?Por qu¨¦ los duendes existen para la ciencia?
Descargas el¨¦ctricas se disparan hacia arriba desde las nubes; resultan fugaces y son breves destellos luminosos con aspecto de duendes
Mohamed Mrabet (1936) es un pintor marroqu¨ª que fue descubierto por Paul Bowles en uno de sus viajes a T¨¢nger, all¨¢ por los a?os sesenta. Mrabet apenas sab¨ªa leer y escribir, pero eso no le impidi¨® publicar libros. El mismo Paul Bowles ofici¨® de traductor de las muchas historias que Mrabet dej¨® grabadas con su propia voz; testimonios y experiencias contadas en primera persona acerca de sus idas y venidas por diferentes oficios: caddie, pescador, boxeador, barman o chapero.
En su autobiograf¨ªa, publicada por Anagrama hace ya unos a?os con el t¨ªtulo Mira y corre, Mohamed Mrabet nos presenta a Zohra, su mujer. En uno de sus cap¨ªtulos aparece enferma, con las piernas hinchadas y sin poder andar; la piel de los pies se le estaba cayendo y, ante este cuadro, Mrabet fue a consultar a un hechicero. La explicaci¨®n que le dio el hechicero fue que su mujer apag¨® el fuego de un brasero con agua en el momento en el que hab¨ªa un duende maligno entre las llamas. El agua sorprendi¨® al duende que, malhumorado, arroj¨® las cenizas del brasero sobre la pierna de Zohra. Para remediar el mal, por consejo del hechicero, Mrabet tuvo que sacrificar un gallo negro y quemar unos papeles al mismo tiempo. Luego encal¨® la casa y roci¨® sus rincones con leche.
Las creencias contrarias a la raz¨®n dominaban ¡ªy siguen dominando¨D buena parte del mundo. La irracionalidad lleva a la gente a pensar que los duendes existen en el mundo real y que son la causa de muchas desgracias. Algo tan absurdo como pensar que los duendes forman parte del m¨¦todo cient¨ªfico. Nada m¨¢s lejos. En todo caso, el ¨²nico duende que tiene relaci¨®n con la ciencia es el descubierto en octubre del 2023 por Andreas Mogensen, astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se trata de un duende rojo o, lo que es lo mismo, un Evento Luminoso Transitorio denominado TLE por sus siglas en ingl¨¦s y por el que se puede ver una figura parecida a un duende rojo en el cielo. Se trata de un fen¨®meno que ocurre cuando las nubes cargan tormenta. El citado fen¨®meno resulta dif¨ªcil de captar desde la Tierra, ya que ocurre en la atm¨®sfera superior.
Para hacernos una idea, los llamados duendes rojos son descargas el¨¦ctricas que se disparan hacia arriba desde las nubes; resultan fugaces, son breves destellos luminosos con aspecto de duendes. La alusi¨®n m¨¢s antigua que se conoce acerca de estos dardos de luz data de noviembre de 1885 cuando, desde una embarcaci¨®n, se pudieron observar destellos de colores en el cielo, lucecitas que posteriormente, una vez racionalizadas, se descubrieron como electrones atravesando el aire a toda velocidad, causando calor y, con ello, luz.
Tuvieron que pasar cien a?os, un siglo, para que, en 1995, el fen¨®meno se denominase con la palabra ¡°duende¡±. De esta manera, los duendes entraron en la terminolog¨ªa cient¨ªfica desde el cielo; nada que ver con el relato de Mrabet quien, al final, acabar¨ªa llevando a su mujer a un m¨¦dico que le recet¨®, adem¨¢s de inyecciones, una pomada y unas pastillas. Porque los trucos para dormir la raz¨®n, por muy atractivos que parezcan, resultan inocuos cuando se trata de encontrar remedio a una dolencia. Y los duendes solo existen en el cielo los d¨ªas de tormenta.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.
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