Una estrella va a explotar y podr¨¢ verse a simple vista muy pronto
Cada 80 a?os la T Coronae Borealis produce una rara nova que brilla lo suficiente como para parecer un nuevo objeto en el cielo nocturno
Como las personas, las estrellas nacen, crecen y mueren. Y lo hacen en eventos que provocan grandes explosiones. Una supernova es la muerte de una estrella supergigante, mientras una nova deja vivas a las estrellas tras resplandecer con un destello explosivo y repentino. En general, estos eventos pueden ser dif¨ªciles de predecir, pero se conocen al menos 10 sistemas de enanas blancas que producen novas de manera peri¨®dica, cinco de ellos en nuestra galaxia. Este es el caso de T Coronae Borealis (T CrB), ubicada a unos 3.000 a?os luz de la Tierra. Sus observaciones hist¨®ricas indican que explota aproximadamente cada 80 a?os y ese ciclo que est¨¢ cerca de completarse. Una vez que ocurra, ser¨¢ observable a simple vista en forma de una nueva estrella en el cielo nocturno.
De acuerdo con la NASA, es muy probable que el sistema de dos estrellas T CrB vuelva a generar un enorme estallido. La ¨²ltima vez fue en 1946 y algunos astr¨®nomos hab¨ªan apuntado que volver¨¢ a hacerlo entre febrero y septiembre de este a?o. Sin embargo, otros expertos prefieren no aventurarse a dar una estimaci¨®n tan cerrada. Sumner Starrfield, astr¨®nomo de la Universidad de Arizona que ha observado el comportamiento de la nova, explica respecto a la fecha del tan esperado evento: ¡°Podr¨ªa ser esta noche, este oto?o, o podr¨ªa ser en 2025 o 2026.
No hay forma de determinar cu¨¢ndo explotar¨¢ realmente. Nuestras estimaciones de que ser¨¢ pronto se basan en observaciones de su comportamiento justo antes de su explosi¨®n hace 80 a?os¡å. Javier Armentia, astrof¨ªsico y director del Planetario de Pamplona, coincide en no apresurar la previsi¨®n: ¡°El comportamiento actual nos da pistas, pero no es posible definir¡±.
Cada vez que aparece una estrella nueva en el cielo, es llamada nova ¡ªnueva, en lat¨ªn¡ª; aunque en realidad es un evento astron¨®mico que causa un destello explosivo de una estrella que ya estaba ah¨ª. En realidad, T CrB est¨¢ compuesta por dos estrellas: una gigante roja y una enana blanca. La segunda es un n¨²cleo estelar denso cuya gravedad atrae el gas de la gigante roja. El gas se acumula en la superficie de la enana hasta que esta explota en un evento ¡°extremadamente violento¡±, seg¨²n describe Armentia. La estrella brilla temporalmente con mayor intensidad, y alcanza la magnitud lum¨ªnica que tiene la estrella polar. Finalmente, vuelve a la normalidad y el ciclo se repite.
Ver esta nova es una oportunidad ¨²nica en la vida. La disparidad de tama?o entre ambas estrellas es tan grande que a la enana blanca le lleva 227 d¨ªas orbitar su gigante roja, explica Starrfield. Est¨¢n tan cerca que la materia expulsada por la gigante roja se acumula cerca de la superficie de la enana blanca. Una vez que la masa, aproximadamente del tama?o de la Tierra, se ha acumulado en la enana blanca ¡ªlo que lleva alrededor de 80 a?os¡ª, se calienta lo suficiente como para iniciar una reacci¨®n termonuclear descontrolada. Esto provoca una gran explosi¨®n, pues ¡°en pocos segundos la temperatura aumenta 100 a 200 millones de grados Celsius¡±, detalla este astr¨®nomo.
Una explosi¨®n estelar puede manifestarse de forma muy notable en el espacio. Dependiendo de la magnitud y distancia, el evento puede ser observado a simple vista o utilizando telescopios caseros. La nova de T CrB ser¨¢ observable a simple vista. Si se repite lo ocurrido que en su ¨²ltima explosi¨®n, estar¨¢ visible durante alrededor de una semana y el sistema volver¨¢ a la tranquilidad en un par de meses: ¡°Lo estaremos observando durante toda su evoluci¨®n¡±, explica Starrfield.
Las novas son fen¨®menos raros, por lo que ambos astr¨®nomos consideran que ser¨¢ una gran oportunidad para ampliar el conocimiento sobre ellas. ¡°No sabemos mucho de las novas. Ahora tenemos datos y tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada que la que se ten¨ªa en 1946¡å, describe Armentia. Y seg¨²n Starrfield, gracias al gran evento ser¨¢ posible aprender cu¨¢nta energ¨ªa est¨¢ involucrada en la explosi¨®n, cu¨¢nto de ese material es expulsado al espacio, cu¨¢l es la composici¨®n qu¨ªmica de los gases y c¨®mo ocurre el gran estallido.
¡°?Se expulsa el gas en una nube enorme? ?O en muchas nubes m¨¢s peque?as?¡±, son preguntas a las que Starrfield busca respuesta. Se muestra optimista y asegura que habr¨¢ m¨¢s informaci¨®n ¡°que nos sorprender¨¢¡±. Gracias a la observaci¨®n de las novas, explica Starrfield, se han encontrado indicios de que parte del material a partir del cual se form¨® el sistema solar pudo haberse producido en explosiones de nova. ¡°Estamos bastante seguros de que el litio en el sistema solar proviene de explosiones de nova que ocurrieron antes de la formaci¨®n del sistema solar¡±, explica. Las novas normales explotan ¡°quiz¨¢s cada 100.000 a?os¡±, ampl¨ªa. Pero las novas recurrentes repiten sus estallidos en un lapso humano debido a una relaci¨®n peculiar entre sus dos estrellas.
Es por lo menos la tercera vez que la humanidad ha presenciado la nova de T CrB, descubierta oficialmente por el irland¨¦s John Birmingham en 1866, y luego cuando reapareci¨® en 1946. Mientras se espera a que vuelva a hacer una gran explosi¨®n, los astr¨®nomos invitan a familiarizarse con la constelaci¨®n de la Corona Boreal, o Corona del Norte, que es un peque?o arco semicircular entre la estrella Arturo ¡ªuna de las m¨¢s brillantes y f¨¢ciles de localizar¡ª y la constelaci¨®n de H¨¦rcules. ¡°Ah¨ª es donde el estallido aparecer¨¢ como una nueva estrella brillante¡±, explican los especialistas de la NASA.
El equipo de Starrfield ha reservado tiempo en el telescopio espacial James Webb para observar la erupci¨®n, pero este ser¨¢ solo uno de los muchos ojos que se vuelvan hacia el estallido una vez que comience. No es necesaria una tecnolog¨ªa tan avanzada para presenciar este extraordinario evento una vez que ocurra. La estrella ser¨¢ visible a simple vista durante aproximadamente una semana; y con prism¨¢ticos, durante un mes. Solo hace falta salir y dirigir la mirada a la constelaci¨®n de la Corona Boreal.
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