La Starliner regresa a la Tierra sin tripulantes desde la ISS, despu¨¦s de fuertes tensiones entre la NASA y Boeing
La agencia espacial estadounidense se muestra confiada en que el retorno ser¨¢ exitoso pero admite que no accedi¨® a las pretensiones de la compa?¨ªa de traer de vuelta en la nave a los dos astronautas
El culebr¨®n espacial del verano toca a su fin, ante el inminente retorno de la Starliner Calypso a la Tierra sin la tripulaci¨®n con la que subi¨® en junio a la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS). La NASA ha confirmado en una teleconferencia de prensa sus planes de separar la problem¨¢tica nave a las 0:04 de este s¨¢bado ¡ªhora peninsular espa?ola¡ª y los portavoces de la agencia espacial estadounidense se han mostrado ¡°confiados¡± en que la c¨¢psula se posar¨¢ sin problemas 5 horas y 59 minutos despu¨¦s, tras un descenso guiado por control remoto, en la base espacial de White Sands (Nuevo M¨¦xico, EE UU).
Pese a ello, la ¨²ltima comparecencia ha dejado claro que la NASA ha perdido la confianza en esta Starliner para poder traer de regreso a tierra a sus dos astronautas, Butch Wilmore y Suni Williams, y que la decisi¨®n de hacerlos regresar en febrero de 2025 en una nave de SpaceX ha tensado las relaciones con la compa?¨ªa aeron¨¢utica. Willmore y Williams llegaron a la estaci¨®n espacial el pasado 6 de junio, para una misi¨®n de poco m¨¢s de una semana y, despu¨¦s de un verano lleno de aplazamientos e incertidumbres sobre la decisi¨®n final, el d¨ªa 24 de agosto ambos supieron por fin que esos ocho d¨ªas acabar¨¢n siendo por lo menos ocho meses.
De momento, quedar¨¢ en el aire la fecha en la que las naves Starliner podr¨¢n entrar en servicio para establecer una l¨ªnea regular de vuelos espaciales tripulados a la ISS. Con el objetivo de competir en esa tarea con las Crew Dragon de SpaceX, que operan desde 2020, Boeing desarroll¨® su m¨¢s ambicioso programa espacial hasta la fecha. El plan inicial era iniciar esos vuelos regulares en 2018 pero, tras m¨²ltiples retrasos y despu¨¦s del fiasco de la actual misi¨®n tripulada de prueba ¡ªcon m¨²ltiples fallos en el sistema de propulsi¨®n¡ª, ya est¨¢ descartado que las Starliner entren en servicio antes del verano de 2025. Y eso, en el mejor de los casos: primero, todo pasa por un ¨¦xito en las maniobras de regreso de ma?ana; adem¨¢s de por las pruebas y mejoras destinadas a que la NASA recupere la confianza en Boeing.
El primero de esos ex¨¢menes de repesca tendr¨¢ lugar durante el retorno de la c¨¢psula. Las numerosas anomal¨ªas durante el vuelo de ida han llevado a modificar algo el trayecto de vuelta de la Starliner. En primer lugar, seg¨²n explic¨® Dana Weigel, directora del programa de la NASA para la Estaci¨®n Espacial Internacional, la c¨¢psula se separar¨¢ de la complejo orbital con un impulso m¨¢s r¨¢pido de lo que lo har¨ªa si fuera tripulada por astronautas, capaces de tomar el mando manual del vuelo en caso de que fuera necesario. La idea inicial era una separaci¨®n m¨¢s gradual, en la que los astronautas pudieran dar una suave vuelta de despedida alrededor de la ISS.
Steve Stich, director del programa de vuelos comerciales tripulados de la NASA, anunci¨® que en cuanto la nave se separe lo suficiente de la ISS, comenzar¨¢n unas pruebas de brev¨ªsimos encendidos de varios de los propulsores. Lo que no est¨¢ claro es si ser¨¢n los propulsores que dieron problemas o fallaron en el vuelo de ida, o si ser¨¢n otros similares pero aparentemente intactos. ¡°El objetivo es seguir aprendiendo [m¨¢s all¨¢ de los tests realizados estos meses en los que la nave ha permanecido amarrada a la estaci¨®n espacial]. Queremos saber c¨®mo se comportan los propulsores justo despu¨¦s del desacople¡±, afirm¨® Stich.
Choque entre Boeing y la NASA
Ese es el ¨²nico momento para hacer unas ¨²ltimas pruebas con los propulsores que han fallado, pues pertenecen al m¨®dulo de servicio, que es desechable y se separa de la nave y desintegra al reentrar en la atm¨®sfera. A partir de ah¨ª, la nave seguir¨¢ separ¨¢ndose de la ISS y el momento clave del retorno tendr¨¢ lugar unas cinco horas despu¨¦s, cuando tendr¨¢ lugar el gran encendido de motores que desorbitar¨¢ la Starliner e iniciar¨¢ su vertiginoso descenso. Esa maniobra crucial la ejecutan los propulsores principales de la nave, y ninguno de ellos ha dado s¨ªntomas de problemas.
Lo que s¨ª segu¨ªa preocupando a la NASA es que el tipo de propulsores que han fallado, los del m¨®dulo de servicio, est¨¢n implicados en las maniobras para dejar la c¨¢psula correctamente orientada para su reentrada en la atm¨®sfera. Si todo va bien, la Starliner Calypso se posar¨¢ suavemente, gracias a sus paraca¨ªdas, en la base de White Sands a las 6:03, hora peninsular espa?ola.
