefante asi¨¢tico, el elefante de sabana y el elefante de bosque, tienen aspectos comunes en su comportamiento social. Por un lado, las hembras son las que permanecen en su grupo natal, con el que establecen un fuerte v¨ªnculo. Pero estos grupos son din¨¢micos y est¨¢n en procesos continuos de fusi¨®n y fisi¨®n. Por eso, a veces, ocurre que dos hembras emparentadas con un fuerte v¨ªnculo se separan durante d¨ªas y, cuando se reencuentran, suenan las trompetas de celebraci¨®n.
Por otro lado, los machos, al llegar a la madurez sexual, abandonan su grupo natal y forman relaciones sociales los unos con los otros, hasta que alcanzan su momento sexual m¨¢s activo y se vuelven m¨¢s solitarios. Si est¨¢n en buena condici¨®n f¨ªsica, una vez al a?o, durante dos o tres meses entran en musth, un periodo en el que su comportamiento sexual est¨¢ exacerbado. Aumentan sus niveles de testosterona, sus gl¨¢ndulas temporales secretan temporina y se vuelven m¨¢s agresivos.
Mientras que el musth de los machos se produce regularmente, las hembras solo est¨¢n en celo durante unos pocos d¨ªas cada cuatro o cinco a?os debido a sus largos per¨ªodos de gestaci¨®n y destete. Dado que ambos sexos hacen su vida por separado, necesitan comunicarse a largas distancias para poder encontrarse los d¨ªas exactos en los que est¨¢n receptivos sexualmente.
Es en este contexto social, en el que los individuos se separan y se re¨²nen constantemente, donde el olfato cobra tanta importancia. Los elefantes dan mucha informaci¨®n mediante se?ales qu¨ªmicas, como su identidad, su nivel de receptividad a reproducirse y su estatus de dominancia. Estas se?ales se liberan en la orina y en distintas gl¨¢ndulas y, a diferencia de las vocalizaciones o los gestos, son duraderas en el tiempo y posibilitan la comunicaci¨®n entre individuos que no est¨¢n pr¨®ximos.
Adem¨¢s, el olfato es una herramienta muy importante para un herb¨ªvoro generalista como el elefante. En un estudio publicado en 2020, unos investigadores de la Universidad de KwaZulu-Natal, en Sud¨¢frica, se propusieron averiguar qu¨¦ criterio utilizan los elefantes para elegir las plantas que incluyen en su dieta. Encontraron que la selecci¨®n no depend¨ªa del valor nutricional de estas, sino de la cantidad de toxinas que emit¨ªan.
Otro experimento llevado a cabo con elefantes asi¨¢ticos en cautividad, demostr¨® que tambi¨¦n usan el olfato para evaluar cantidades. El personal investigador les dio a elegir entre dos vasos que conten¨ªan distintos gramos de semillas de girasol (por ejemplo 12 y 16 gramos). Los vasos estaban cubiertos por una tapa agujereada, de manera que no pod¨ªan ver su interior, pero s¨ª olerlo. Los elefantes no tuvieron ning¨²n problema para escoger siempre el vaso que conten¨ªa m¨¢s semillas.
Por ¨²ltimo, el olfato les sirve para detectar amenazas. En Amboseli, Kenia, los agricultores de la etnia Kamba no suponen ninguna amenaza para los elefantes, mientras que los j¨®venes mas¨¢is demuestran su virilidad caz¨¢ndolos. Estos animales diferencian el olor de ambas etnias y muestran m¨¢s miedo y agresividad cuando detectan prendas mas¨¢is.
Comprender mejor el mundo olfativo de los elefantes nos ha permitido realizar aplicaciones pr¨¢cticas importantes, sobre todo en el ¨¢mbito de la conservaci¨®n. Especialmente en ?frica, los elefantes entran a menudo en conflicto con el ser humano, porque causan da?os en zonas agr¨ªcolas y en infraestructuras. La soluci¨®n m¨¢s habitual suele consistir en matar a los animales, pero ya se est¨¢n implementando nuevos m¨¦todos para controlar su comportamiento mediante olores.
Por ejemplo, se sabe que las colonias de abejas disuaden mucho a los elefantes y se han empezado a utilizar como escudo de protecci¨®n en las granjas. Esto ha resultado ser eficaz, pero el mantenimiento de gran n¨²mero de colmenas plantea problemas log¨ªsticos. Por eso, unos investigadores prepararon una mezcla con feromonas de abejas y comprobaron que solo con esa sustancia ya era posible ahuyentar a los elefantes.
Este tipo de estudios son cruciales, pues las tres especies de elefantes est¨¢n en peligro de extinci¨®n. Si se pierden los elefantes, se apaga todo su mundo de olores para siempre.
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