Investigadores espa?oles alertan del impacto del ¡®boom¡¯ de las renovables en aves y murci¨¦lagos
23 cient¨ªficos del CSIC advierten en una carta en ¡®Science¡¯ de la p¨¦rdida de biodiversidad asociada a la construcci¨®n de megainstalaciones fotovoltaicas y e¨®licas
La carrera por alcanzar los 89 gigavatios de energ¨ªa fotovoltaica y e¨®lica ¡ªya hay 36 instalados¡ª que necesita Espa?a para cumplir con el Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima (PNIEC) puede provocar da?os irreversibles en la biodiversidad, advierten 23 cient¨ªficos del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y de varias universidades. Los autores del escrito, publicado en la revista Science, est¨¢n a favor de ese tipo de energ¨ªa, pero sostienen que los nuevos proyectos afectar¨¢n a ¡°cientos de miles de hect¨¢reas y no hay forma de compensar la enorme cantidad de h¨¢bitats valiosos que podr¨ªan perderse¡±. Para minimizar el impacto de la transici¨®n energ¨¦tica sobre valores naturales amenazados, consideran necesaria una mayor planificaci¨®n, as¨ª como pol¨ªticas que apuesten por la eficiencia, el autoconsumo y el ahorro energ¨¦tico.
Entre los efectos adversos, los cient¨ªficos destacan los proyectos fotovoltaicos que ocupan zonas llanas y pueden comprometer la viabilidad de poblaciones de aves esteparias, que est¨¢n gravemente amenazadas en Espa?a. Especies como el sis¨®n, las gangas, la alondra ricot¨ª, el aguilucho cenizo o el cern¨ªcalo primilla han sufrido un declive en los ¨²ltimos 15 a?os de entre el 20% y el 50%. Adem¨¢s, sus poblaciones se encuentran en ¨¢reas no amparadas por la Red Natura 2000, ¡°por lo que no existen herramientas legales para blindarlas frente al avance de proyectos macroenerg¨¦ticos¡±, denuncian.
Como ejemplo del impacto que ya producen en la biodiversidad algunas de estas instalaciones, el comunicado se refiere a la importante mortandad de grandes aves, sobre todo buitres, o murci¨¦lagos al chocar con las 20.000 turbinas de energ¨ªa e¨®lica en funcionamiento en Espa?a. ¡°Como m¨ªnimo¡± se estima que mueren al a?o 200.000 ejemplares de murci¨¦lagos y alrededor de un millar de buitres leonados por esta causa. Estas bajas provocan consecuencias demogr¨¢ficas en algunas poblaciones amenazadas, como ocurre con los alimoches que se topan con los aerogeneradores en Andaluc¨ªa, donde la poblaci¨®n est¨¢ catalogada con la m¨¢xima figura de protecci¨®n. Una situaci¨®n a la que se suma que cuando se detectan puntos cr¨ªticos de afecci¨®n a aves ¡°pr¨¢cticamente nunca se detienen las turbinas para disminuir las muertes¡±, explica a EL PA?S David Serrano, cient¨ªfico del CSIC en la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana y primer autor de la carta.
Las empresas optan por los ¡°suelos m¨¢s baratos¡± para levantar las infraestructuras, contin¨²a Serrano. Se decantan por terrenos marginales, pero de alto valor ecol¨®gico como tierras de cultivo de cereales o ¨¢reas de media monta?a, ecosistemas donde viven aves esteparias y rapaces, ¡°que tienen en Espa?a sus mayores poblaciones europeas o, incluso, mundiales¡±. ¡°Yo tambi¨¦n elegir¨ªa lo m¨¢s econ¨®mico, porque es m¨¢s rentable, pero es la Administraci¨®n la que debe velar por evitar que se instalen en determinadas zonas, y no siempre lo hace¡±, a?ade.
Los investigadores no tienen ninguna duda de que las energ¨ªas renovables son necesarias, pero tambi¨¦n de que su coexistencia con la biodiversidad requiere una planificaci¨®n ambiciosa y buenas pr¨¢cticas en los procesos de evaluaci¨®n ambiental. Motivo por el que Espa?a ¡°deber¨ªa adoptar un enfoque m¨¢s cauteloso para prevenir un escenario en el que los objetivos energ¨¦ticos se cumplan a expensas de la biodiversidad¡±. Consideran que la soluci¨®n pasa por la elecci¨®n de ubicaciones adecuadas. ¡°Se deber¨ªan construir el m¨ªnimo de plantas posibles en el campo y buscando terrenos que no tuvieran un alto valor ecol¨®gico, adem¨¢s de apostar por el autoconsumo aprovechando las cubiertas de los edificios de pol¨ªgonos industriales, empresas, barrios¡¡±, aclara el cient¨ªfico. Otro de los problemas se debe a que en muchas ocasiones la informaci¨®n de campo no est¨¢ actualizada ni disponible, de tal forma que se autorizan ¡°proyectos en ¨¢reas con especies mal protegidas porque los cat¨¢logos regionales o estatales de fauna y flora no est¨¢n al d¨ªa y no recogen el estado real de determinadas poblaciones¡±.
La carta concreta, adem¨¢s, que los estudios de impacto ambiental de estas infraestructuras son ¡°financiados por empresas de energ¨ªa, a menudo con poca supervisi¨®n por parte de los Gobiernos, lo que excluye la independencia¡±. Serrano considera que el problema central es la urgencia que tiene Espa?a para el cumplimiento de los objetivos, que ha desembocado en un proceso acelerado y desordenado que desborda a t¨¦cnicos y a la Administraci¨®n, a pesar de los esfuerzos del Gobierno para evitar una burbuja especulativa en el mercado secundario. De momento, existen permisos de acceso a la red el¨¦ctrica para proyectos que representan 121 gigavatios, que se sumar¨¢n a los 36 ya instalados, seg¨²n la informaci¨®n de Red El¨¦ctrica de Espa?a. ¡°Esto implica que casi se duplican los objetivos del borrador PNIEC para 2021-2030¡±, puntualiza Serrano.
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