Tras las pruebas realizadas durante el verano, tanto en la propia nave en ¨®rbita como en propulsores en tierra y tambi¨¦n mediante simulaciones con modelos inform¨¢ticos, Boeing dio su visto bueno para el retorno de los astronautas en la Starliner. ¡°Ellos confiaban en el modelo que hab¨ªan creado para predecir la degradaci¨®n de los propulsores durante todo el vuelo. Pero el equipo de la NASA revis¨® ese modelo y vio ciertas limitaciones¡±, explic¨® Stich, quien justific¨® as¨ª que esas incertidumbres llevaran a la agencia espacial de EE UU a considerar que podr¨ªa haber demasiado riesgo para los astronautas.
Ante los rumores de que la reuni¨®n entre la NASA y Boeing en la que se tom¨® la decisi¨®n acab¨® a gritos, Stich neg¨® que se hubiera llegado a ese extremo, pero s¨ª reconoci¨® que ¡°hab¨ªa cierta tensi¨®n en la habitaci¨®n¡± y que ¡°como siempre que se toman este tipo de decisiones hay una tensa discusi¨®n t¨¦cnica, pero yo no dir¨ªa que la discusi¨®n llegase a calentarse¡±. En la teleconferencia de prensa no hab¨ªa ning¨²n portavoz de Boeing, que s¨ª estuvo presente en otras comparecencias anteriores.
Un extra?o ruido en la nave
El clima de desconfianza que se ha extendido hacia la Starliner, tanto en la comunidad aeroespacial como en la opini¨®n p¨²blica, qued¨® patente esta semana, con las noticias de que el astronauta Butch Williams hab¨ªa detectado desde la ISS unos extra?os pulsos de sonido procedentes de la nave de Boeing. El famoso astronauta canadiense Chris Hadfield ¡ªya retirado¡ª se apresur¨® a declarar que ¡°no es el tipo de ruidos que le gustar¨ªa o¨ªr en mi nave¡±.
There are several noises I'd prefer not to hear inside my spaceship, including this one that @Boeing Starliner is now making. pic.twitter.com/NMMPMo5dtt
— Chris Hadfield (@Cmdr_Hadfield) September 1, 2024
Ante la inquietud desatada, la NASA se vio obligada a emitir un comunicado en el que asegur¨® que los sonidos ¡°los emite un altavoz de la Starliner debido a un ajuste de configuraci¨®n de audio entre la nave y la ISS. Es algo com¨²n. [...] Este retorno del altavoz no tiene ning¨²n impacto en la tripulaci¨®n ni en la estaci¨®n ni en la nave, incluyendo las operaciones de desacople previstas¡±.
En la ¨²ltima comparecencia sobre esta misi¨®n, los portavoces de la NASA explicaron que minutos antes del desacople ¡ªprevisto para las 0:04 del s¨¢bado¡ª tendr¨¢n lugar unas comprobaciones de ¨²ltima hora. Si alg¨²n par¨¢metro fuese desfavorable, incluida la predicci¨®n del tiempo en el lugar de aterrizaje, el regreso quedar¨ªa pospuesto y la siguiente oportunidad ser¨ªa cuatro d¨ªas despu¨¦s.
Mirando hacia el futuro de las naves Starliner, la NASA ha dado algunas pistas de las modificaciones que exigir¨¢ a Boeing, aun en el supuesto de que la c¨¢psula Calypso acabe aterrizando con ¨¦xito. ¡°Claramente, la manera en la que estamos encendiendo los propulsores provoca que se sobrecalienten¡±, afirm¨® Stich, quien recalc¨® que la mayor¨ªa de los propulsores han funcionado sin problemas; adem¨¢s sostuvo que en la agencia espacial opinan que los problemas deber¨ªan solucionarse con cambios en el modo de usar los propulsores. De este modo, no ser¨ªa necesario alterar su dise?o.
Sin un calendario claro de siguientes pasos para el futuro de ese programa conjunto de Boeing y la NASA, lo que s¨ª se han conocido son los detalles de c¨®mo afectar¨¢ a las siguientes tripulaciones de la Estaci¨®n Espacial Internacional. Este mes de septiembre est¨¢ previsto que llegue la misi¨®n Crew-9 de SpaceX, que iba a llevar a cuatro nuevos tripulantes a la ISS. Hace una semana se anunci¨® que finalmente ser¨¢n dos ¡ªel estadounidense Nick Hague y el ruso Alexander Gorbunov¡ª, para hacer sitio en el vuelo de regreso en febrero de 2025 a los astronautas de la Starliner.
Se quedan en tierra, de momento, dos mujeres que eran parte de la Crew-9: la comandante Zena Cardman y la especialista Stephanie Williams, que seguir¨¢n esperando una nueva ocasi¨®n para hacer realidad su sue?o de pasar seis meses trabajando en la estaci¨®n espacial. Ese privilegio se lo han tenido que ceder a Butch Wilmore y Suni Williams, quienes ya hab¨ªan pasado largas estancias en la ISS y no contaban con repetir la experiencia. La inesperada oportunidad les ha llegado de la mano de un culebr¨®n espacial, producido por Boeing y la NASA, que har¨¢ que los recordemos como ¡°los dos astronautas atrapados en la Estaci¨®n Espacial¡±.
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